Políticas de orden socio- político

Tiempos aún más convulsionados se avecinan. "Necesitamos Profesionales de la Conducta"...

Con otras palabras, así se estima en un artículo publicado por César Curulla (1) quien se refiere al requerimiento de psicólogos y filósofos (yo agrego a los Orientadores) para ayudar a las personas a afrontar los nuevos tiempos, a sobrellevar el estrés, la sensación de inseguridad y la sensación de la ausencia de principios morales firmes.

Así lo dice textualmente:

...No es para menos, el estrés sobrevuela el cielo de todos. Para la mayoría de los ciudadanos resulta muy complicado llevar una vida sin sobresaltos, sin que de una forma u otra se tenga la sensación de que lo sostenible dejará de serlo en cualquier momento. Como el puesto de trabajo, que hoy en día requiere de unas exigencias nunca antes vividas y, en ocasiones, un tanto absurdas, ya que son más producto del acoso que derivadas del rigor profesional y productivo.

En el ámbito personal, todo parece estar cambiando de tal forma que no existe paradigma alguno donde sostener un equilibrio emocional acorde a moral alguna. Si bien Aranguren hizo referencia a la moral como la morada donde habitar la costumbre, al carecer de unos principios que la sostengan, esta morada parece destruirse una y otra vez. Y cada dos por tres da la sensación de sentirse huérfano de la ética. O simplemente de que ya no se la tiene en cuenta como el principal motor de convivencia.

En el plano del desarrollo personal, los jóvenes están sufriendo un desamparo nunca visto anteriormente, ya que el futuro es cada vez más opaco, gris, casi ya destruido, casi ya despreciado…

En fin, si eres joven y no sabes qué estudiar, plantéate la psicología, o, mejor aún, la filosofía, pues me da la sensación de que la terapia filosófica será el recurso más adecuado para remediar de forma más eficiente los problemas derivados de vivir en circunstancias, en muchas ocasiones, tan adversas como para alterar el equilibrio. Aún más: no es sano digerir tanta injusticia...

......

Lo cierto es, que tiene razón!

Estoy de acuerdo con quién escribe acerca del requerimiento de los profesionales de la conducta en los nuevos y atropellados tiempos (2)

No sólo al psicólogo y al filósofo (este último no es calificado como profesional de la conducta, pero si provee los principios filosóficos básicos de la conducta, en su complejidad) también al Orientador.

Necesariamente le toca al Orientador, responder a las exigencias en los nuevos tiempos que se hacen ya presentes.

El Orientador, es el profesional de la conducta que se encuentra más cercano, más disponible, más al alcance, en las instituciones educativas, preescolares, escuelas, liceos y universidades, oficiales y privados.

Los profesionales de la conducta, hago referencia especial al Orientador, debe ser formado con las competencias necesarias para atender a las personas consideradas dentro del rango de normalidad para estos tiempos de alta complejidad.

Sabemos a la vez, la complicado que representa esto de delimitar lo que es normalidad y anormalidad psicológica, han sido conceptos muy polémicos; aunque es un concepto social, debe vincularse al concepto fisiológico, al determinar el límite entre lo fisiológico y lo fisiopatológico y también debe relacionarse al concepto psicológico, al diferenciar entre las conductas no alteradas psicológicamente y aquellas que si lo están. Para su evaluación, se toman en cuenta los indicadores que definen un estado u otro.

Esta apreciación de complejidad, lo entiende Orozco Susana, 2014 (3) quien destaca el estado de funcionalidad razonable ..."el

término normalidad puede relacionarse con salud, cuando el comportamiento está dentro de

los límites normales y cuando no se observa psicopatología (ausencia de signos y síntomas) por lo tanto, hay un estado funcional razonable, con bienestar subjetivo, cuando el propio individuo hace una valoración positiva sobre su estado de salud, con adaptación, entendida como la acción recíproca entre el individuo y el medio en el que vive éste"...

Los niños y jóvenes se hacen muy vulnerables a la inducción de creencias y patrones de cualquier tipo, las cuales pueden ser distorsionadoras de las normas que la sociedad ha configurando como lo aceptado socialmente, en la dinámica de ajustes o adaptaciones a los nuevos tiempos, en el marco de los derechos humanos, de la ciencia y de las costumbres arraigadas.

Como nunca posiblemente y a nivel mundial, los diferentes grupos sociales se enfrentan, debido a la imposición de nuevos patrones de conducta que rompen con los establecidos; así, las luchas entre la aceptación o no del aborto deseado, la reasignación o no de sexogénero en niños, según la autopercepción que el mismo tenga; la aceptación o no del matrimonio entre homosexuales y la adopción de niños por parte de ellos, representan algunas, entre otras luchas, sin dejar de mencionar para algunas sociedades, esto de derogar o no leyes que permiten la venta y uso de armas a partir de los 18 años.

