La crítica como principio vital de la educación universitaria

En el marco de la transformación educativa en Venezuela, el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria creó la Misión Alma Máter mediante el decreto N° 6650, publicado en Gaceta Oficial N° 39.148 de fecha 24 de marzo de 2009, con el propósito de darle un vuelco al sistema universitario de nuestro país, en función del fortalecimiento del poder popular, la difusión del conocimiento, el compromiso con la inclusión y el desarrollo social y humano; abandonando así los conceptos de educación elitista, tradicional y tecnocrática, para darle paso a un modelo de carácter humanista, amplio, democrático, participativo, de puertas abiertas al pueblo, en el que el conocimiento sea transferido a las comunidades y alimentado, a la vez, por sus saberes populares, practicando lo que denomina De Sousa Santos (2006), la ecología de saberes, que consiste en la promoción de diálogos entre el saber científico y humanístico que la universidad produce, y los populares, tradicionales, urbanos, campesinos, indígenas, africanos y orientales que circulan en la sociedad.

En este sentido, una de las prioridades de la Misión Alma Máter fue la transformación de los 29 institutos y colegios universitarios oficiales del país, en Universidades Politécnicas Territoriales (UPT); iniciándose este proceso el 16 de julio de 2010. Sin embargo, cumpliendo la primera fase del cambio, en el año 2009 las carreras tradicionales pasaron a ser Programas Nacionales de Formación (PNF), para así contribuir con el desarrollo endógeno integral y sustentable en su área de influencia territorial, promoviendo la participación protagónica del poder popular en la vida universitaria y la presencia activa de las universidades en las comunidades. .

De tal modo, esta nueva concepción curricular determina la necesaria y pertinente vinculación de las universidades con las comunidades organizadas, a fin de alcanzar el desarrollo de los territorios que ocupan su ámbito de acción, privilegiando el fortalecimiento de capacidades para la reflexión sobre la práctica, definiendo el Ejercicio del Pensamiento Crítico y Creativo como uno de los principios orientadores de los PNF (versión 2.0, 2009), que permite:

…el constante cuestionamiento y transformación de las prácticas de la educación universitaria como espacios intelectuales, científicos, técnicos, políticos, estéticos y éticos. Un pensamiento crítico y creativo admite la duda, promueve el cuestionamiento y el debate abierto, es renuente a la mentalidad reproductora y convencional, comprende la diversidad y las limitaciones de las respuestas humanas y, por tanto, procura el respeto por pensamientos disímiles. (pág. 9)

En la misma tónica, el principio orientador de los PNF referido a la Diversidad e Interculturalidad, implica entre otros aspectos, "el papel crítico de la educación universitaria para desarrollar nuestras capacidades para pensar con cabeza propia y contribuir a superar la colonialidad del saber, que juega un papel medular en el dominio imperial/neocolonial del presente".

Lo antes expuesto, en términos de Oscar Varsavsky (2007) significa hacer ciencia local, rompiendo con el colonialismo científico y logrando la autonomía de las ciencias, para que aplicando nuestra particular manera de generar conocimiento, podamos resolver problemas sociales propios, tomando en consideración lo mejor de la ciencia universal. Así, el especialista argentino, expresa:

conviene plantear el estudio de cada problema social y de otros de análoga complejidad en su marco de referencia local, buscando los factores importantes y las leyes adecuadas al caso particular, sin despreciar la experiencia universal, pero sin aceptarla a priori…Y sus adelantos contribuirán a construir esa ciencia social universal, hoy tan endeble, más que el seguidismo a las ideas del hemisferio Norte. Para evitar confusiones, insistiré en que la autonomía científica es independencia de criterio, actitud crítica, pero de ninguna manera rechazo indiscriminado de todo lo que provenga de otro país: ideas, aparato, información. (pág. 37)

¿Pero qué nos sugiere este planteamiento? Pues que en las universidades venezolanas, especialmente en las politécnicas territoriales, debemos buscar nuestra propia manera de generar conocimiento, fundamentándonos en nuestra praxis particular y partiendo de nuestras experiencias, ideas, pensamientos y expresiones en torno a las realidades estudiadas, a las cuales debemos acercarnos escuchándolas, observándolas, sintiéndolas y dialogando con ellas, pero también cuestionándolas. En una palabra: problematizándolas, como propone el maestro brasileño Paulo Freire (1967), quien asevera que la educación problematizadora es de carácter auténticamente reflexivo, e implica un constante acto de develación de la realidad, permitiendo que emerjan las conciencias producto de la inserción crítica en la misma.

Al respecto, Antonio Pérez Esclarín (2005) en un artículo titulado "Fe y Alegría y el cambio de valores", plantea que una educación humanizadora orientada a formar personas plenas, comprometidas y responsables con la transformación de la sociedad debe propiciar la lucidez crítica como valor fundamental. Entendiéndola como "autocrítica permanente, tanto individual como institucional, como medio esencial para cambiar, para mejorar, para irse superando sin cesar. Autocrítica como medio de alcanzar la autonomía intelectual y moral". Igualmente, el autor asegura que

frente a la creciente colonización de las mentes y la imposición de la dictadura del pensamiento único, la educación debe orientarse a formar personas capaces de pensar con su cabeza, de pensarse para constituirse en sujetos autónomos de su propia vida, de pensar el mundo para poder contribuir a transformarlo. Educación que promueva el análisis crítico de la realidad próxima y de la problemática mundial, que capacite para reconstruir y reinventar la cultura. (pág. 43)

Pero para lograr esto, necesitamos contar en nuestras universidades con docentes poseedores de un pensamiento crítico, vinculado a la reflexión-acción y a la búsqueda constante del conocimiento innovador para alcanzar la transformación social. Requerimos profesores comprometidos con su labor educativa y con la lucha de los pueblos, docentes socialmente responsables, con probidad moral e intelectual.

