(Y el LVI aniversario del Departamento de Formación Docente)

¿Las maporas del instituto pedagógico de Barquisimeto como símbolo?

I

"Mirad que importa esto mucho más que yo os haré encarecer" … (Teresa de Jesús: "Moradas sétimas", Capitulo 4. Obras de santa Teresa de Jesús. Editorial Apostolado de la Prensa, S. A. Madrid. 1957. Pág. 795).

Las maporas, que durante tanto tiempo reinaron majestuosas haciendo un callejón de honor a la puerta formal de ingreso al Instituto Pedagógico de Barquisimeto y sus ramas aireaban tal espacio y daban mucha sombra amiga, se secaron. Aunque mantienen sus ojivas apuntando a lo alto. Como si con ello simbolizaran los elevados ideales de esta institución. ¿Por qué sucedió eso? ¿Qué podrían decir los especialistas en biología, biomas, agronomía y fitología? ¿Se podrán reemplazar? ¿Cuánto tiempo habrá de esperarse para que las nuevas adquieran la altura y majestad de estas ya marchitas? Creemos fue en este tiempo de crisis económico-social del país que esas maporas se secaron irremediablemente y, naturalmente, como consecuencia de ello, las grandes limitaciones presupuestarias acosaron las casas de estudio superior, como se dice tradicionalmente; y que para más INRI ese cuadro patético lo completó la pandemia del covid-19, cuando el miedo cundió. Además del desinterés y abandono general. ¿Necesitarían, es un decir, del calor y atención de esta comunidad académica dedicada a la docencia, investigación y extensión en diversas disciplinas del conocimiento científico y humanístico? ¿Ya habrían cumplido su ciclo vital? Más allá de ello, tales plantas ¿expresan, acaso, la condición actual de la institución universitaria venezolana? Es decir, ¿tiene esta también amenazada su existencia como una siembra de la democracia representativa y debe ser renovada con nuevos cimientos?

En este sentido, desde 2015 la UPEL ha implantado una transformación curricular que de manera progresiva va sustituyendo el diseño de 1996. Con ello se fusionaron planes y programas. Hubo asignaturas que desaparecieron de plano, como Introducción a la Filosofía y se integraron globalmente o simplemente cambiaron de nombre, verbigracia, Sociología y Filosofía de la Educación, por Sociedad y educación, Pensamiento filosófico y pedagógico; con gran disgusto para algunos colegas. En ese sentido, se ha preguntado: ¿responderá este nuevo diseño curricular al estado actual del desarrollo de las ciencias y las humanidades de la sociedad del siglo XXI? ¿Se ampliará con ello la conciencia crítica, la autonomía intelectual y el mejor desarrollo de la personalidad del estudiante de pedagogía? ¿No habrá de ser un rumbo errático?

Al respecto, pronto habrá una conferencia que aportará información del proceso de implantación curricular de nuevo tipo en estos más o menos cinco o seis años del despliegue del susodicho diseño curricular 2015. En la UPEL-IPB el sistema multimodal, combinación de clases virtuales y presenciales, dizque ha sido muy complejo. La institución no tiene la tecnología adecuada, docentes y estudiantes en lo personal tampoco cuentan con los elementos tecnológicos necesario, pues si bien accedieron a tabletas y teléfonos celulares de mediana gama o capacidad Android, carecen sin embargo de la conectividad a internet; además de que el servicio eléctrico y la conectividad de internet en Venezuela también es todo un tema, finalmente surge la incómoda pregunta: ¿qué garantía de calidad existe en una actividad pedagógica de semejante tipo?

II

En fin, quienes se inician hoy en los estudios de pedagogía, no cursarán el propedéutico de Introducción a la Filosofía ni sus cursos correlativos: Filosofía de Educación, Sociología. Aunque sí unas materias similares que integran contenidos de una asignatura y otra, como si fueran discípulos tardíos de Edgar Morin y su propuesta de pensamiento complejo, que integra áreas disciplinarias. Por cierto, aún no se ha indicado cuáles fueron las razones para sustituir aquellas anteriores: ¿las nuevas teorías sobre las posibilidades cognoscitivas de la educación y la pedagogía?

