Ahora entregan el Petróleo del Pueblo

¡Traicionan la patria!

El Gobierno de Maduro sigue traicionando a la patria, al entregar los pilares fundamentales de nuestra soberanía. No solo ha destrozado la economía y envilecido a nuestra sociedad, sino que se ha dedicado, de manera sistemática, a entregar los recursos que nos permitirían salir de esta profunda crisis e iniciar la reconstrucción del país.

Primero lo hizo con el Arco Minero. Entregó el manejo de estos vastos recursos minerales a las transnacionales, sin que el país conozca ni los términos, ni las condiciones. Grandes cantidades de minerales estratégicos se extraen de cualquier manera con alto costo ambiental.

Luego, se dedicó a destruir PDVSA. Colocando al frente de ella a Juntas Directivas sin ningún tipo de conocimiento sobre este complejo sector, representantes de parcialidades políticas y grupos de intereses económicos, que paralizaron los procesos medulares de nuestra principal empresa e hicieron que colapsara, al punto que la misma ha perdido, desde el año 2014 hasta la fecha, más de 1.8 millones de barriles día de petróleo, lo cual significa una pérdida anual de 43 mil millones de dólares de ingresos para el país (Ver artículo La Gallina Degollada).

En paralelo a esta intervención sobre nuestra otrora poderosa empresa nacional, se inició una verdadera "razzia" en contra de sus directivos, gerentes y trabajadores, con una triste cuenta de más de 100 gerentes y trabajadores secuestrados en los calabozos de organismos policiales, sin derecho a juicio, ni a la defensa, sin audiencia, en una flagrante violación de nuestra Constitución, ni siquiera los autores del Sabotaje Petrolero fueron tratados así, porque obviamente nuestro Presidente Chávez respetaba los Derechos Humanos Fundamentales. Han utilizado el manido argumento de la corrupción para destruir a la empresa y enlodar la obra fundamental del gobierno del Presidente Chávez.

Acusan, encarcelan, secuestran, hacen grandes despliegues policiales y militares para "capturar" y humillar presidentes y ministros, juntas directivas de empresas, filiales, que fueron escogidos, nombrados por el propio Maduro. Hombres encapuchados, armados hasta los dientes, como si fueran a capturar peligrosos terroristas participan del show. Triste espectáculo, así paga el madurismo las lealtades e incondicionalidades que exigieron a los directivos que ellos mismos nombraron.

La idea era acabar con la moral de la empresa, quebrar cualquier resistencia de sus trabajadores, imponer el miedo, destruir la institución, hacer lo que era impensable unos años atrás: destruir y privatizar PDVSA. Lo lograron.

En PDVSA, entre los trabajadores, existe un temor extendido, una permanente sospecha y persecución desde la Directiva, hoy encabezada por el General Quevedo, quien se ha dedicado a desplazar a todos los trabajadores en puestos claves de la industria por personal militar, del componente de la GNB y personal civil sin ningún tipo de conocimiento, liderazgo, ni experiencia en esta actividad tan compleja.

La acción destructiva y el desprestigio que el gobierno ha hecho de PDVSA, ha provocado la desmoralización y desmovilización de sus trabajadores, razón fundamental, aunada a las pésimas condiciones laborales y económicas, de una verdadera estampida de nuestros muchachos, profesionales y técnicos, que tanto nos costó formar después del criminal sabotaje contra la empresa en 2002. Se van, no aguantan la asfixia y el maltrato del que son objeto por los sicarios del madurismo.

La empresa ha perdido, en estos años de desastre madurista, sus capacidades técnicas, operativas, lo mejor de sus hombres y mujeres, tanto desde el punto de vista técnico, como político, así como, su experiencia en la defensa de nuestro principal recurso y custodios, como todos lo éramos, de nuestra política de Plena Soberanía Petrolera. Venezuela ha perdido miles de jóvenes profesionales comprometidos con el país, extraordinarios en su trabajo y en el esfuerzo diario en apoyo a toda la sociedad.

Luego de que Maduro, destrozó y pulverizó las capacidades y la moral de nuestros trabajadores, luego de que ocupó la empresa y barrió con el Chavismo y las funciones y liderazgos medulares, entonces vino la entrega del sector. Se privatiza PDVSA.

De manera abierta e ilegal, sin ningún respeto ni por la Constitución, ni por la Ley Orgánica de Hidrocarburos, el gobierno de Maduro se ha concentrado en desmontar la Política Petrolera del Presidente Chávez: La Plena Soberanía Petrolera. Maduro entrega el Gas y el Petróleo, privatiza PDVSA y ya ni siquiera, siente que tiene que justificar nada, ni rendirle cuentas a ningún mecanismo de control, ni los institucionales, ni los políticos.

