Con Chávez el Socialismo del Siglo XXI iba, con Maduro no va

Existía una conexión espiritual revolucionaria del pueblo con su líder

Los domingos era grato oír la prédica socialista de Chávez por Aló Presidente

Facilitó a los trabajadores viajar al exterior

El pueblo encontraba los anaqueles de los abastos llenos

Los vehículos automotores no eran exclusivos para los privilegiados

Los pequeños propietarios tenían opción, sin riesgo, de alquilar su vivienda

Las parejas de jóvenes profesionales podían adquirir una vivienda propia

Los aumentos salariales rendían más que ahora

Los pasajes aéreos y los productos farmacéuticos se conseguían y eran accesibles para todos

Se sostenía incólume la esperanza socialista en el corazón de la patria

Sus ministros de educación fueron todos docentes

Se escribió el Plan de la Patria con una visión anticapitalista

La FANB evolucionaba hacia la idea socialista al clamor de la arenga de su líder y Comandante en Jefe.

Entonces no eran pajuatadas lo que decía Toby Valderrama y su equipo de Grano de Maíz

Trataba con mucho respeto las discrepancias revolucionarias de críticos implacables como Domingo Alberto Rangel a quien nunca llamó criticón de oficio.

Las críticas revolucionarias no eran consideradas herejías

Las areperas socialistas funcionaban

El despuntar de las Misiones despertaba la esperanza socialista

Las tiendas del ALBA estaban abastecidas

El grito de ¡Viva Chávez! salía de lo más profundo del alma popular cuando aparecía el Comandante.

Las clases dominantes sabían que el líder de la revolución era irreductible y no negociaba la idea socialista.

El Comandante en Jefe criticaba y se autocriticaba. Sabía rectificar cuando el mismo decía: “ ya no soy el pendejo de antes…”

En fin aunque no les guste a los hijos putativos de Chávez aquellos tiempos fueron mejores que los de ahora porque Chávez era muy estudioso, escuchaba atentamente y avanzaba. No sigan tratando de reimplantar un nuevo “espíritu del 23 de enero” porque ese no es camino de reivindicar a Chávez sino de asesinarlo otra vez.

*Profesor de Filosofía jubilado de la UPEL


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Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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