En lo personal, y tal vez ya sea tarde, no se participó de amplios debates al respecto. Si hubo alguna consulta sería en un espectro muy limitado: consulta a expertos, grupos focales o aplicación de instrumentos tipo cuestionario a poblaciones poco representativas. Qué raro, habiendo en la UPEL gente tan buena enjundia académica en estos asuntos de la investigación educativa, pero, en fin, no es a esto que nos vamos a detener en una especie de lamento extemporáneo. Ya se ha venido aplicando estos programas sinópticos o didácticos que ni son filosofía y sociología de la educación en rigor, sino una mixtura de ambos, como si se optara por la razón instrumental y actitud pragmática, contra un desarrollo del pensamiento crítico, lógica argumentativa y creatividad.

Pensábamos en estas cosas y otras similares mientras salíamos de una prueba de esas nuevas modalidades de la didáctica, pues participamos de una grabación de un micro audiovisual sobre el 56 aniversario de la creación de una unidad académica-administrativa, o cosa similar, que es el Departamento de Formación Docente. Que es fama entre quienes tienen membrecía en este, de ser "el eje integrador" en el proceso curricular a que está sometido el estudiante de la carrera de pedagogía en varias especialidades; LVI aniversario del Departamento de Formación Docente, ¿será esta la edad de las maporas ya secas de la entrada al Instituto Pedagógico de Barquisimeto?

Se diría que es una unidad madura por su ya larga data (1966-2022). Y ahora se quiere refaccionar en lo físico-estructural o académico-curricular. Pero lo cierto es que aún no están dadas las condiciones sanitarias para desarrollar clases presenciales. La higiene del lugar no es la mejor ni el personal de limpieza parece contar con guantes, botas, mascarillas y químicos como jabones y desinfectantes para limpiar adecuadamente las salas de baños, pasillos, aulas y oficinas. Ya que no reciben tal dotación de la entidad de trabajo y su patrón el Ministerio del Poder Popular de la Educación Universitaria y Tecnología. O, como suele decirse, el gobierno nacional, ¿habrá al respecto otras alternativas?

III

Recordamos que en la década de 1989 a 1995, época de crisis, cuando hiciéramos el pregrado la planta si no era resplandeciente, al menos lucía medianamente decente; jardines, comedor, transporte, servicio médico-odontológico, orientación, becas-trabajo o ayudantías, preparadurías, beca-comedor, hcm y maternidad; proveedurías estudiantiles que eran resultado de largas luchas y todo el campus era un área de amplio trasiego, tanto de la comunidad estudiantil, como docente, de obreros, empleados administrativos que eran multitud; además de proveedores del comedor y cafetines. El Instituto Pedagógico era todo un medio de vida. Hoy, por las circunstancias ya indicadas, permanece íngrimo o con muy pocos viandantes. Sin embargo, como no todo está perdido en este país, muchos siguen apostando a la formación para el ejercicio del magisterio en Venezuela. ¡Qué maravilla! Así, hemos visto que un grupo de jóvenes, como parte de sus actividades comunitarias diseñaron un hermoso jardín, ahí mismo a la entrada del Instituto Pedagógico de Barquisimeto. Eso alegra y muestra que esta institución sigue desarrollando eso que antes se denominaba "vida académica".

Así mismo, como hemos dicho ya, el Departamento de Formación Docente se prepara para celebrar su 56 aniversario y, para seguir con la metáfora arbórea, comienza a retoñar en sus tradicionales actividades, una vez que gérmenes, bacterias y otros bichos o eventos catastróficos biológicos y sociales van permitiendo volver de manera progresiva reanudar las actividades académica-administrativas; ello, aunque como han dicho autoridades del gremio docente y sindicatos obreros y administrativos, haya que seguir cuidándose. Aplicar escrupulosamente las medidas higiénica-sanitarias: lavado de manos, uso de gel antibacterial alcoholado, alcohol al 70 %, etc.

