Alquimia Política

Hacia la universidad rural

Vengo conociendo la Universidad Nacional Experimental de Los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ), desde su fundación en 1975; he visto su evolución, su misión como organización y el fortalecimiento de su estructura humana. Como toda organización creada por los hombres, es de tipo orgánica, matricial en su composición organizacional, y con una variada heterogeneidad que le ha dado un comportamiento particular a su desenvolvimiento como institución universitaria.

La UNELLEZ, entre 1982-1996, creció de manera importante en el ranking internacional como una universidad pública con líneas de investigación en el ámbito de las ciencias aplicadas a las áreas de formación relacionadas con la fauna, el agro y la planificación agro-industrial. En otras áreas también creció, sobre todo en las ciencias sociales y ciencias de la educación. Como Universidad se constituyó en una sede principal y rectorado, ubicado en la ciudad de Barinas, estado Barinas, Venezuela, y en vicerrectorados en los estados Portuguesa, Apure y Cojedes, amparados en el Decreto Presidencial 1.178, de octubre 7; en su marco de condiciones se le adjudica ser una Universidad de carácter autónomo, pero bajo la condición de Universidad Experimental.

De acuerdo con la “Ley de Universidades”, de 1970, aún se está en deuda con un nuevo instrumento de Ley, las Universidades Nacionales Experimentales, son una creación exclusiva, en el caso de Venezuela, del Estado, con el fin de ensayar nuevas orientaciones y estructuras académicas y administrativas; este proyecto de Universidad tiene autonomía  parcial, dentro de las condiciones especiales requeridas por la experimentación educativa, y su organización y funcionamiento se establecen por la vía de un Reglamento Ejecutivo.

En el caso de la UNELLEZ, ese “ensayo” de nuevas orientaciones ha quedado circunscrito a puros intentos utópicos, no se ha avanzado mucho, se ha mantenido la visión tradicional de una institución que necesitaba definir su espacio en razón de un proyecto de alcance rural que fortaleciera el trabajo y desarrollo del campo, a través de una mano calificada multidisciplinar que terminara por construir una estructura académica que le mereciera, en un período de diez años, su estatus de Universidad Nacional Autónoma. Pero esta orientación no ha tenido ni el interés ni la política de acción necesaria por las autoridades de turno del co-gobierno de la UNELLEZ, para hacer posible un viraje en su política académica y buscar nuevos escenarios más consolidados y con una perspectiva de evolución que elevara el alcance investigativo y de compromiso social de la Universidad, hacia estándares de excelencia y mayor presencia internacional que se tradujera en prestigio y en opción válida de producción de nuevo conocimiento. Hay intentos en este aspecto, pero son muy puntuales y lamentablemente se deben más a esfuerzos particulares que a un programa sistemático y coherente que cuente con el apoyo institucional.

Y en cuanto al Reglamento, hoy se elaboró una nueva versión que es expresión más de lo mismo: concentración de poder en la figura de las autoridades, falta de una redefinición de la misión de la Universidad, poco incentivo a la investigación y extensión, y el mantenimiento de una burocracia extrema, acompañada de primas por funciones que sobrepasan los salarios promedios de los trabajadores de la UNELLEZ, creando un espíritu de organización vacía de valores y tendiente más a la mercantilización que al servicio. Sobre este nuevo Reglamento se ha expuesto ya varias consideraciones en artículos de opinión, sin recibir la atención necesaria, porque se aplica el efecto “avestruz” (esconderse o ser indiferentes a las personas que expresan opinión crítica) para todo aquello que vean que cuestiona o establece diferencias en lo concerniente a su modelo de dirección y orientación de la Universidad por parte de las autoridades que gozan de la confianza del Gobierno Nacional, ya que son colocadas a dedo por los regentes de este poder.

Ante ese “silencio administrativo”, me ocupé de elaborar un instrumento de recolección de información para conocer, de primera fuente, la opinión de los docentes de la UNELLEZ (en los cuatro Vicerrectorados), acerca de su postura en razón de un nuevo Reglamento Ejecutivo y ante el futuro en el cual aprecian va dirigida la Universidad en caso de seguir manteniéndose esta cultura de la indiferencia y la pretensión de imponer reglas de juego sin la consulta correspondiente a los miembros de la comunidad Universitaria.

El instrumento fue un cuestionario en la modalidad de Escala de Likert, con veinte (20) afirmaciones, para cinco alternativas de respuesta (totalmente de acuerdo, de acuerdo, ni de acuerdo ni en desacuerdo, en desacuerdo y totalmente en desacuerdo); con cinco preguntas abiertas que buscaban obtener la opinión testimonial de los sujetos involucrados con la Universidad, a quienes les incide de manera directa cualquier interpretación y uso que se le dé al Reglamento vigente. La aplicación del instrumento se hizo de enero a mayo del 2018, y su tabulación ocupó el mes de junio y julio del presente año. Se aplicó, en cada Vicerectorado, a una proporción muestral del 30%, de sujetos, que permitieran contar con un insumo representativo de la opinión de quienes hacen vida académica en la UNELLEZ. Se contó con un equipo de voluntarios para el levantamiento de la información, así como para   su proceso de tabulación, a los cuales se les hace llegar un agradecimiento sincero, fraterno, y recalcándole a ellos y a los que participaron en el proceso de recolección de información, que se mantendrá la confidencialidad y el respeto al anonimato de todas las personas que han hecho posible llegar a estas conclusiones que son un acercamiento, una fotografía en tiempo y espacio real, de lo que hoy piensan nuestros docentes y del futuro que quieren para su Universidad. En mi calidad de investigador y coordinador del equipo de estudio, doy fe científica del trabajo sistemático y coherente con que se llevó el proceso, por lo tanto, es un estudio que converge en conclusiones objetivas y de una importancia capital para entender el contexto humano en el cual se encuentra la UNELLEZ, en el presente inmediato.

