Acatando el llamado del Presidente Nicolás Maduro de graduar 50 mil médicos integrales comunitarios, me preinscribí con mi esposa en la página de la Universidad de las Ciencias de la Salud, en razón de tener la inquietud de ayudar a los demás a través de la medicina preventiva, además de tener animadversión contra esos mercaderes de la salud (ojo no generalizo) que se hacen llamar médicos cirujanos, que han expoliado al Pueblo y de paso lo ven con prepotencia.

Comenzamos a ver clases del ciclo introductorio, en la sede la Universidad Nacional de Yaracuy, en Guama, Municipio Sucre del Estado Yaracuy, con un nutrido grupo de jóvenes de estratos muy humildes, campesinos, además de profesionales de la salud, como enfermeras y auxiliares de historias médicas; ya cuando tenía unas 4 semanas de empezado el introductorio, veo con estupor que se han retirado algunos de los compañeros que eran contemporáneo con mi esposa y conmigo, yo tengo 38 años y mi esposa 48, me dijeron que se retiraron por las presiones de un grupo de facilitadores y coordinadores del plan que están en contra que ingresen personas con más de 35 años.

Mi sorpresa cuando comienza una nueva materia y me consigo con una facilitadora la Dra Lauribel Ochoa, la cual, al mas puro estilo de un colegio privado de curas, intentó sacarnos de clases por el hecho de superar la edad establecida como requisito en la página de internet de la Universidad de las Ciencias de la Salud. Por supuesto no accedí a la descabellada pretensión, advirtiéndole que eso era una violación a mi derecho a la educación.

Una vez terminado el ciclo introductorio, nos dicen por teléfono una de las coordinadoras del proyecto aquí en el Municipio Sucre, del Estado Yaracuy la Dra Adelaida Lugo, que estamos fuera del introductorio, por superar la edad establecida y esgrimió que tenemos la edad próxima para jubilarnos, por ende no podía ingresar en la carrera de Medicina Integral Comunitaria.

Ante tamaña violación de los derechos a la educación, a la igualdad y a no ser discriminado; me dirijo a la sede de la Universidad de las Ciencias de la Salud en San Felipe, Estado Yaracuy y hablo directamente con la Doctora Rita Escalona, la cual es la coordinadora del proyecto en el Estado, quien me repite los mismos argumentos, que excedimos la edad establecida de 35 años, además de estar próximos a jubilarnos y que no nos podían aceptar por eso.

Traté de persuadirla de su posición violatoria de los derechos humanos, sin embargo tomó una actitud agresiva contra mi persona, por cuanto le dije que la iba a citar ante los organismos correspondientes para que explique su posición

Ahora bien, entiendo que la actitud arriba descrita la podría tener el dueño de un club exclusivo, cuya membresía es producto de la hidalguía o de la aceptación de sus semejantes, sin embargo estamos hablando del ingreso a una Universidad del Estado Venezolano, que la están monopolizando un grupo.

De hecho se han retirado del programa, enfermeros, auxiliares de historias médicas, entre otros profesionales de la salud, que quieren superarse y graduarse de médicos integrales comunitarios, y éstos coordinadores los han desestimulado y hasta entorpecido su normal formación, los cuales aquí denuncio por la siguientes razones: estamos en una crisis de salud producto de una guerra económica, se nos han ido unos 20 mil médicos del País, además de estar urgidos de personal de salud para atender las necesidades del pueblo y vienen este trio de personas a desalentar y expulsar a enfermeros y enfermeras que se quieren superar, así como profesionales de otras ramas que queremos coadyuvar, como es el caso de mi esposa y mi persona, de aportar nuestro granito de arena para la resolución de una grave crisis que estamos afrontando.

Esto más que ser una reflexión, me causa una muy mala impresión que un grupo de personas que están en plena edad productiva, estén pensando ya en retirarse y en jubilarse, digo por aquel dicho que "cada ladrón juzga por su condición", además de querer señalar a los que sí queremos aportar todo por nuestra Nación y por superar esta crisis de salud que estamos venciendo.

Un llamado a las autoridades a que tomen cartas en el asunto, que con éstos mediocres dirigiendo una tarea tan delicada como es la educación de los futuros médicos integrales comunitarios ¿para qué vamos a tener enemigos externos?.