Los accionistas mayoritarios de PDVSA nos debemos una rigurosa investigación para determinar científicamente lo ocurrido con la industria petrolera nacional

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) es el Gran Acuerdo Nacional Constitucional que los venezolanos con determinación democrática y mayoritaria aprobamos por medio de un Referendum en diciembre de 1999, convirtiéndola así en el Gran Marco Legal que decidimos tener como mecanismo normativo en nuestra condición de Nación, Sociedad, y Estado Republicano y Democrático.

De acuerdo a los contenidos de la CRBV los venezolanos TODOS, sin ningún tipo de exclusión somos los accionistas, responsables y beneficiarios de los Bienes Públicos. La economía de Venezuela, depende en su mayoría de los ingresos en divisas que se obtienen por la venta de petróleo y sus derivados. Todos los analistas de la economía venezolana, desde las más variadas posiciones y perspectivas políticas y emocionales, coinciden en establecer un porcentaje que oscila entre el 96 y el 97 % de la totalidad de los ingresos de divisas de Venezuela originadas por las ventas de petróleo. Con estos recursos se financia TODA la economía PUBLICA y PRIVADA del país. Es el equivalente de la gasolina para los vehículos que funcionan con este combustible en sus variados octanajes.

Además la explotación del petróleo está estrechamente relacionada con la extracción, procesamiento y aprovechamiento del gas asociado para alimentar la industria petroquímica, las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), el gas doméstico, así como otras empresas públicas y privadas.

Además el Estado Venezolano recibía un promedio entre 50.000 y 70.000 millones de dólares anuales por ventas de petróleo, dependiendo estas grandes variaciones fundamentalmente de las subidas o bajadas de los precios del petróleo en los mercados internacionales. Siempre se hicieron esfuerzos para mantener la producción y rebajar sólo las pequeñas cuotas acordadas entre los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Este año 2018 diversos analistas calculan que solamente se obtuvieron ingresos por la venta de petróleo entre 19.000,00 y 20.000,00 millones de dólares.

Teniendo estos elementos en cuenta, los gobiernos venezolanos presididos por Adecos, Copeyanos y Emerrevistas/Pesuvistas en los últimos 60 años tienen la responsabilidad de mantener la producción del conmoditties/mercancía o bien nacional que nos provee el 97 % de los ingresos para alimentar TODA la economía del país y mantener el funcionamiento de la Nación, el Estado y la Sociedad.

Pasar de una producción de 3.422.000 barriles diarios de petróleo (BDP) hasta un promedio de alrededor de 1.300.000 barriles diarios (BDP) entre los años 2008 y 2018, bajando año tras año en producción y también en inversiones hacia el área petrolera, petroquímica y gasífera, no es una "concha de ajo" ni tampoco "un pelín", o algo que puede fácilmente pasar desapercibido para los Funcionarios de Gobierno y de Estado que han tendido la responsabilidad constitucional de proteger la economía venezolana, los bienes públicos y el presente y futuro de la NACION, EL ESTADO, LA REPUBLICA Y LA SOCIEDAD.

Decimos que nos debemos múltiples investigaciones, desde las más diversas perspectivas profesionales, técnicas y cognitivas, cargadas de rigor, amplitud, profundidad, honestidad, soportes técnicos, información primaria y secundaria, alejadas en lo posible del fanatismo ideológico y partidista (de partidarios), que nos permitan aproximarnos a explicaciones capaces de mostrar cómo fue posible que ocurriera esta gravísima situación con nuestra principal industria y en consecuencia con los ingresos económicos que hasta ahora han hecho posible la vida de varias generaciones de venezolanos.

Las denuncias e investigaciones de graves delitos cometidos desde y con relación a los negocios de PDVSA y sus filiales durante estos últimos 20 años, adelantadas por organismos jurisdiccionales de Venezuela y otros países, demuestran que a partir de algún momento la empresa estatal fue "tomada por asalto" y convertida en instrumento de apropiación y acumulación delictiva de capitales. Esto se evidencia con las costosas y múltiples propiedades incautadas y mostradas, los extravagantes montos de divisas ubicadas en cuentas de la banca internacional y paraísos fiscales, las costosas joyas ubicadas, las colecciones de costosos vinos como el famoso Petrus francés (el precio por botella oscila desde los 350 hasta los 7.000 Euros), las colecciones de cajas de whiskys donde los añejados de 12 y 15 años no tenían cabida "por ser menores de edad", las cajas de tabacos cubanos Cohiba Behike (15.000 dólares la caja de 40 unidades) hasta el tabaco Royal Courtesan cuya presentación viene envuelto en hojas de oro con incrustaciones de diamantes y además se manda a elaborar personalizado teniendo un costo por unidad de 1.000.000,oo de Euros (UN MILLON DE EUROS CADA TABACO).

Las detenciones de muchos imputados y la incautación de valiosos y cuantiosos bienes en países como España, Suiza, Andorra, los Estados Unidos y Venezuela reafirman el grave problema delictivo que ocasionó daños severos a la industria petrolera, gasífera y petroquímica venezolana. Sin embargo, estos graves y perjudiciales delitos cometidos contra el PATRIMONIO DE TODOS LOS VENEZOLANOS, no es suficiente para explicar los graves problemas de producción y productividad que actualmente afectan a la industria petrolera nacional y los ingresos económicos de la Nación. La corrupción y los esquemas delictivos organizados para apropiarse ilegalmente de los recursos venezolanos han hecho mucho daño y deben ser investigados y castigados. Los problemas de PDVSA y todas sus filiales, la industria del gas y la industria Petroquímica pasan por la corrupción, pero van más allá de esa explicación limitada y parcial.

Es aquí donde los venezolanos como accionistas/propietarios de la industria petrolera tenemos la responsabilidad ineludible de promover investigaciones desde las más diversas perspectivas profesionales, técnicas y políticas para aproximarnos a diagnósticos de lo que realmente ocurrió allí. Es indispensable proyectar alternativas de recuperación de la principal industria venezolana aportadora del 97 % de los ingresos de divisas. Esas son las divisas que se venden y distribuyen al sector público y privado para mover la economía. Esa no es una responsabilidad exclusiva de un Gobierno, un Partido Político, una Familia, un Estamento, una Corriente Religiosa un Grupo de Amigos. En esta grave coyuntura nacional se requiere una participación amplia, diversa, responsable de muchos venezolanos preocupados por el presente y futuro de la Industria Petrolera Nacional y en consecuencia de nuestra vida, la de nuestras familias…..y la de la NACION REPUBLICANA VENEZOLANA.

germilio.yeco@gmail.com



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