Actualmente,
luego de la batalla librada durante el pasado proceso electoral y la
gran victoria del 26 de Septiembre, a todos los revolucionarios y todas
las revolucionarias, nos embarga el optimismo, las ansias y el
ímpetu por seguir construyendo este hermoso proyecto bolivariano y
revolucionario, específicamente, con la concreción de lo que pudiéramos
denominar el epicentro de este tercer ciclo de la Revolución Bolivariana
(2009-2019): Posicionar, una vez más en el 2012, a nuestro comandante
presidente Hugo Chávez Frías como el líder máximo e indiscutible
de nuestro sueño de independencia, soberanía y libertad plena, a través
del voto popular.
Para ello,
compatriotas camaradas comenzamos desde ya a trabajar en nuestro estado,
impulsando la organización y las líneas de planificación y acciones
estratégicas, para seguir articulando y conectando ese nexo perfecto
entre Estado Nacional-Poder Popular del que hablé en el artículo anterior.
Donde, como sabemos, el Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV), a través de las Unidades de Batalla Bolívar 200 (UBB-200)
y las Patrullas Socialistas, como organismo de vanguardia y acompañamiento
político-social, juega un papel preponderante en el logro de ese nexo
partido-gobierno y en el propósito de terminar de establecer los mecanismos
necesarios para desarrollar el conocimiento conciente y bolivariano,
la solidez de la formación ideológica de toda la militancia revolucionaria,
de la mayoría del pueblo que quiere socialismo, para lograr definitivamente
el verdadero estado de derecho y de justicia que define nuestra Constitución
Bolivariana.
Aprendamos
entonces, como Poder Popular, a difundir el mensaje auténtico de la
Revolución Bolivariana, formándonos integralmente día a día, basados
en el triángulo perfecto, del que también he hablado en varias oportunidades,
conformado por la Conciencia Revolucionaria, para seguir fortaleciendo
la Organización y la unidad partidista; y todo ello, con mucha
Pasión Patria.
Por eso, debemos
ser revolucionarias y revolucionarios estudiosos, analíticos; en definitiva,
conocedores de nuestra realidad socio-política e histórica de 200
años y más, para defender, con argumentos fieles y reales, los logros
obtenidos a lo largo de estos 11 años de revolución bolivariana. Desde
los más generales, como el incremento en el índice de Desarrollo Humano
(calidad de vida), que nos ubica en un puesto respetado en comparación
con otros muchos países del planeta; como el descenso considerable
de Venezuela en el índice Gini, el cual mide el nivel de distribución
equitativa de nuestras riquezas entre el pueblo; así como destacar
los logros más específicos, en el caso de nuestra región: en salud,
en educación, en deporte, en cultura, en vivienda, en vialidad, en
atención social, entre otros tantos obtenidos, gracias a este proceso
revolucionario. Pero también, resaltar el carácter Bolivariano, Robinsoniano
y Zamorano de nuestro proceso; a través de planteamientos fundamentales
como: “Unidad, unidad, o la anarquía os devorará”; “Inventamos
o erramos”; “Tierras y hombres libres, horror a la oligarquía”.
Es necesario,
compatriotas, ser conocedores de lo que significa la revolución, no
sólo para nuestro estado y para el país, sino para los demás países
del mundo que nos siguen como ejemplo y que ven en este proyecto, la
esperanza de convertirnos en un mundo mejor. El presidente Chávez,
en uno de sus tantos discursos, dirigidos al poder popular, refería
a Fidel Castro y decía lo siguiente: “Fidel siempre insiste en
una idea: “Chávez no subestimes, no subestimen ustedes la importancia
que tiene hoy para este mundo, la importancia que tiene hoy para América
Latina, para el futuro de nuestros pueblos la Revolución Bolivariana”,
y en alguna ocasión hablábamos de la caída de la Unión Soviética,
yo le preguntaba y después de tantas reflexiones, hoy lo creo, una
eventual caída de la Revolución Bolivariana tendría un impacto muchísimo
más demoledor para los pueblos, para el futuro de los pueblos, para
la moral de los pueblos, para las juventudes, para el Socialismo como
camino a la vida, que el tremendo impacto que tuvo en su momento y siguió
teniendo por muchos años, la caída de la Unión Soviética, porque
la Revolución Bolivariana se ha convertido en el faro, en la esperanza
de un mundo nuevo, nosotros no podemos fracasarle a la esperanza, nosotros
no podemos permitir que se apaguen las luces de la esperanza en el horizonte
de los pueblos, de este continente y más allá”.
Es imperiosa
la necesidad de que sintamos, creamos y conozcamos con verdadera conciencia,
la profundidad de las tesis del Socialismo Bolivariano. Nuestro líder
también lo ha afirmado en muchos momentos: “Y luego del sentimiento
tiene que derivar la conciencia, el que no siente, bueno, es como estar
muerto, el sentimiento, sentir, tiene que afincarse en el conocer, y
la palabra sentir, el verbo sentir, el concepto sentimiento, tienen
mucho que ver con los sentidos, lo que uno ve, lo que uno toca, los
sentidos, el sentir, el oír, el conocer, el palpar de una realidad,
tiene que impulsarnos a esa batalla del transformar, a esa batalla del
pensar, del percibir con claridad lo que nos rodea para transformar
el mundo”.
También Carlos
Marx lo decía: “lo que no se siente de verdad verdad no se piensa
de verdad verdad”. Sintamos pues, en lo más profundo de nuestro
ser, el socialismo que vamos construyendo como pueblo, como poder popular
organizado; como un fuego que nos invade el alma, el corazón y la mente,
que nos hace hombres y mujeres con mucha conciencia revolucionaria y
convirtámonos de manera definitiva, en portavoces fieles del Proyecto
libertario y antimperialista de nuestro Padre Libertador Simón Bolívar,
comandante eterno de esta lucha revolucionaria.
Sintamos la Patria Nueva!!
Patria Socialista o Muerte!1
Venceremos!!
15 de Noviembre de 2010