El PSUV decidió hacer "lo que Maduro diga", consigna que quedará para la historia de la claudicación política de cualquier partido, y la Asamblea Nacional Constituyente, sigue aprobando las decisiones-órdenes del gobierno, sin ni siquiera dar una mínima discusión, ni siquiera para guardar las apariencias. Ellos crearon la ANC precisamente para entregar al país.

De la Asamblea Nacional, ni se diga, no solo el gobierno violentó todas sus atribuciones, sino que la mayoría de sus partidos de derecha, allí representados, no saben si aplaudir o hacerse los "locos", frente a una reedición de la Apertura Petrolera, aunque más grave que aquella, hecha por Maduro.

Los factores políticos que están en el poder, sean del madurismo o de la oposición, guardan silencio frente a un profundo daño que se hace a los intereses de la Patria, de todo el país. Maduro vuelve a los términos de la Apertura Petrolera, que tanto perjuicio causó desde mediados de los 80 hasta que el presidente Chávez acabó por desmantelarla, cuando dimos la batalla por el rescate de PDVSA y pusimos el petróleo al servicio del pueblo.

En la dirección de la entrega, línea de acción que esperó la reelección arreglada para otro periodo presidencial, el gobierno ha acelerado, en el marco del paquetazo que impone al país, la entrega de los hidrocarburos: petróleo y gas.

Vino la entrega del Gas de la Patria. El gobierno entregó a empresas europeas el gas que descubrimos y certificamos en el Golfo de Venezuela, el Perla 3X. Ese gas se lo llevan las transnacionales, no apuntalará el desarrollo del país, ni la crisis energética en el occidente. Luego entregó el gas del Proyecto Mariscal Sucre a empresas rusas. Éstas planean llevárselo, no vendrá ese gas al oriente del país, a sostener el desarrollo que el Presidente Chávez prometió al pueblo del estado Sucre. Maduro mató el Proyecto Mariscal Sucre.

Siguió la entrega del gas que quedaba, tanto de Plataforma Deltana, como del Norte de Paria, gas que se suponía -y trabajamos para ello-, entraría al Estado Sucre, como volúmenes adicionales para su industrialización en el Complejo Industrial Gran Mariscal de Ayacucho, el CIGMA, del que saldría el gas para el resto del país, para asegurar nuestro abastecimiento y para desarrollar todo el oriente. La prensa de Trinidad y Tobago tituló "Cheap Gas" ("Gas Barato"), para las transnacionales que controlan todo el negocio en el vecino país.

En su ofensiva anti-nacional, el Gobierno de Maduro, entrega el manejo, compresión e inyección del gas de todos nuestros campos del oriente del país, a la Shell. Transnacional que fue "amo y señor" de nuestro petróleo durante casi cien años. Hoy vuelve la Shell a señorear sobre el oriente. Maduro persiguió y destruyó las capacidades técnicas y políticas de los trabajadores de PDVSA, para luego entregar sus operaciones a las transnacionales. Maduro pide a las transnacionales que "vengan" a PDVSA, la empresa está en remate.

Ahora le tocó al grueso de la actividad petrolera, la parte esencial: la exploración y producción de petróleo.

Maduro y su general, presidente de PDVSA, firmaron el pasado 28 de agosto, la entrega al capital privado, nacional e internacional, a empresas llamadas "Empresas prestadoras de servicios", de las actividades primarias: exploración y producción de petróleo, justamente reservadas al Estado por nuestra Constitución en sus artículos 302 y 303 y por la Ley Orgánica de Hidrocarburos, sobre la creación de la empresas Mixtas, con mayoría y control operacional de PDVSA.

Al respecto del artículo 303 de la Constitución, el Comandante Chávez decía en alocución ante la Asamblea Nacional, hablando de la Reforma de la Constitución, en relación con la necesidad de preservar la integridad y control de PDVSA, en contra de su privatización: "… ni filial, ni nada, aquí no se privatiza más nada…" , luego agrega el Comandante: "…no es por Chávez que el pueblo vota, es por un proyecto, un camino, una vía, y Chávez durante una y mil veces lo dijo, ¡vamos por la vía del socialismo, el pueblo votó por la vía del socialismo, y es socialismo lo que quiere el pueblo, y es socialismo lo que necesita el pueblo, es socialismo lo que necesita la patria!…" . Vea el discurso del comandante Chávez: http://bit.ly/2QrqxFYChavez303

A Maduro poco o nada le ha importado lo que Chávez dijo o hizo, tiene su propio Plan, su propio paquetazo, su estrategia de borrar para siempre, no solo la posibilidad revolucionaria y socialista para el país, sino que incluso, entregado como está, retrogradar al país a los tiempos de la nefasta Apertura Petrolera.

