(El Chavismo sin Chávez)

El Sueño de Chávez y las Pesadillas

Quienes siguen cada aparición de Chávez en los medios de comunicación social, habrán notado, que el comandante hace siempre alusión a su sueño de país. Siempre evoca ese sueño y ofrece detalles de cómo el se imagina a Venezuela en un corto, mediano y largo plazo.

Muchos días antes de su inscripción en el CNE como candidato Presidencial, en las apariciones o cadenas que ofrecía, reconocía que estaba personalmente revisando y escribiendo el programa que presentaría en el momento de inscribirse. Chávez daba detalles e insistía en ellos. Justificaba en sus explicaciones, las raíces o ideas sobre las cuales había preparado su sueño de país y estaba ahora en la actualización del tramo 2013-2019. Daba entender que el  proyecto de país por el cual estaba trabajando, viene “cocinándose” desde hace un largo tiempo y esto nos comunica que nada de improvisado tiene su participación en la vida política venezolana. Esta es una de las principales condiciones de un líder: tener un sueño plasmado en proyecto para su lucha.

En el momento en que realizaba su discurso, después de haber oficializado su inscripción en el CNE, Chávez tomó un tiempo de su intervención para hablarnos nuevamente del proyecto o papel de trabajo que había preparado para el 2013-21019, que deberá ser discutido por el país. Lo mostró como una manera de dejar constancia de su insistencia y ahora, los venezolanos podemos darnos el lujos de leerlo y saber de sus ideas y propuestas. No es esta la primera vez que nos comunica su intención, su incorporación en la arena política venezolana se dejó acompañar con  primer boceto de ese sueño. 

Este 11-06-2012, Chávez nos recordó cual es su visión de país. Su sueño se centra en tres situaciones básicas y trascendentes: a) Una Venezuela independiente, b) patria socialista y c) Venezuela “un país potencia”. En esta parte del sueño, Chávez preciso las condiciones de este “país potencia”. Estos tres objetivos históricos internos, se amaran a dos de carácter internacional. Es decir, Chávez como buen líder, sostiene su idea-imagen sobre Venezuela en marco de una lucha de mayor alcance por un mundo mejor. Estos tres objetivos históricos se juntaban con el proceso de avanzar en un mundo multipolar y una lucha por salvar la vida en el planeta.  

El Chavismo o lo que puede entenderse como tal, es una posición frente al país, frente a su gente –es social-, frente al mundo y esa posición se asume como compromiso en un proyecto escrito, que Chávez muestra y dice que se dedicó a escribirlo. Esto es lo elemental de “ser chavista” desde una posición de poder. Los que no estamos en posición de franco poder, es decir, participamos como animadores de este proyecto y aparecemos registrados como simple militantes del PSUV, lo compartimos y apoyamos y ello nos identifica como militante. Nuestra responsabilidad en este caso es estar vigilante y apoyar las políticas públicas que nos permiten avanzar.

Este sueño de Chávez claro y con objetivos bien preciso, es su proyecto de país. Sabemos a qué estamos apostamos nacionalmente. Si bien es cierto, que el todo es más que la suma de las partes, es también verdad que ese “todo” es dependiente de sus partes y estas partes no sincronizan con el todo o sueño de país que Chávez nos viene comunicando desde hace mucho tiempo. El sueño de país que tiene Chávez con las características ya mencionadas, tiene sus pesadillas en las entidades y municipios. Contrasta esta manera de asumir un compromiso histórico frente a los venezolanos por una patria bonita, socialista e igualitaria con las improvisaciones que solemos ver en las entidades territoriales, en las cuales no hay sueños ni a nivel de los estados ni para los municipios. En muchos hay pesadillas.

En los niveles de dirección política nacional, muy pocos –para no decir nadie-  se percatan de esta práctica militante hacia la improvisación. No entienden que cada entidad y cada municipio estando direccionado por un chavista deberían operar bajo las mismas condiciones. Deben tener su sueño de Municipio y de estado porque en la medida que ese sueño vaya concretándose en estos espacios territoriales, es posible acercarnos más rápidamente a los tres objetivos históricos señalados por Chávez en su discurso. “Ser chavista” desde un municipio o una gobernación es trabajar sobre este esquema: Un Plan, Línes, Objetivos y visualizar RESULTADOS.

Mientras Chávez sueña y trabaja duramente por este proyecto de país, otros mantienen pesadillas en muchas entidades y municipios que se califican de rojitas. Así como actúan desde esos espacios, reconozco que es una expresión práctica de un chavismo sin Chávez.

@ClaudioElcuaco

dominguezclaudio15@gmail.com



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Claudio Domínguez


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