A más de uno sorprendió la noticia del nombramiento de la doctora Tibisay Lucena como nueva rectora de la universidad de las artes, mujer ampliamente conocida por los venezolanos en sus responsabilidades al frente del poder electoral.
Me mueve a emitir una opinión la campaña desatada en las redes contra la rectora Lucena, nada nueva en esa jauría de hienas que pretende imponer su irremediable miseria moral a todos los ámbitos del país y que seguramente hubiera pasado inadvertida la designación de cualquier otra persona al frente de la Unearte sino fuera por la demonización a la que quieren exponer a tan honorable dama.
Su voz tiene valor, entusiasma saber que le toca hablar por una universidad en crecimiento y en una de esas vueltas maravillosas de la vida acercar a los lugares más recónditos de la patria el estudio de las artes como ocurrió con la inclusión de millones de venezolanos en el registro electoral para ejercer su derecho al voto.
La rectora Tibisay Lucena en la Unearte fortalece el posicionamiento de la universidad a nivel nacional, independientemente de sus detractores es un hecho real que la figura de quien supo llevar serenamente la presión política de los distintos sectores nacionales en disputa, proclamando a unos y a otros en los cargos de elección popular beneficia a la universidad por la influencia notable de su nombre.
Se escandalizan los reaccionarios con la sola mención del nombre de la rectora, Tibisay se sitúa en la lista negra de las personas odiadas por la burguesía.
Mucho puede ayudar la rectora Tibisay Lucena en nuestra Universidad Nacional Experimental de las Artes, la adecuación tecnológica (puesta en marcha exitosamente en el CNE por nuestra rectora) sería un éxito importante para nuestra casa de estudios, en estos tiempos de pandemia donde el distanciamiento social y la suspensión de actividades presenciales en los centros educativos se presenta como un reto ineludible en el mejoramiento académico a distancia.
Las dificultades que le toca afrontar son inmensas, como siempre le deseamos éxito en su rectoría, conviene a la Unearte.
Estudiante de artes mención escultura
Unearte