Alquimia Política

La Unellez 43 años de historia (3)

En las últimas semanas, aguas adentro de la Universidad, se ha discutido mucho acerca de cómo reorientar el modelo UNELLEZ, pero a su vez qué nuevos elementos incluirle a ese modelo para hacerlo partícipe de la realidad social, cultural, política y económica, de los nuevos tiempos. Es un asunto de cultura e identidad con valores que vayan por encima de los intereses particulares y se inscriba en un concepto integral y holístico de fortalecer el servicio educativo, contribuyendo con el desarrollo local y regional. Es visualizar la Universidad como un escenario productivo en movimiento, donde cada Programa y Sub-Programa, estén fusionados operativamente para ir coadyuvando en la conquista de los espacios productivos y en la diversificación de áreas de producción para satisfacer las necesidades de las comunidades y de la propia Universidad.

Y se hace hincapié en lo productivo, ya que la Universidad surgió bajo la égida de ese escenario de cultivo-procesamiento e industrialización, desde la materia prima de la agricultura y la ganadería, como ejes estratégicos que responden a la seguridad alimentaria de las comunidades que conforman el universo societal venezolano.

En el 2010, se llevó a cabo una Jornada Nacional denominada "La Universidad necesaria para la construcción del Socialismo", los días 31 de agosto al 4 de septiembre; en dicha Jornada se expresó: "La reciente creación de las Universidades Politécnicas Territoriales (UPT), representa para la construcción del Socialismo venezolano, un paso al frente en lo que significa crear una plataforma de conocimientos pertinentes a las necesidades sociales y a la singularidad de cada territorio donde ellas se insertan, para impulsar el desarrollo de un modelo de Universidad que responda a las directrices de políticas públicas, expresadas en el marco legal Bolivariano y el Proyecto Nacional Simón Bolívar, primer Plan Socialista 2007-2013…Desde la perspectiva de una nueva geometría del poder1 inspirada en los principios de inclusión, participación y soberanía, el modelo universitario socialista, consideró la premisa de aprovechar las potencialidades territoriales específicas, para identificar cuáles son las necesidades sociales y las capacidades humanas, institucionales y científico-tecnológicas existentes en determinados estados del territorio nacional, que podían favorecer la creación de las Universidades Politécnicas Territoriales…"

Con esta visión de Territorialidad, las Universidades vuelven a hilvanarse con el concepto de ruralidad que no es más que potenciar el desarrollo endógeno de los territorios para crear un mayor alcance a través de la articulación adecuada con las distintas instituciones del Estado.

A todas estas, se parte de la idea de consolidar un modelo rural-territorial. Que priorizando la articulación interinstitucional y comunitaria de las Universidades, se comienza apuntalar, desde el fondo de la participación, los cambios deseados que la educación Universitaria necesita para establecer sintonía con un modelo socio-productivo innovador, solidario y pertinente a las necesidades locales, conscientes, que ese proceso supone construir un modelo de gestión en red, creativo y audaz, que permita aprovechar el componente humano especializado para que asista técnica y operativamente, a las comunidades en la resolución de los grandes problemas que les aquejan.

En la actualidad el modelo Universitario de la UNELLEZ, tiene aún vestigios del esquema escolástico de la pedagogía de la domesticación, que enriquece su presencia con la visión instrumental de la naturaleza y el mundo, reproduciendo un modo de vida cuya lógica de la rentabilidad económica, subordina el interés colectivo del mejoramiento de la calidad de la vida humana y de la salud ambiental, por el de los intereses individuales o de grupos económicos que todavía subyacen en esa estructura entramada del viejo Estado Capitalista Burgués.

Partiendo de esta realidad se recrea la necesidad de presentar un nuevo modelo de educación universitaria, el cual dibuje un modelo de Universidad Socialista, donde se articule entre el subsistema de educación universitaria y el conjunto de planes, programas y proyectos, las empresas básicas y estratégicas, las empresas de producción social, las cooperativas, los conucos, los núcleos de desarrollo endógeno y la economía comunal en su conjunto; en fin, una nueva Universidad que se deba a ser capaz de contribuir aceleradamente con la creación de una sólida arquitectura de valores para la moral socialista, destinada a favorecer la inclusión social, el autodesarrollo de las personas, las comunidades y sus organizaciones, considerando al ser humano como el centro de su acción en armonía con el medio ambiente, para el desarrollo de un nuevo modelo productivo.

Si trasladamos esta visión al modelo UNELLEZ, de Universidad Rural-Territorial, se cuenta entonces con la potencialidad de moldear una nueva Universidad desde los siguientes parámetros: es necesario superar la fragmentación del conocimiento y la disciplinariedad propia del modelo capitalista y su reflejo en la estructura organizativa de las universidades en facultades, escuelas, departamentos e institutos de investigación; es necesario esforzarse por no estratificar y no competir, por no crear tipos de formación que reproduzcan la lógica de la exclusión, sino la de la inclusión y la complementariedad; se hace imprescindible la integración entre el trabajo manual y el trabajo intelectual en el ámbito universitario, y construir un marco teórico-epistemológico basado en el desarrollo de la teoría crítica, la pedagogía liberadora, la historia económica y social de Venezuela, así como el pensamiento del Libertador Simón Bolívar para superar el paradigma positivista; es inevitable para consolidar la Universidad rural-territorial, rebasar la neutralidad de la ciencia asumiendo el compromiso ético con el país y generando una nueva visión epistemológica, axiológica y ontológica, sintonizada con el poder popular y comunal, en miras a construir una comunidad universitaria dialógica, en la que reconozcamos los saberes y formas de ser-hacer de todos los actores de los territorios, estableciendo una gestión universitaria bajo una visión democrática, participativa y protagónica, sujeta a la contraloría social permanente, garantizando la participación de la comunidad en los espacios de decisión académica, jurídica, política, administrativa y presupuestaria.

La nueva UNELLEZ, necesitará conformar redes interuniversitarias e interinstitucionales, desde donde crear estructuras organizativas y modelos de gestión articulados con la nueva institucionalidad contribuyendo con la transferencia del poder al pueblo, a través de las diversas manifestaciones del poder popular en el país, entiéndase consejos comunales, mesas técnicas, núcleos endógenos, presupuesto participativo…, entre otros.

La UNELLEZ, bajo los preceptos de un pensamiento liberador, ha de pensarse como una totalidad en la que la formación integral, la creación intelectual y la vinculación social son dimensiones que se interrelacionan y se retroalimentan permanentemente. Lo productivo no escapa de esa visión de totalidad, ya que implica formas de aprender, de hacer y de producir para consolidar una Universidad que sea sustentable y que represente un modelo de impulso y reforzamiento de la actividad laboral regional, que motive una nueva ética, la cual vincule más al hombre con su naturaleza y con su espíritu.



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Ramón Eduardo Azócar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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