Yo sí pienso que los Orientadores que hoy estamos maduros en edad y en experiencia, por los caminos ya recorridos, debemos seriamente organizarnos para enfrentar las nuevas exigencias y apoyar al Orientador, al Psicólogo, que nos están relevando, en la actualidad recién graduados o con pocos años de graduados, así como aquellos aspirantes a Orientadores y Psicólogos en etapa de formación

Ante estás urgencias, me detengo en la consideración de dos aspectos, muy discutibles, razón por la cual los coloco sobre la mesa:

1- Cómo se están formando estos Profesionales para enfrentar la exigencia de los nuevos tiempos.

-Considero que tanto el conocimiento, como la madurez personal, son variables imprescindibles para todo profesional que lidiará con la conducta humana.

- Desde siempre me ha generado inquietud, que egresados del pregrado en las ciencias de la conducta salgan y directamente atienden casos considerados complejos.

- Resalto a manera de ejemplo, los egresados de las Escuelas de Psicología, muy frecuente ver jovencitos de aproximadamente 22 años, chamitos (lo he observado en egresados sobre todo de las instituciones privadas) quienes están en pleno proceso de desarrollo hacia la adultez consolidada y están expuestos siendo recién graduados atender casos complejos; por ejemplo, una persona con baja autoestima.

Mi pregunta (repito, para la discusión) están realmente preparados? Cuentan con las competencias necesarias?

- Yo digo, a manera de propuesta a discutir atentamente también:

Se pudiera copiar de manera aproximada el modelo que utilizan las facultades de medicina para los becarios docentes, quienes luego de graduados, quedan becados, si cumplen el perfil previamente establecido; se someten a dos años de formación, con tutores docentes quienes le hacen seguimiento; se forman en docencia, a la vez que dan clases, hacen asistencia y estudian la especialidad.

Algo parecido podría aplicarse al psicólogo y al orientador, durante esos primeros dos años de graduado, mientras hace su postgrado atenderán casos por ejemplo, de orientación académica, en lo que respecta a organización, planes y métodos de estudio, preparación para los exámenes; también ejercerá su rol investigador y su rol como promotor y preventor de conductas no ajustadas a la norma establecida, a través de charlas, conversatorios sobre temas asociados a la salud física y emocional, oportunidades de estudio vocación y oportunidades laborales, entre otras actividades.

2- He revisado (de manera exploratoria por ahora) algunos Pensum de estudio de instituciones formadoras de Orientadores, mi observación es, se debe revisar, entre otros posiblemente, los siguientes aspectos:

- El peso de las materias de Psicología, las cuales forman al futuro profesional de Orientación, en la comprensión del desarrollo evolutivo del individuo, en sus diferentes etapas de vida.

- Se ofrece solo una asignatura de Psicología; ante ésto, no puedo dejar de preguntarme: es suficiente cursar una sola Psicología para un profesional cuyo objeto/Sujeto de trabajo será el comportamiento humano, en cualquiera de sus etapas de vida y nivel de complejidad?

- El estudio de la Filosofía, es casi inexistente, cuando es la ciencia que aporta los principios filosóficos que guían la vida personal y colectiva de los seres humanos; por lo tanto, del profesional de la conducta; estos principios aportan al futuro profesional de la Orientación, el soporte que a sus actos y convicciones identifican.

- Las materias pedagógicas muy disminuidas, las cuales le dan la necesaria base de formación docente y le prepara para ejercer este rol. Siendo que su campo laboral más próximo es en cualquier nivel del sistema educativo.

El proceso de cambios sociales que a nivel mundial se nos impone, se produce en la presente década, pero ya se viene gestando desde el siglo pasado, nos impone a su vez, el gran compromiso de sistematizar un rediseño curricular, que considere muy especialmente ejes curriculares en áreas pedagógicas, filosóficas y psicológicas y que contemple cómo será el abordaje de casos complejos por parte del recién egresado en Orientación y Psicología, en la idea que éste profesional desarrolle las competencias necesarias y responda a las exigencias del momento igualmente complejo.

Hechos como los que están sucediendo en la presente década y año, esos que nos dan impotencia que nos hablan inclusive de las cosas que hemos hecho muy mal como sociedad y como adultos responsables de las nuevas generaciones; se lanzan bombas, se mata a grupos de personas en un instante, venta de armas indiscriminada, hambrunas programadas, ensayo de armas químicas... Y mucho que contar.

Así las cosas...

Ante hechos indicadores de una humanidad inhumana en proceso de involucion, allí tendrá que estar un profesional de la conducta, en el caso, un Orientador muy bien formado, para ayudar a su evolución.

.............

1- Curulla César (17-04-22) https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/buscas-profesion-salida-elige-filosofia-psicologia-carta-lector-cesar-carulla-13502171

2- Sobre los cambios en el mundo, esperados para la década 2020-2030 en adelante, revisar material bibliográfico de expertos, hago referencia solo de algunos: Daniel Estulin, César Vidal, Miklos Luckacs Nicolás Moras, Alfredo Jalife, Marc Vidal, entre otros.

(3) Orozco Susana (2014) Normalidad y anormalidad psicológica y niveles de prevención. Psyconex. Revista electrónica. Vol 6 N°9. Medellín, Colombia.



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Ruth Cueto


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