IV

Sin embargo, inmediatamente uno advierte que las autoridades sanitarias del estado Lara, la Secretaría de Salud, como ahora llaman la antigua "Sanidad" no han realizado jornadas de desinfección ni el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, MPPEUT, la Oficina de Planificación del Sector Universitario, la OPSU, la Oficina Nacional de Análisis de Presupuesto, ONAPRE (¿), etc., no colaboran: los baños están asquerosamente socios hasta más no poder. El personal de limpieza no cuenta con los implementos para realizar su labor de limpieza, lo que desmotiva mucho; pero en ese sentido, existe una modesta iniciativa que dice mucho del compromiso y sentimiento de identidad y pertenencia del personal administrativa de este Instituto y del Departamento de Formación Docente, que ha pedido que, en la medida de las posibilidades, que los profesores colaboren llevando jabón y otros químicos, o también aportando monetariamente algo para ello, ¿hasta esto hemos llegado en estos institutos?

Pues, sí. El Estado Docente, proveedor y/o sostenedor de estas instituciones educacionales parece que, merced a las limitaciones presupuestarias, ha entrado en decadencia. En parte porque la nación también ha estado asediada constantemente o sancionada y ahora es cuando apenas muestra algunos signos de mejoría, dicen; pero es innegable que ese tempral dejó a las universidades a la buena de Dios. El Estado Docente ha dejado de serlo y, como ya se ha dicho, los trabajadores de la educación universitaria, han pasado a sostener, como parte de la sociedad educadora, las instituciones del sector. ¡Habráse visto! El maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, creador del concepto y la política del Estado Docente en Venezuela, estaría muy en desacuerdo con todo esto. Escuelas, liceos y universidades públicas u oficiales debían ser las mejores, por encima de los planteles de administración privada, decía el maestro Prieto. Hoy esa noción está en duda, no en la teoría sino en la práctica. Así están las cosas en estos 56 años del Departamento de Formación Docente.

V

Una vez hubo un convenio entre la gobernación del estado Lara y esta casa de estudios, ¿no se podrá reactivar este convenio en los días que corren y sea el gobernador quien aporte los insumos para la limpieza de la batería de baños del Instituto Pedagógico de Barquisimeto? También pudiera ser la alcaldía del municipio Iribarren. Creemos que, sea que esto se logre o no (y al respecto no somos particularmente optimistas), una forma de repotenciar tanto los jardines del Instituto Pedagógico de Barquisimeto y toda su estructura curricular, es que se puedan establecer convenios de cooperación. Bien sea con entes gubernamentales o con ciertas empresas privadas dedicadas al ramo de los productos de limpieza, químicos, higiénicos, similares o de otro tipo; al respecto comentábamos hace poco con un profesor que leíamos en la web que una universidad de administración privada como la UCAB, el IUJO y otras se apoyan en convenios semejantes, a cuyos cooperantes o benefactores como signo de agradecimiento hubieron de elevarles un muro con los nombres de tales empresarios que fungen de padrinos o cooperadores filantrópicos o que establecen convenios con beneficios mutuos entre la empresa y la universidad, según la necesidad de cada entidad de trabajo.

Lo otro sería que todos los docentes, obreros y empleados técnicos-administrativos tengan que aportar quincenalmente de sus esmirriados sueldos también al mantenimiento y limpieza de su institución, o "morada" como ya se ha venido haciendo de manera filantrópica. Así, pues, no sé si se entenderá lo aquí dicho, pero para volver a Santa Teresa, podríamos volver a citar su prosa limpia, véase: "Dicen que el alma se entra dentro de sí y otras veces que sube sobre sí. Por este lenguaje no sabré yo aclarar nada, que esto que tengo malo que por que yo lo sé decir pienso que me habéis de entender, y quizá será sola pata mí" (Santa Teresa, 1957, ob cit. Pág. 650).



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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