Lo he venido advirtiendo en mis escritos sobre este tema, descalifican las advertencias, colocándolas en el plano de un asunto "personal". No es así, tenemos profundas diferencias políticas sobre la conducción del país y la orientación de derecha que le ha dado a este gobierno. En mi artículo Decreto 3368, advertía que el mismo fue concebido para darle luz verde a la entrega de nuestro petróleo a las empresas privadas, nacionales e internacionales.

En el articulado de este decreto ilegal y entreguista, se le da al General Quevedo, quien no sabe nada ni de petróleo, ni de Política Petrolera, un poder inusitado, sin ningún tipo de control, que nadie jamás ha tenido en este país, para tomar todas las medidas que "considere necesarias", para subir la producción, que ellos mismos han tumbado, de 3 millones de barriles día en diciembre de 2013 a 1,2 millones de barriles día en agosto de este año.

Han entregado nuestra Política Petrolera, que demostró durante años los inmensos beneficios que trajo al país, la recaudación de más de 500 mil millones de dólares, producto del Régimen Fiscal Petrolero y del control sobre las operaciones por parte del Estado, a través de PDVSA, nos dieron estabilidad y crecimiento y nos permitieron abordar los problemas sociales y hacer una distribución, por primera vez en la historia de nuestro país, popular y revolucionaria de la renta petrolera.

Maduro entrega el petróleo de manera descarada y abierta. Lo hace sin disparar un tiro, sin que el chavismo, ni los trabajadores, ni los más acérrimos críticos del comandante Chávez en materia petrolera dijeran ni pío, ni los críticos de izquierda, ni los de derecha, mucho menos la ANC, la AN, ni el PSUV o el PCV o cualquier otro partido de los que se proclaman de izquierda. Por supuesto, para poder hacerlo así, primero debía destruir a PDVSA y aniquilar la capacidad de respuesta de los trabajadores, quienes se debaten entre el silencio y el miedo.

Creo que nadie sale todavía de su asombro: qué fácil fue derrotar al chavismo, derogar la Política de Plena Soberanía Petrolera, traicionar al comandante Chávez y a todo un pueblo que lo acompañó en la derrota del Sabotaje Petrolero y el rescate del petróleo para ponerlo al servicio del Pueblo. Qué fácil se traiciona la Patria, se entregan sus recursos naturales, su soberanía.

Los ahora llamados "acuerdos de servicios petroleros", son una mala copia de los Convenios Operativos, en su Tercera Ronda, firmados por la Vieja PDVSA durante el desarrollo de la Apertura Petrolera. Maduro ha hecho una mala copia de los Convenios Operativos de Luis Giusti.

El primer hecho en común con los contratos de la Apertura, es la opacidad, el secreto. Nadie ha visto los "Acuerdos", nadie los conoce, así como, nadie conocía los contratos de los Convenios Operativos. Ahora nadie sabe ni el contenido de lo firmado, ni los anexos.

Tuvo la agencia Reuters que publicar una nota, con base en uno de los "Acuerdos de Servicios" firmados y que pudo obtener por su cuenta, para que el país se enterara de que con estos acuerdos, se revertía la Política Petrolera del Presidente Chávez. Maduro entregó los mismos campos que nosotros habíamos retomado para control del Estado cuando revertimos la Apertura Petrolera. Ya no solo "lo dice Ramírez" y otros que alertan sobre la entrega del petróleo, ahora lo dice Reuters en su muy completa nota al respecto. Resulta ahora que Reuters es más crítica que los partidos de izquierda del país y denuncia que se revierte la Política Petrolera del Comandante Chávez ante el silencio del propio PSUV, la ANC y los partidos del Polo Patriótico.

El segundo hecho en común con la Apertura Petrolera es que el Ministerio de Petróleo, es decir, el representante del Estado Venezolano, no tiene "vela en este entierro". Es decir, el Ministerio, la institución del Estado venezolano, que debe ser el asiento de la política petrolera, no tiene ningún papel que desempeñar acá. No participa de ninguna manera en sus responsabilidades de regular la producción o tasa de explotación, la administración de los yacimientos, ni en los planes de desarrollo, ni en la fiscalización, ni en el precio, ni en el pago de regalías. En nada.

PDVSA será la nueva administradora de los acuerdos. Es decir, ya PDVSA no explora, ni produce petróleo, sino que ahora solo "administra" un contrato donde "otro", las empresas de "servicios petroleros", exploran y producen el petróleo. Es decir, el gobierno destrozó a PDVSA para convertirla en un administrador de contratos.