De allí la importancia de los procesos formativos que se han impartido en las universidades politécnicas territoriales, como parte de los lineamientos emanados por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria. Particularmente, me refiero al Curso de Investigación Acción Crítica que se realizó en la Universidad Politécnica Territorial de Falcón "Alonso Gamero", en el cual participé, siendo importante destacar que los asistentes tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre nuestra práctica docente, criticándola y autocriticándonos, confirmando que hoy en día el proceso educativo no es lineal, por tanto, las acciones a emprender en el desarrollo de los proyectos sociointegradores en el marco de los Programas Nacionales de Formación, no pueden ser producto del paso a paso de una receta, ni pueden responder a un manual de instrucciones previamente elaborado, sino que deben corresponderse con las realidades abordadas, con las necesidades, expectativas y potencialidades del entorno, centrándose en esa realidad y adaptándose a ella. De allí la emergencia de asumir la labor educativa como un hecho dinámico, cambiante, que no puede estar aislado del entorno que lo circunda, que debe ver más allá de lo escrito en los textos académicos, para percibir lo que está ocurriendo a su alrededor y escuchar lo que dicen los participantes y las comunidades beneficiadas, problematizando la realidad, para en conjunto estudiarla y transformarla, tal como lo propone Freire.

Así, los Lineamientos Curriculares establecen que los PNF se caracterizan por abordar la complejidad de los problemas en contextos reales con la participación de actores diversos, teniendo como otro de sus principios orientadores la pertinencia, la cual supone la generación de respuestas adecuadas a los contextos de acción entendidos como complejos, inciertos y dinámicos. Sin duda, asumir esta visión requiere abandonar nuestra zona de comodidad y mirarnos hacia adentro, realizando una introspección, reflexionando sobre nuestro quehacer cotidiano y comparando lo que descubrimos con lo que ocurre en el entorno. Es decir, "reflexionando sobre la praxis", como nos invita Freire. De este modo, estamos obligados a pensar críticamente sobre nuestra práctica docente, analizándola en retrospectiva además de evaluarla en tiempo presente, para descubrir cómo esta se aleja o acerca a la concepción humanista y crítica que promueven los Programas Nacionales de Formación y la filosofía de la Universidad Politécnica Territorial.

En este sentido, Carlos Noguera (2013) expresa que el pensamiento crítico ya no es sólo una consigna revolucionaria sino que forma parte de una exigencia en todos los ámbitos sociales. El investigador afirma que los docentes debemos asumir una actitud crítica y promover en los estudiantes el pensamiento crítico, por tanto no puede seguir replicándose el esquema educativo de dominación, domesticación y reproducción de los modelos sociales tradicionales, lo que en palabras de Freire, representa deslindarnos de la educación bancaria y asumir la educación problematizadora y liberadora. En consecuencia, debemos formarnos para llevar a cabo la transformación universitaria de manera radical y auténtica, partiendo de la reflexión permanente de nuestro accionar, lo que implica subvertir el orden establecido y darle un vuelco al quehacer educativo como hecho científico, político y social, procurando –de acuerdo a Ibrahim López García- que "la investigación científica que realizamos esté al servicio de la liberación cultural, económica y tecnológica de nuestro pueblo", justo lo que pretendemos lograr en nuestra institución y que sólo viendo al mundo bajo una nueva perspectiva y con una mente abierta y acuciosa podremos alcanzar.

*Peridosta y docente de la UPTAG

Referencias bibliográficas

Chávez, A. (2014). Reflexión y acción para la transformación universitaria. Artículo en línea disponible en http://soyvenezuelasoymujer.blogspot.com

Chávez, A. (2014). Interacción social y diálogo de saberes en la ejecución de proyectos sociointegradores del IUTAG. Una aproximación crítica reflexiva. Trabajo de ascenso. Instituto Universitario de Tecnología Alonso Gamero. Falcón, Venezuela.

Freire, P. (1967). Pedagogía del oprimido. Colombia. Editorial América Latina.

López García, I. (1976) La educación científica y tecnológica en Venezuela, en Sobre trompos, cúpulas y vuelos. Fundación Editorial el perro y la rana. Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior. (2009) Lineamientos Curriculares para Programas Nacionales de Formación. Versión 2.0 Diciembre. Caracas, Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria. (2012) Lineamientos para el Desarrollo Curricular de los Programas Nacionales de Formación. Caracas, Venezuela.

Noguera, C. (2013).

Pérez Esclarín, A. (2005). Fe y Alegría y el cambio de valores. Revista Movimiento pedagógico. Año VIII. N° 37. Abril 2005. Venezuela.

Varsavsky, O. (2007) Ciencia, política y cientificismo. Ediciones Ministerio del Poder Popular para Ciencia y tecnología. Monte Ávila Editores Latinoamericana. Caracas, Venezuela.

anachavez28@yahoo.es



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