¿En qué debe convertirse la escuela?

Mucho se ha hablado del papel que debe jugar la escuela venezolana en los últimos tiempos, pero no se ha aterrizado en desnudar la actual realidad del sistema educativo venezolano. Una realidad que desmotiva, desilusiona y abre huecos en el ánimo del educador y de los demás actores del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Es necesario entender y partir de la situación económico-política en que está envuelta sociedad venezolana, con una economía dependiente de la renta petrolera, la cual ha sufrido una merma de la producción producto del planificado saboteo de agentes internos y mayor preponderancia de fuerzas fácticas de índole imperial que sólo buscan apoderarse de las mayores reservas probadas y probables de oro negro, entendiendo el desespero que ocasiona saber que sus reservas petroleras se agotan o están muy próximas a extinguirse y el hecho demostrado de la falta de conciencia de una buena parte de la población venezolana en no visualizar quienes son enemigos del pueblo y como de arman del más descarado mecanismo de expropiación del salario y del trabajo del venezolano de a pie. Aunado esto a la creciente burocracia del gobierno que no da respuesta los problemas comunes de la población.

Ante esta realidad que debe hacerse desde, por y para la escuela? .

Son los educadores los llamados a enfrentar desde la escuela la más cruda realidad y liderizar una cruzada que organice a los padres y representantes y aglutinar esfuerzos para que la escuela se convierta definitivamente en el motor económico de la comunidad. Imagínense una estructura de casi 25.000 centros educativos a nivel nacional en toda la estructura escolar desde maternal hasta las universidades públicas y privadas con un solo objetivo y una sola misión producir dependiendo de su realidad en cada uno de los sectores productivos bienes y servicios para la comunidad. Eso necesita afianzar en la conciencia de todos el proyecto de país que está plasmado en la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela y desde allí que todos cumplan estrictamente sus deberes y hagan cumplir sus derechos como un solo hombre partiendo desde la premisa del bien colectivo y la mayor suma de la felicidad para todos.

Como educadores es importante asumir una conducta proactiva en pro de la sana alimentación espiritual y física de los millones de estudiantes y sus familias , Impulsar la producción de rubros alimenticios bajo la perspectiva de valor de uso y no de mercancía, impulsar el cambio de hábitos alimenticios y nuevos patrones de consumo, además de reformar todo el curriculum promoviendo el enfoque agroecológico, dar prioridad a la cultura de siembra en todos los espacios y unidades de producción, previa promoción de una planificada jornada de recolección y almacenamiento de semillas y por último planificar la correcta distribución de la siembra entre la escuela y los vecinos.

Los países con conciencia colectiva son aquellos que han logrado que la industria metalmecánica sea la base y soporte del desarrollo industrial. Tener institutos de ciencia y tecnología adaptados a las características de cada región es urgente y necesario. Es desarrollar verdaderas escuelas técnicas, recuperar el INCES, promover especialistas en diseño, facilitar créditos para emprendedores verdaderos, contratar de países tecnológicamente desarrollado especialistas en estas áreas, remunerar bien a docentes calificados y promover una masa docente con todas sus necesidades satisfechas, lograr lo que muchos países han hecho, incentivo a la creación y apoyo gubernamental.

Hay transformar todo el curriculum de las universidades de Venezuela y adaptarlo 1ero. A la realidad del relieve y del clima en cada subregión del país con sus especificadades y 2do. A la preparación del recurso con que cuenta. En fin la escuela debe convertirse en eje y motor del desarrollo nacional.

 

Prof.

Mata.gato9999@gmail.com.



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