Con esta acción, Maduro alcanzó el sueño de la Apertura Petrolera y de las transnacionales: "que PDVSA no haga nada, es corrupta, ineficiente, no sirve para nada. Que solo administre, nosotros producimos". Los argumentos y objetivos de la Apertura Petrolera, son los mismos del gobierno: que PDVSA no opere, que se convierta en una "agencia de energía", el Ministerio desaparece, será un cascarón vacío.

Sin embargo, una diferencia con la Apertura de Luis Giusti es que las empresas que firmaron con Maduro, no saben nada de petróleo, son de personas relacionadas con el madurismo, son de sus operadores económicos y políticos, solo una sola empresa china, se aventuró a participar, segura como está, de que de este saqueo sacará cuantiosas ventajas económicas.

Los "Acuerdos de Servicios" firmados, establecen como una "producción base" la producción actual de los campos, luego establece que, cualquier producción por encima de esa línea, será en beneficio de la "Empresa de Servicios" y la venta de ese volumen de petróleo va a un fideicomiso en un banco extranjero, para garantizar el pago al privado.

Vamos a estar claros, la producción actual de PDVSA es la más baja de su historia, 1.2 millones de barriles día, lo cual quiere decir que los campos entregados por Maduro, están por el piso, por falta de labor, mantenimiento, repuestos, atraso en los procesos, lo que se llama "producción diferida", pero la capacidad de producción está allí, el petróleo está allí. Con conocimiento, un poco de esfuerzo y mucho de sentido común, con una dirección adecuada, la misma PDVSA, los privados o cualquiera, estará en capacidad de levantar esa producción, porque el petróleo está allí. Este es un negocio redondo para las empresas beneficiadas con la entrega. Maduro entrega un Rolls Royce, sin cauchos y sin bateria, a precio de Volkswagen viejo.

Luego PDVSA sigue comprometiendo su factura petrolera, no solo con los pagos a los préstamos de todo tipo que ha negociado el "equipo económico" del gobierno, sino que esta "producción incremental", se vende en un contrato conseguido por la misma empresa de "servicios petroleros", no se sabe con cuánto de descuento, el gobierno desmanteló las ventas en base a precios tipo fórmula, ya no hay Oficina de fiscalización en Viena, (para eso la desmantelaron y formaron su típico show), ahora la PDVSA de Maduro da descuentos masivos a sus amigos o relacionados.

Un aspecto que no deja de ser importante es que los campos petroleros, rescatados por la revolución como campo Dación y Jusepín, vuelven a manos privadas, es una claudicación del Estado, la incapacidad del gobierno, provoca un daño tremendo a la moral de los trabajadores y a la posibilidad de que el Estado asuma, como hicimos por más de 12 años con un éxito incuestionable, las tareas estratégicas de nuestra economía.

Finalmente, lo que están entregando a las "Empresas de Servicios Petroleros" son las actividades primarias (exploración y producción) que están reservadas al control del Estado en la Constitución en sus artículos 302 y 303, a través de PDVSA. Es por eso que la Ley Orgánica de Hidrocarburos creó la figura de las "Empresas Mixtas", donde el privado participa de forma minoritaria y PDVSA no solo tiene la mayoría, sino que opera y controla las decisiones de la empresa, así como, es la única que puede vender el crudo y todo el dinero de la venta va directo a las cuentas colectoras del BCV.

Si fueron capaces de entregar el petróleo y PDVSA, qué les espera al resto de las empresas del Estado que están paralizadas o con severos problemas por mala gestión. Lo hemos dicho: la entrega es un elemento fundamental, junto a la represión, del paquetazo de Maduro

Como si todo este desastre y entreguismo no fuera suficiente. Maduro y su gobierno, permiten que la Exxon-Mobil perfore en aguas del territorio Esequibo. Maduro ha renunciado al ejercicio de nuestra soberanía sobre territorio que está en reclamación, en una clara causal de "traición a la patria". La Exxon-Mobil se llevará "a la brava", no necesita andarse con vueltas, ni firmado ningún tipo de "contratos o acuerdos" con el gobierno, hasta 700 mil barriles día de petróleo. El gobierno lo sabe, lo permite, esconde la cabeza como el avestruz, nadie habla de esto, ¿será que Reuters tiene que hacer otra nota para que alguien, además de los pocos que nos atrevemos a denunciar esta entrega, digan algo? A lo que hemos llegado.

El domingo escribiré sobre un sueño: el "Cometa Rojo". Con Chávez Siempre, ¡Venceremos!



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Rafael Ramírez Carreño

Ingeniero y político venezolano. Ex-embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante la ONU. Ex-ministro de Energía y Minas y expresidente de empresa pública Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) hasta el año 2014. Militante Revolucionario, Chavista y Bolivariano.

 @RRamirezVE

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