¿Chavista?

Aunque parezca una discusión bizantina, sin sentido y una perdida de tiempo discernir sobre un término con el cual se pretende identificar a quienes formamos parte de un proyecto socio-político. Consideramos necesario hacerlo para responder a la cantidad de correos electrónicos, mensajes de texto, declaraciones de prensa e interpelaciones directas que se esconden detrás de una campaña que pretende aislarnos y descalificar nuestra critica a la ineficiencia de algunos funcionarios públicos, a la creciente burocratización y a la perniciosa corrupción administrativa.

Muchos me preguntan (disculpen que hable en primera persona) si ¿Soy Chavista? Unos lo hacen con la aviesa intención de descalificar nuestra capacidad crítica y aislarnos del Proceso. Otros, preocupados por falsas interpretaciones y hay quien lo hace con la esperanza de vernos en la acera de enfrente al lado de la oposición. A todos ellos les respondo que si soy Chavista y soy Chavista antes que apareciera Chávez como líder fundamental del Proceso de Cambios y Transformación Social.

Cuando esa pregunta se responde de manera positiva e inmediata, se puede interpretar que antes del 04 de Febrero de 1.992 uno no tenía militancia política, identificación ideológica, ni desarrollaba actividad de organización social y eso no es así. Desde hace muchos años militamos en el Proceso Revolucionario y por eso antes de cualquier otra identidad somos irreductiblemente Revolucionarios. Son muchas las experiencias, victorias y derrotas que hemos vivido quienes nos entregamos por entero a la lucha por la transformación estructural de la sociedad Venezolana y nunca renunciamos (ni renunciaremos) a nuestras convicciones sociales y políticas.

En nuestra lucha enfrentamos con decisión los nefastos gobiernos de AD y COPEI. En la calle contribuimos al derrocamiento de CAP. Hemos trabajado intensamente para construir organización social y política. No permanecimos en silencio ante cualquier hecho de injusticia social como el asesinato de dirigentes sociales, estudiantiles y políticos. Ante aquel sangriento 27 de Febrero de 1.989, ni ante la Masacre del Amparo o los asesinatos de Cantaura o ante el saqueo del Tesoro Público que se consumó el 18 de Febrero de 1.983 conocido como el “Viernes Negro.” Aquí en Guayana enfrentamos y derrotamos al “Grupo Chino” emblema nacional de la corrupción imperante durante el Puntofijismo. Nunca retrocedimos. No le dimos tregua a la traición encarnada por Rojas Suárez, su “Gabinete Desechable” y sus Legisladrones. Siempre actuamos aferrados a nuestras convicciones y dándole rienda suelta a los sueños y la utopía por construir una patria donde impere la justicia social, se respete la dignidad humana, se restituyan los valores sociales, se garanticen los derechos sociales (educación, salud, trabajo dignamente remunerado, vivienda higiénica, etc.) y se consagren los principios de la Democracia Participativa y la lucha por la Soberanía Nacional.

Entendemos que en la complejidad de este Proceso se vislumbra una enorme corriente social y política que aglutina inmensas expectativas de cambio social (son los excluidos, los explotados, los pobres que sembró el Capital) y que bien puede denominarse Chavismo y así mismo un grupo de hombres y mujeres que, desde los Cuarteles, han acompañado al Presidente Chávez en medio de fuertes contradicciones y representan un tipo de Chavistas. Otros que se incorporaron a la vida política a través de la lucha social, son mayoría y representan el Chavismo popular. Quienes hemos dedicado nuestra vida a la lucha política, sin descanso, con una clara visión desde la izquierda y entendemos que con el Presidente Chávez se puede avanzar en la construcción de la Patria que siempre soñamos y hoy profundizamos nuestro compromiso ante el vital planteamiento del Socialismo del Siglo XXI como propuesta sociopolítica que permitirá construir la Sociedad Necesaria.

Desde esa perspectiva somos Chavistas y no vemos espacio para ese atajo de oportunistas que ahora pretenden convertirse en lo más puro del Chavismo. En su mayoría son hombres de derecha con valores y formación ideológica que no transciende el comportamiento de oportunistas que no tienen ningún compromiso colectivo. Ellos representan un peligro para la revolución Bolivariana, son los testaferros de la corrupción y el burocratismo.

Nuestro compromiso con este Proceso está claro. Es irrenunciable porque somos irreductiblemente Revolucionarios y creemos en la necesidad de construir una organización revolucionaria que se convierta en instrumento de intermediación social, en instrumento de vanguardia política y en instrumento para la Democracia Participativa.

Nuestro compromiso no implica silencio ante cualquier injusticia social. Silencio ante la corrupción, el burocratismo y la ineficiencia. Somos la conciencia vigilante del Proceso… En lo personal NUESTRA MAYOR ASPIRACIÓN ES VIVIR Y MORIR CON DIGNDAD… Al carrizo con las murmuraciones… Bienvenida la critica…


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Darío Morandy


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