A 15 años de la gesta Heroica: El rol de trabajador petrolero revolucionario

La historia contemporánea de Venezuela es sin duda nuestra historia petrolera del último siglo. El control sobre nuestros hidrocarburos, la captación y manejo de la renta, y el aprovechamiento internacional del recurso, han definido los escenarios de confrontación de la lucha de clases en Venezuela. Como diría un escritor, los Golpes de estado, los procesos de proletarización de la clase y el surgimiento de las organizaciones políticas, han estado impregnadas de petróleo. El mundo ha conocido, valorado y estudiado a Venezuela por sus recursos hidrocarburíferos: el efecto Venezuela ha sido objeto de estudio internacional desde 1960, como fenómeno que ha definido desde nuestro ordenamiento territorial, hasta nuestra preferencia deportiva, pasando por supuesto por la orientación económica y la evolución política adoptada en más de 100 años de saqueo y expoliación.

De manera que, la batalla política e ideológica dentro de nuestra industria petrolera trastoca la historia, siempre lo ha hecho. Define los nuevos tiempos en Venezuela, indiferentemente de la voluntad miope de algunos actores y las posiciones postmodernas asumidas de manera orgánica o individualmente. La derrota del Sabotaje Petrolero del 2002–2003 así lo demuestra: marca una ruptura en la historia política, económica y social de la región y el mundo, saca del vasallaje neocolonial nuestra política petrolera, nos rescata de la exclusión, imprime una nueva espiritualidad en las masas moralizadas por una Nueva PDVSA alineada a los intereses de los excluidos del mundo, dejando atrás la retrograda dominación colonial de la vieja PDVSA, de la que no pertenecía a los venezolanos, y abriendo las puertas a los nuevos tiempos de inclusión, de igualdad, de emancipación de los pueblos, tiempos propios de la evolución humana.

Esta confrontación ha quedado asentada para las generaciones futuras, para su estudio, reflexión y necesario análisis crítico en el quehacer científico de la humanidad. De las inexorables páginas de la historia no podrán eliminar la gesta liderada por Chávez, no será posible borrar los nombres de hombres y mujeres que acompañaron la causa, ni las posiciones apátridas asumidas por los cipayos. Los derrotados de aquella confrontación: el imperialismo y la burguesía parásita, darán la batalla por arrancar estas páginas de la historia, por desterrar a los héroes de tal gesta, y condenar al olvido la confrontación y sus resultados. Como negar el paso de los Andes, la gloría de Junín, la grandeza de Ayacucho, la épica Boyacá y la determinante Carabobo, como negar la grandeza humana, espiritual, ideológica y política de Bolívar, como negar la lealtad de Sucre y la consciencia de clases de Zamora, así de bizarra será negar la proeza de la derrota del Golpe de Estado y el Sabotaje Petrolero de la Venezuela del 2002. Hoy los enemigos del pueblo se empecinan en desdibujar la dimensión política e ideológica de tal confrontación, se apuran por dejar sin sujeto y sin lucha de clases tal construcción humana, por negar el socialismo, dislocando las valoraciones del hecho histórico, disolviendo en abstractos las responsabilidades, posturas y compromisos asumidos por una vanguardia política revolucionaria emergida desde el rebelde pueblo venezolano.

Hoy, a 15 años del rescate de nuestra industria petrolera, la clase trabajadora petrolera de la Nueva PDVSA, la clase trabajadora patriota y antiimperialista, derrocadora de colonias, que no es cipaya ni traidora de la voluntad de su pueblo, está obligada por la historia a consolidar el emancipador modelo de inclusión que impulsó la conquista de PDVSA, a defender hasta las últimas consecuencias el empoderamiento del manejo soberano de nuestros recursos. Está obligada a luchar sin escatimar esfuerzos por un futuro digno para nuestro pueblo y para los pueblos excluidos del mundo, por la construcción de una sociedad justa y de iguales, una sociedad socialista sin vasallaje imperial de ningún tipo.

No hacerlo, dejar que la historia sea escrita nuevamente por los explotadores, que se reconstruya la vieja PDVSA entreguista, es traicionar a Bolívar, es dejar sin sentido la muerte de Sucre, es volver a la esclavitud, al dominio de una corona foránea que se asegurará de enterrar la gesta libertaria de Chávez, de desprestigiar sus logros, su patriotismo, su internacionalismo y su consciencia. Tal acto de cobardía no lo conocerá la historia de la mano de los trabajadores petroleros de Chávez.

Por el Colectivo: La VOZ Petrolera Socialista

lavozpetrolerasocialista@gmail.com

@VOZPeSocialista

Yoleidy Hernandez, hernandezyxx@gmail.com
Bladimir Malave  malavebj@gmail.com

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1047 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter