La triste historia de los jubilados petroleros

Echala, tu palabra contra quien sea
De una vez
Así sepas que rompa nubes, echala

Tu palabra por dentro quema
Y te da sed
Es mejor perder el habla
Que temer hablar

Ali Primera.

 

A SI ERA, EN UN PASADO NO MUY LEJANO:

El señor Eustasio Marcano y su fiel compañera Rosalía Rodríguez, viven en una casa grande con cinco habitaciones donde crio a sus seis hijos. Uno es profesor, otro es medico, las dos hembras estudiaron contaduría y los dos últimos están trabajando en la industria petrolera.

Gracias a Dios – expresa don Eustasio con satisfacción- que supimos aprovechar las oportunidades para echar pa´lante con la familia. Yo vine a estas sabanas con una mano delante y otra atrás, pero inmediatamente me enganche en la petrolera y al poco tiempo le mande reales a mi esposa para que se viniera de la isla y aquí me nacieron mis seis hijos. Esta casa la hice gracias a la empresa; me dio un préstamo y después a los pocos años solicite el de remodelación y termine todos los detalles que faltaban. La camioneta esa que usted ve allí, aunque vieja, esta en excelentes condiciones; esa se la compre a la industria a través de un proceso de licitación donde se les ofrecía a los trabajadores en venta, vehículos usados que estaban por desincorporarse. Bueno y ese carro es el que nos lleva y nos trae de la finquita que tenemos y a la Asociación de Jubilados o a la clínica de la industria cuando requerimos los medicamentos o algún chequeo medico.

-Vuelve a exclamar don Eustasio Marcano:

Gracias a Dios que con la jubilación y los demás beneficios que me aporta la industria no tengo necesidad de pedirle a mis hijos, mas bien les doy apoyo económico cuando lo requieren, ahora que ellos están comenzando el camino que yo recorrí. Y cada dos años cuando se firma el contrato colectivo siempre aumentan los beneficios, por eso yo le digo a mis hijos que trabajan en la industria; no vayan a botar ese trabajo, miren que allí tienen toda la estabilidad que necesitan.

ASÍ ES HOY.

Hoy la historia es muy distinta; los jubilados de PDVSA que en sus momentos de trabajadores activos veían en don Eustasio Marcano, las quehaceres placenteros en su futura tercera edad, hoy han sufrido la mas grande decepción de sus vidas. Cuantos de ellos despreciaron ofertas de empleo fuera del país, cuantos de ellos despreciaron propuestas de actividades económicas independiente y todo porque tenían asegurados los beneficios amparados legalmente. Hoy al presidente, ministros, lideres del PSUV y todos aquellos articulista que solo están atentos a que hagamos una critica al gobierno para calificarnos de traidores y vende patria, me gustaría invitarlo para que vean las condiciones de vida de un jubilado petrolero.

No fueron las Siete Hermanas que directamente tuvieron el control de la industria petrolera hasta 1976, tampoco la naciente PDVSA y sus tecnócratas, ni fue el paquetazo de CAP, ni la ley de trabajo de Caldera 2. No fue el neo liberalismo. No amigos lectores; ha sido el gobierno del presidente "obrero" quien de un porrazo borro todos las conquista que con tanta lucha adquirió la clase obrera petrolera.

Hace un año, cuando aún funcionaban algunos comedores de la industria, se observaba el triste espectáculo de largas colas de jubilados que venían al menos para garantizase un plato de comida diario. Que tristeza daba verlos guardar parte de la ración, tal vez para la cena o llevarle a su esposa. Se nos arruga el corazón verlo deambular por los centros de salud buscando una atención medica que en un pasado no muy lejana tenían garantizada o ser testigo de horas de espera por un pollo que ocasionalmente le entregan.

Cinco mil millones de dólares, léase bien; 5.000.000.000 $ del fondo de pensiones de la industria petrolera, dinero que no es del estado, dinero que es para garantizar los justos beneficios de los jubilados petroleros, desaparecieron. Ni los gobiernos neo liberales se atrevieron a tocar ese dinero, esos es como que usted, amigo lector, tenga en su cuenta un dinero y venga el gobierno y lo retire. Eso era intocable y hasta ahora no hay fiscal del ministerio publico, presidente, ministro, diputado, escribidores defensores de este gobierno
que diga una palabra al respecto.

Donde están los que se la pasan pregonando las palabras del Che; "SI USTED ES CAPAZ DE TEMBLAR DE INDIGNACIÓN CADA VEZ QUE SE COMETE UNA INJUSTICIA EN EL MUNDO, SOMOS COMPAÑEROS".

¿Donde están? ¿Por que callan? ¿Por que no dicen nada de esta injusticia?

Yo creo saber por que tanto silencio; sencillamente, no pueden justificarlo, echándole la culpa a los "traidores infiltrados en PDVSA", ni a Trump, ni al bloqueo económico . Sencillamente la evidencia de sus culpas los enmudece.

 

pablofucik21@gmail.com



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