Apreciación ontológica del constructivismo y la calidad de la educación

Del constructivismo debo empezar mencionando que rompe un poco el esquema positivista, racional y cuantitativo como se ve la evaluación de la educación para con ello determinar su calidad, pues no parte del cuánto tiene, qué nota obtuvo o el cuánto sacó para saber la apreciación cognitiva del educando, sino que el determinante en la valoración del estudiante es la habilidad y destreza puesta de manifiesto en la realización de lo exigido para ponderar su aprendizaje, por eso trataremos de referir en este material la naturaleza de la realidad del mismo o el estado ontológico.

Asimismo, en su devenir histórico se observan en el Constructivismo acciones para asegurar una calidad de la educación utilizando modelos pedagógicos entendiendo a estos como un plan teórico, práctico y autónomo de estrategias que poseen el docente y las instituciones educativas para desarrollar el proceso de formación de sus estudiantes, donde se precisen las relaciones entre participantes, aprendizaje y maestros las cuales son el epicentro para lograr el aprendizaje colectivo de los involucrados en el desarrollo del proceso educativo.

Ahora bien, si entendemos como lo ontológico el estado del arte en que se encuentra lo que se quiere estudiar, la comprensión de la realidad, el cómo está en la actualidad la situación sujeta a comentar, en este caso se trata de la calidad de la educación, entonces podemos empezar desde los tiempos de Aristóteles con el silogismo del ser en cuanto al ser o del ente en cuanto al ente, él distingue la teoría y la práctica y define calidad como aquella que logra centrarse en la distinción de unas cosas de otras, haciendo énfasis en que esas propiedades distintas son las que le dan paso a la calidad, dando una categoría valorativa como condición en la comparación de las cosas, por ello al cambiar la calidad de la cosa la cosa cambia, entonces la calidad es exacta y solamente la propiedad de una cosa material o inmaterial que determina, en última instancia, su esencia, haciéndola única, diferente o sencillamente complementaria a la otra cosa.

En el mismo orden de ideas, haré referencia a la Modernidad como un cambio ontológico donde la obtención de conocimientos se hacía a priori partiendo de la razón y no a posteriori ayudado por la experimentación de las vivencias, esa época es en la que se da el Renacimiento, estuvo marcada por grandes cambios y es en la cual el francés Descartes crea su método que inicia anunciando "no admitir nada que no sea absolutamente evidente", partiendo de lo observado se pretende conocer la realidad pero a través de un método, aquí se pone en duda todo lo apreciado para partiendo de las dudas llegar al conocimiento firme, eso se conjuga con la dimensión escéptica y lo básico es llegar a la verdad a partir de la duda, también se debe partir del humano y una profunda reflexión de él.

Seguidamente, daré paso a la Postmodernidad donde la visión constructivista sostiene que el conocimiento que se obtiene por parte del individuo, es el resultado de construcciones de un observador que se encuentra siempre contactando directamente con su entorno donde el aprendizaje es una reconstrucción interior y subjetiva, por ello queda claro que la Postmodernidad es una transición cultural que nos invita a pensar que el abordaje de los problemas depende de las propuestas bajo las cuales sustentamos el estado del arte de una construcción del conocimiento contemporáneo, en otros términos aunque la realidad esté presente con independencia del sujeto el conocimiento que este pueda tener de aquella está arbitrado por la capacidad cognoscitiva intrínseca del sujeto y esto coincide con el planteamiento de Piaget sobre el Constructivismo.

Finalmente, el Constructivismo es un planteamiento novedoso del quehacer cotidiano actual, en el cual están insertas grandes opciones para la explicación científica de la relación existente entre lo observado y el observador eso trae consigo un quiebre en el ejercicio intelectual al construir conocimientos o sea al poner en práctica el Constructivismo lo hacemos con el aprender haciendo, con el ir elaborando en el desempeño lo que queremos lograr, ir siendo parte de lo que se aspira construir desde la participación y el involucramiento de lo dicho con lo hecho en corresponsabilidad y praxis.

Desde la misma perspectiva, comentaré sobre la Transmodernidad como una descripción de la situación en que nos hallamos, un punto de no retorno ante nuestras antiguas certezas, una vertiente descriptiva de los fenómenos sociales, vivenciales, una exigencia de conocimiento y un anhelo de ir más allá en la superación de los límites que hoy nos atrapan. Para el filósofo argentino Dussel la sitúa en el contexto de la Filosofía de la Liberación y consiste en la indagación sobre la identidad latinoamericana, entendiendo por teorías transmodernas aquellas que son procedentes del tercer mundo y que irrumpen y reclaman un lugar propio frente a la modernidad occidental, incorporando la mirada del otro que históricamente había sido sometido.

Su ontología, se basa en la actuación del educando en una postura emancipadora ante la realidad observada y determina que debe llevarse a cabo con el quehacer cotidiano en la construcción de una sociedad de iguales, mientras que su calidad en el proceso educativo podrá evaluarse positivamente en la medida en que los pueblos oprimidos logren su liberación mediante la incorporación masiva de sus pobladores a propósitos comunes, donde la descolonización de pensamiento sea vanguardia de su accionar, para con ello desmontar la concepción eurocentrista de su historia y cultura universal a la pluriversal .

Para concluir, señalaré que la Ontología es la comprensión que hacemos de la realidad que nos circunda, en esa realidad que se transforma constantemente se evidencia una gran crisis en el dominio de la Ética y la convivencia social entre los seres humanos, para solventar dicha realidad no cónsona con el deber ser se requiere de acciones permanentes que traigan consigo la transformación hacia lo aspirado en el fin de la educación donde el estudiante logre lo deseado, pero que a su vez sea lo necesario para el desarrollo de la sociedad, donde exista un aprendizaje y enseñanza coherente con lo que el país requiere para el alcance de sus niveles óptimos de producción, donde la relación enseñanza-trabajo-sociedad estén de la mano, una educación verdaderamente transformadora de contextos y de realidades existenciales, donde el directivo del plantel así como los docentes tengan claro que educan para la vida, donde el maestro incite al discente a aprender creando, donde se construye cada día un pedacito de una mejor sociedad y por ende una mejor patria.

vicen170863@gmail.com

Rector de la Universidad Politécnica Territorial del estado Portuguesa "Juan de Jesús Montilla



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