2011, año convulsionado
de grandes desafíos que nos pondrá a prueba, especialmente a los verdaderos
Revolucionarios, para mostrar el temple que debe salir en defensa de
lo que hemos logrado en este devenir, aunque nos parezca que con los
últimos acontecimientos estemos casi como al principio de estos últimos
5 años; lo cierto es que ya la primera etapa se cumplió, ahora las
exigencias y el hacer del pueblo Revolucionario serán mayores, ya no
basta con que el Líder haga aquí y empuje allá para lograr los objetivos,
ahora se requerirá definitivamente el acompañamiento decisivo del
pueblo de La Republica Bolivariana de Venezuela, del verdadero luchador
y constructor de la Patria nueva, ya no bastara con decir y pedir la
aplicación de los procesos correctivos, es el pueblo quien demanda
su cumplimiento, es el pueblo revolucionario, el que pone y quita lideres,
el que trabaja y cumple sus deberes y obligaciones pero también defiende
sus derechos, es el pueblo que exige y demanda que se le explique la
razón o sin razón de que no se le escuche, de que no se le de explicaciones
cuando se toman decisiones tan definitivas que involucran sus necesidades
y la permanencia en el tiempo y el espacio de esta Revolución; ese
pueblo que puso su sangre en defensa de sus logros y del Líder para
que luego y sin consultarlo fueran perdonados los golpistas, ese pueblo
que demanda que la construcción del Socialismo del siglo XXI comience
por las bases y no por el techo y las ventanas, ese que sabe que el
Socialismo, construcción del futuro y hechura para la nueva humanidad
se hace con el concurso de todos y no con la decisión de uno o de unos,
ese pueblo que pide que se le explique el porque algunos compatriotas
son priorizados y otros no, el porque los camaradas que le han servido
al pueblo con probidad en su hacer han sido destituidos y desaparecidos
para priorizar a otros sin razón, y con ello se han incrementado los
abusos, la burocracia y la corrupción, y se han perdido los dineros
invertidos en planes y proyectos que ahora si van a ser necesarios debido
a la coyuntura mundial, ese pueblo que exige que se le hable claro y
sin ambages, que se le explique por que hay tanta inflación en
los artículos tan necesarios como las medicinas por ejemplo y por que
el sueldito de los empleados públicos y mucho menos la jubilación
se vuelve sal y agua para adquirir los rubros más necesarios en el
mantenimiento de sus hogares, mientras esperan 3 y quien sabe cuantos
años más para que se le entreguen sus pasivos laborales que se han
ganado durante años de servicio a la patria transformándose así el
estado en maula; ese que demanda saber el porque el estado no ha comenzado
a migrar hacia el sistema socialista en vez de continuar enrumbándose
más y más hacia el capitalismo de estado, produciendo el enorme desequilibrio
en los gastos públicos que ahora si se van a notar en este desorden
glorioso en que vivimos.
La Construcción del Socialismo del siglo XXI no es un soliloquio de la estrella de la orquesta, a 11 años de Revolución, la orquesta que es el pueblo, ya debería tener muchas estrellas, muchos divas y muchos divos, porque para eso es el pueblo y sin el pueblo no habría líder y mucho menos Revolución; a 11 años de Revolución lo que no hicimos ahora nos pesa y se requerirá cabeza despejada, mucha mano izquierda y un alto grado de moralidad y de conciencia para desatar los entuertos cometidos y que los acuerdos que tengamos que tomar sean los más honestos y definitivos para que el pueblo revolucionario de La Republica Bolivariana de Venezuela no pierda sus logros alcanzados; este año tremendo a nivel mundial nos recuerda el dicho aquel de : “Cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo”. Pensemos en el pueblo Revolucionario constructor de la nueva humanidad, en las leyes que el pueblo requiere y que no sean precisamente una demostración de fuerza política de ningún bando, dejémonos de la autosuficiencia de pensar que todo lo sabemos y todo lo podemos sin consultar al pueblo, que ya los errores cometidos nos han costado caro, hagamos un alto y pensemos que es lo más importante, esa camaradas, compatriotas es la pregunta.