Nunca en mi vida he tenido bienes de fortuna. Quienes me conocen, saben perfectamente que siempre he tenido una vida austera, apartada de lujos, y siempre teniendo lo esencial.
A raíz de la lucha política, algunos buenos amigos, a quienes respeto por su elevada condición intelectual, nunca les menciono el tema político, y supongo que ellos tampoco lo hacen conmigo en esa reciprocidad. Entre ellos, puedo a citar a un articulista de Asamblea Popular Revolucionaria (Aporrea) como Luis Bonilla Molina Molina¹, quien además de ser un docente e investigador con altas credenciales académicas y humanas, resulta que es de mi pueblo del municipio Junín, en nuestro amado Táchira.
Oro buen amigo, quien además de ser un excelente profesor – fue uno de mis orientadores en mi tesis doctoral - , es otro destacado investigador a quien acaban de reconocerle el premio Nacional de Historia, es decir, Luis Rafael Peñalver Bermúdez², y por supuesto, a quien felicitamos públicamente por redes por tan honorable distinción. Con Luis Peñalver, además de tener el privilegio de haber sido su estudiante de doctorado, después coincidimos como docentes en una importante cohorte del Doctorado Latinoamericano que se desarrolla en convenio con la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) en Venezuela.
Ahora bien, uno puede entender que en la lucha política, haya unos cuántos enfermos del poder, y otros que sin ni siquiera conocerte, se atrevan a calumniarte sobre cualquier nimiedad, pero cuando el plano trasciende hasta lo personal, es decir, pretenden dejarte en entredicho ante la opinión pública como si fueras un delincuente, las cosas tienen que quedar en justo lugar.
Uno de esos individuos, ya en su senectud, es un “escribiente” – si cabe tal calificación – llamado Hermo Rosales³, quien junto con otro declarante de palabras alcoholizadas, apuntan a decir que soy un criminal que falsifica títulos de grados profesionales y académicos ¡Basta de mentir! Si eso es verdad, pues, lamentablemente no me queda más que colocar en esta diatriba a mi amigo, y quien considero mi hermano, como el excelente profesor, y actual vicerrector territorial de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), Jesús Alejandro Marcano Fernández⁴, quien además escribe en este portal de Aporrea.
Sobre Alejandro son muchas las historias compartidas. Nos conocimos hacía finales de 2010, cuando fue mi profesor de doctorado cursado en la UPEL – Maturín, que fue dictado en la isla de Margarita. Desde allí nació una bella amistad que tengo desde ese entonces con su familia, a quienes guardo un gran aprecio y amor, tanto por su esposa, como por sus dos bellos hijos. He tenido el privilegio cuando he estado en Maturín de quedarme en su afectuoso hogar, hecho que agradezco y que ha sido de manera sincera, con un cariño mutuo muy especial.
En esos vaivenes académicos, Alejandro se convirtió en mi tutor de tesis doctoral, porque así lo quise, y porque él quiso serlo. No solamente, fue que por sus asertivas y acertadas orientaciones, como modestia aparte, nos permitieron ser el primer graduando de esa cohorte en Margarita en 2014 con el más alto promedio de calificaciones, sino que nuestra tesis sobre La Regeneración del Pensar, ganó un concurso entre otras casi 150 tesis doctorales de las cuales, sólo tres de ellas terminaron siendo publicadas en Europa en 2017 por una de las más importantes editoriales españolas⁵, Jesús Alejandro Marcano Fernández aparece como Director según el ISBN (International Standard Book Number, siglas en inglés) de semejante publicación.
¡Basta de calumnias! Nadie en Aporrea, - y lo decimos como forma de dejar en ridículo a quienes nos atacan – tiene un mayor número de ser citado con sus apellidos en muchos artículos como títulos escritos realizados por terceros ¿Y por qué será que esto ocurre? Si nadie me lee, si soy un “mediocre”, si nunca he desempeñado altos cargos públicos, salvo mi ejercicio docente ¿Cuál es el interés por decir que mis títulos son chimbos, o cualquier otra sarta de mentiras que han intentado endilgarme?
Pasaría mucho tiempo aquí colocando nombres de otras personas que han decidido estar con el madurismo, que son de altas competencias profesionales, y ejecutan una praxis importante para este gobierno, pero contra ellos no son mis diferencias, sino contra quienes son los responsables en habernos llevado a este estado de postración económica y social.
En todo caso, emplazo a mi amigo y quien considero hermano, Jesús Alejandro Marcano Fernández, o hasta mi amigo Luis Bonilla Molina Molina, o en su defecto a mi profesor Luis Rafael Peñalver Bermúdez, para que digan si este “criminal” es un auténtico falsificador de títulos y credenciales académicas, pero además un “mediocre”, como algunos desde Aporrea y por redes sociales hablan de nosotros.
El madurismo como concepción ideológica es una lacra y bazofia política. La cúpula madurista como todos son unos cobardes, me siguen enviando con el propósito de atacarme a sus tarifados articulistas. Nuestra moral y ética está intacta. No tengo dinero. Es posible que esté pasando hambre y necesidades. Pero mi conciencia no será subyugada y menos arrodillada ante la neodictadura madurista. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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¹ https://www.aporrea.org/
² https://www.aporrea.org/
³ https://www.aporrea.org/
⁴ https://www.aporrea.org/
