De la infamia de Aristóbulo Isturiz al cinismo de Eduardo Piñate. ¿Quién lo hace mejor?

No sabría decir que ha sido más lamentable, si las declaraciones del ministro de Educación o las del ministro del Trabajo, pero ambas han causado en mí una profunda desazón. Lo del ministro de Educación es terriblemente infame porque viene de un colega de los docentes y sus palabras irrespetan el noble oficio de enseñar. No se trata de que un obrero no tenga un salario digno y el Estado tienda a protegerlo, al contrario, es válido política y socialmente que así sea, pero afirmar que un educador no tiene derecho a obtener un salario acorde con sus competencias y por ende superior al de un obrero es una bajeza que supera las historias de las infamias universales que relata Jorge Luis Borges en su libro Historia Universal de la Infamia. Pareciera que ya ha agotado todos los argumentos posibles para defender una causa revolucionaria perdida. Ante palabras tan infames una gran cantidad de educadores han optado por retirarse de las aulas y las instituciones. Un profesor amigo mío me decía entre mamadera de gallo y seriedad que estaba pensando solicitar trabajo como bedel en una institución de educación privada porque, ¿para qué tanta preparación universitaria?

La palabra profesor le queda muy grande a este ministro porque ministro puede ser cualquiera, pero profesor no. ¿Será que se fumó una lumpia? Y aun no hablamos de salarios. La LOTT establece en sus artículos 100 y 109 la forma de fijar los salarios y los principios que lo rigen siendo el más destacable el de a igual trabajo, igual salario. Sería estúpido debatir si un profesor y un bedel ejercen el mismo trabajo. Los derechos laborales en nuestro país entraron a una dimensión desconocida desde el 1ro. De septiembre de 2019. Desde esa fecha el patrono/estado ha violentado toda la normativa jurídica laboral contemplada en la CRBV, la LOTT y las convenciones colectivas. El Presidente Obrero conductor de autobuses y ex sindicalista (presidente puede ser cualquiera también) desde ese día ordenó correr las tablas salariales que en teoría son las que rigen las relaciones de trabajo entre trabajadores y patronos. Y digo en teoría porque hasta ahora y después de tres (03) aumentos salariales eso no se ha cumplido cabalmente. ¿Cómo hacerle saber al Presidente Obrero conductor de autobuses y ex sindicalista que su ministro del Trabajo le ha estado mamando gallo con ese asunto? ¿Cómo hacerle saber al Presidente Obrero conductor de autobuses y ex sindicalista que la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE) se inventó unas tablas salariales a su medida e intereses vulnerando las convenciones colectivas de TODOS los trabajadores del país?

¿Cómo hacerle saber al Presidente Obrero conductor de autobuses y ex sindicalista Nicolás Maduro que sus ministros y asesores lo han montado en una olla de presión y en cualquier momento ésta estallará y él saltará por los aires? La paciencia de los trabajadores tiene un límite…

Lo anterior aplica en todo su contexto porque el cínico ministro del trabajo Eduardo Piñate dijo a través de los medios de comunicación que se estaban ajustando las “tablas salariales” al nuevo aumento salarial pero, ¿Es esto realmente cierto? Sostener esta falsedad no es cuestión de brutalidad o ignorancia (a pesar que ministro puede ser cualquiera) es cinismo combinado con una dosis de propaganda goebeliana ya que repite convencidamente que todo fluye con “normalidad” en el ámbito laboral. Es falso para él que los educadores están en paro y a punto de ir a un conflicto a escala nacional, que los trabajadores de PDVSA, de las Empresas Básicas tuteladas por la Corporación Venezolana de Guayana, del sector automotriz, de las gobernaciones y alcaldías y muchos más están a punto de tomar los portones y las calles para hacer respetar sus derechos laborales.

Presidente Nicolás Maduro Moros, es difícil suponer que usted no sepa lo que está ocurriendo en el país a estas horas con los trabajadores. El desconocimiento de esta realidad no lo exime de sus responsabilidades, usted no puede alegar ante la población que después de cinco meses su orden ejecutiva de correr las tablas salariales aun no se ha ejecutado y usted no se haya enterado, y no es que se trate de un capricho suyo, se trata de hacer lo que establece la Ley, los derechos laborales son irrenunciables y progresivos pero las medidas que se han tomado hasta ahora han erosionado brutalmente el poder adquisitivo de todos los venezolanos. Los funcionarios públicos no están para ejercer sus funciones bajo suposiciones o pareceres, al actual ministro de educación le “parece” que obreros y docentes deben ganar lo mismo, le “parece” justo defender los salarios de un obrero y le da igual infamemente que un docente gane lo mismo. El actual ministro del trabajo “supone” que los derechos laborales de los trabajadores están siendo respetados en su totalidad, “supone” que las tablas salariales que aplica la ONAPRE son válidas para todo el mundo, “supone” que antes del 01-09-2019 los trabajadores estaban en un limbo laboral y estas infames tablas salariales vinieron a poner las cosas en su lugar. A ambos ministros les parece o suponen que los trabajadores están conformes con la actual situación, creen que pueden amedrentar a los trabajadores metiendo presos a los dirigentes sindicales que responsablemente levantan la voz de protesta o botando sin fórmula de juicio a cualquier trabajador que reclame sus derechos.

Presidente Nicolás Maduro Moros, estoy de acuerdo con usted en que las guarimbas no se deben volver a repetir, muchos venezolanos sufrimos el embate irracional de los seguidores de la dirigencia opositora, que quemaron vivas a personas inocentes, que destruyeron bienes y vidas, pero una protesta legítima en el marco de las leyes no se puede ni se debe comparar con una guarimba. Criminalizar las protestas laborales porque a un funcionario público le parezca contrario a sus intereses no significa que éstas cesarán, al contrario, será como echarle gasolina al fuego, la única manera que todo siga en plena “normalidad” es que usted le jale las orejas al “cínico” Eduardo Piñate y al “infame” Aristóbulo Iztúriz para que al igual que usted, se pongan del lado correcto de la historia.

LOS TRABAJADORES EXIGIMOS QUE SE RESPETEN NUESTROS DERECHOS LABORALES!!!


matatigre68@gmail.com


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