(El salario no es una renta, y el Estado castiga el ahorro de los trabajadores)

Conozcamos la Sociedad Rentista

El grado de dominación que ejerce la clase burguesa en la sociedad capitalista actual es de tal magnitud que adecua el lenguaje, diccionarios, enciclopedias y afines a su entera conveniencia.

Tal es el caso del concepto de “renta”, una categoría económica que se las trae. Veamos: Si usted va a los diccionarios lexicológicos convencionales que enriquecen las bibliotecas más prestigiosas del mundo, y en cualesquiera idiomas, hallará que los asalariados y artesanos libres terminan siendo asimilados como perceptores de renta ya que sus “salarios” e ingresos por la venta de sus bienes, respectivamente, así son definidos, y el Estado lo corrobora cuando incluye a todos los ciudadanos como contribuyentes de la Renta Nacional, y entre estos, a los trabajadores que por supuesto no son capitalistas, ni arrendadores, ni prestamistas.

Pero, bien miradas las cosas, a esos diccionarios acomodaticios se les ven las costuras, puesto que en la entrada “renta”  recogen  las más diversas rentas. Los latifundistas arrendadores de terrenos o de viviendas y galpones entran como rentistas de la tierra; los comerciantes también porque sus ganancias representan rentas, e igualmente son rentas las ganancias del fabricante burgués por su contrata de asalariados, y por supuesto el más rentista termina siéndolo el Estado que enriquece a sus altos burócratas con las más diversas exacciones, como el IVA(impuesto al valor agregado 1); impuestos sobre la renta anual, además del IVA, y demás impuestos por variopintos conceptos, todos estos dirigidos al incremento de los ingresos del gobernante de turno, y de sus ayudantes en el Poder Judicial, el Poder Legislativo, el Moral ,   y demás poderes regionales y locales.

Aclaremos que el “Impuesto sobre la Renta” es un gravamen  al ingreso, independientemente  de que  este se  aplique a gastos o consumos, exclusiva, combinada o parcialmente. Y así se mantuvo hasta la llegada de Milton Friedman (Ver nota “1” de esta misma entrega).

Si eso es así, cabe preguntarse. ¿A qué destina el asalariado su salario  normalmente, que no sea a la cobertura de su cesta básica  y a cancelar a mediano y largo plazos los créditos recibidos por la compra de bienes duraderos (muebles y vivienda), imposibles de comprar al contado?, ¿por qué entonces debe ser repechado mediante un IVA que en  nada acorta la demanda, habida cuenta de que el Estado, al disponer de  mayores ingresos, los gasta y consecuencialmente presiona  sobre la demanda.

Desde acá, contradecimos al Nobelado citado y proponemos que en lugar del control Antiinflacionario del IVA, se podría reducir   el consumo semanal o mensual mediante un control de inventarios, de tal manera que los asalariados podrían contar con ahorros para años venideros en vez  de ser pechado a favor de un Estado esencialmente manirroto.

El IVA está destruyendo toda capacidad ahorrativa de los trabajadores, y como el Estado gasta lo que le ingresa y hasta más, este Estado se torna forzosamente prestatario, con lo cual debe inferirse que hacia este objetivo se enrumbó el aporte de ese apologista Friedman.

Por lo demás, tildar al Estado Venezolano, o a cualquier otro semejante, como Estados rentistas es esconder subrepticiamente a los verdaderos rentistas de la sociedad burguesa, es decir, a los capitalistas nacionales e internacionales.

1/ Este IVA es un impuesto al gasto, es decir, a  la renta trocada en bienes básicos y suntuarios. Su imposición en las sociedades burguesas es el perverso resultado de la conseja del apologista Friedman:

 “Milton Friedman (1912-2006)

Premio Nobel 1976  

Uno de los más importantes economistas de la segunda mitad del siglo XX. Premio Nobel de Economía en 1976 "por sus resultados en los campos del análisis del consumo, historia y teoría monetaria y por su demostración de la complejidad de la política de estabilización." Friedman fue un monetarista. Propuso resolver los problemas de inflación limitando el crecimiento de la oferta monetaria a una tasa constante y moderada. Economista empírico, era especialista en estadística y econometría. Defensor del libre mercado, fue el más conocido líder de la Escuela de Chicago debido, en parte, a que sus escritos son muy fáciles de leer por el hombre de la calle.” http://www.eumed.net/cursecon/economistas/Friedman.htm  .

  Antes de ese nobelado, los gravámenes al consumo tenían como fin las restricciones a ciertas importaciones indeseables, y el  impuesto al lujo en general, a las bebidas espirituosas y cigarrillos. A partir de este consejero burgués todas las mercancías son pechadas, con insignificantes excepciones que políticamente no les conviene a los gobernantes populistas.  Del IVA no se escapan   ni los menesterosos cuando tienen que comprar medicinas. La propuesta del IVA se derivó del supuesto control de la demanda con miras restrictivas de la Inflación, pero que resulta  inoperante  y contradictorio con un Economista que fungió de librebrecambista, en su lucha contra el Keynesianismo intervencionista.

marmac@cantv.net



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Manuel C. Martínez M.


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