Más allá del Plusvalor

Reconozcamos que después de 160 años los <> siguen
ignorando, en los hechos y en su pensamiento, el humanitario mensaje de los
padres del Marxismo.

En ese mensaje brilla mucho la categoría <>. Este sirvió y sirve
para demostrar matemática y macroeconómicamente que toda ganancia burguesa
es ilícita, puesto que procede de la explotación empresarial practicada
sobre los subpagados asalariados. Eso quedó demostrado hace más de 100 años.
Basta leer y comprender la obra íntegra de Marx y Engels: Das Kapital.

Durante todo este tiempo los proletarios activos, los sindicalistas, la
tribuna comunista de todos los países del mundo y los hombres de buena
voluntad, se han limitado a <>. Se han limitado a
reducir <> a una injusta relación. Limitado a
considerar que los patronos deben ganar (ganar) menos y los asalariados un
poco más (un poco más). Por ejemplo, cuando un asalariado pide aumento de
sueldo hace eso, redistribuir la plusvalía...y conservar su propia
explotación, tolerar que su patrono siga explotándolo. Dejamos salvos los
soviets bolcheviques.

Reconozcamos también que son evidentes las reivindicaciones mejorativas de
esa redistribución del plusvalor. Por ejemplo, el Presidente Hugo Chávez, de
Venezuela, luego de 10 años de mandato conserva una buena cuota de
popularidad electoral, y toda esta ha girado alrededor del pivote de una
mejor distribución del plusvalor creado por los trabajadores venezolanos
quienes a su vez y principalmente trabajan en la industria petrolera:
Pdvsa y filiales. Como casi todo el mundo sabe, el petróleo crudo sigue
siendo la más asequible y demandada fuente de energía, y
consecuencialmente su valor y <> son constantemente
elevados y elevables.

A pesar de todos esos esfuerzos cargados de buena voluntad, tendentes a esa
redistribución y conservación del plusvalor, lamentablemente el problema del
obrero sigue pendiente de una solución definitiva. Pensamos que son varias
las causas de ese fracaso político y sindical.

Ocurre que más allá del plusvalor está la relación celebrada por los
patronos con los trabajadores de sus respectivas empresas. Esta relación
cobra la significativa importancia de representar el piso socioeconómico
sobre el cual se mueve toda la sociedad y sus partes tantos
infraestructurales como supraestructurales. Los medios de producción
importantes y mayoritarios tienen dueños estructurales, son poseídos
individualmente. La conciencia social, la cosmovisión del mundo, las
concepciones de progreso y el Estado con su aparataje militar y policial,
con sus leyes jurídicas y con sus pensa de estudios, todas estas ideas e
instituciones comunes están sujetos directa e indirectamente al criterio
personal de aquellos dueños.

Bien, como ya lo comenta hasta el explotador, esos amos patronales
configuran la clase social que económicamente manda sobre toda la sociedad.
Ella rige su destino hasta tanto no surja una rebelión laboral de conjunto y
con fuerza de lucha suficiente como para abolir la propiedad privada y
clasista antes señalada. Sin esta propiedad privada y clasita los
empresarios importantes quedarían reducidos a la nada, como los aristócratas
de otrora lo hicieron cuando sus reyes fueron destronados por el pueblo. Y
esa clase lo sabe muy bien. Ese mando económico trasciende los países y
termina abarcando el mundo, es la transnacionalización del capitalismo. Es
el Imperio.

Sólo así podemos entender y reconocer que la sociedad termina moviéndose en
estricta correspondencia con la relación laboral obrero-patronal. Esta
relación, por ser clasista, es leonina en sí misma. Significa esto que jamás
podrá darse algún convenio que no convenga al patrono. Cuando este concede
algún tipo de mejora salarial, como rebaja de la carga horaria, mejores
condiciones del taller, etc., lo hace porque en esas mejoras se da un
incremento del capital invertido, capital que obviamente generará más poder
para extraer más plusvalor. Digamos que finalmente la <> del
asalariado es mejora de su patrono. Esto traduce la continuidad de dicha
relación y con ello la permanencia de la misma problemática obreril, la
misma miseria del proletariado mayoritario, las hambrunas dentro de la
abundancia, el encarecimiento de la vida, las molestias citadinas, todo eso
sin nombrar las cruentas guerras. Porque más allá del plusvalor está la
relación clasista, y el humanitario mensaje de los padres del Marxismo es la
redistribución de la sociedad para que desaparezca el plusvalor y con esto
la clase patronal y la clase obrera.

osmarcastillo@cantv.net


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Manuel C. Martínez M.


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