Los resultados del instrumento aplicado dieron para varias sesiones de análisis e interpretación de la realidad, sin embargo, nos concentramos, en este primer reporte, en cuatro categorías emergentes donde resaltan las inquietudes y posturas de los sujetos investigados. Las categorías emergentes son: 1.-Universidad humanizada, 2.-Universidad auto gestionada y cooperativa, 3.-Universidad igualitaria, y 4.-Universidad rural.

 

1.-Universidad humanizada

 

            Pareciera que la lógica induce a pensar que las Universidades son expresión máxima de lo humano, pero cuando se va a la observación directa, a la praxis diaria de la experiencia Universitaria, se aprecia que los criterios de humanismo y de reconocimiento a la condición humana, están en contradicción con las actuaciones de algunas jefaturas académicas y que en vez de propiciar un ambiente de fraternidad, unidad y trabajo cooperativo, se está ante una Universidad que segrega, que desconoce derechos y que sostiene como criterio de ascenso y colocación en cargos de alta responsabilidad, el ser adeptos a una conducta complaciente, no deliberante y que en vez de producir una orientación que sea creativa y mejore la prestación del servicio educativo, lo contrae y lo circunscribe a la opinión personalista de quien ostenta el más alto cargo en el área de formación. Es decir, en los docentes hay un agotamiento al modelo clientelar, manipulador y excluyente, que caracteriza la administración pública pero que en el ámbito de la comunidad Universitaria deteriora con mayor fuerza las relaciones humanas y laborales y por ende el proceso de comunicación interna.

            Cuando se califica de “humanista” a una Universidad, se está haciendo alusión a crear las condiciones para que la Universidad se comporte institucionalmente como una instancia que respete las leyes, los procedimientos, la condición humana del trabajador universitario. La mayoría de los sujetos investigados coinciden en que hay un trato indecoroso hacia la majestad del docente universitario y que no hay un apoyo integral ni holístico a las iniciativas de investigación grupal o de carácter individual, sino se es parte del grupo que ocupa funciones de autoridad. Esta postura debe erradicarse, si nos pensamos como una instancia universal y plural, que respeta el libre pensamiento, solamente deben prevalecer los méritos, el talento y la capacidad de cada persona, no sus relaciones o interrelaciones humanas, porque la imagen de Universidad excluyente va en contra de todo cuanto ha sido declaración de motivos fundacionales de la UNELLEZ.

Desde el punto de vista de la función docente, los sujetos exponen que se necesita apoyo y redimensionamiento del carácter gerencial de los procesos docentes en la Universidad. La práctica docente, como la actividad de diseño, organización, conducción y valoración/evaluación de las experiencias de aprendizaje, son responsabilidad del docente, pero también es corresponsabilidad de los programas y jefaturas académicas de la Universidad. Esto implica que la práctica no se reduce a la actividad dentro del salón de clase, sino que incluye una etapa pre-interactiva, la interactiva y la post-interactiva; en ese escenario debe prevalecer un momento proactivo, que permita profundizar el diseño y organización que conduzca al docente a la valoración de su intervención y los resultados para introducir mejoras constantes y en tiempo real, fortaleciendo la idea de una docencia liberadora y participativa.

 

2.-Universidad autogestionada y cooperativa

 

La idea de una Universidad autogestionada y cooperativa, es un término que pertenece a la ideología anarquista del siglo XIX; pero en el caso que ocupa surge del interés de los sujetos investigados por tener acceso a una Universidad que pueda generar sus propios recursos para su mantenimiento y para el financiamiento de nuevas investigaciones. Dejar a un lado la figura institucional de pedirle al Estado recursos especiales para conquistar un nuevo conocimiento que termina empolvado en una oficina burocrática. Es necesario invertir en tecnología y conocimiento, para que de esta manera se impulse la investigación hacia áreas de formación que sean más sensibles y demandadas por las comunidades, porque la investigación y la extensión deben ser funciones de permanente interacción en la experiencia universitaria.

De este modo, la Universidad requiere fortalecer la entrada de su financiamiento, así como la accesibilidad a la administración de los recursos financieros universitarios, desde una visión transparente, cooperativa y de consenso plenario, a través de figuras como la Asamblea Universitaria, que venga a la defensa  de la educación pública universitaria y a la calidad de ese proceso formativo cubriendo los recursos pedagógicos mínimos que aseguren una educación que forme para la asistencia y el servicio en la resolución de problemas en la comunidad, y rompa los preceptos de una formación universitaria elitista y mercantilista.

Los docentes universitarios de la UNELLEZ, tienen una vocación social amplia, generosa; la expresan y manifiestan abiertamente, pero no están de acuerdo con que se haga un manejo de los recursos financieros a espaldas de la comunidad universitaria. Uno de los consultados, del Vicerectorado de Producción Agrícola del estado Portuguesa, argumentó que en una actividad especial de visita de representantes de la sociedad de Rectores Bolivarianos, realizada en la ciudad de Guanare, de una sola acción, se consumieron los presupuestos de los Programas, dejando en total indefensión el trabajo operativo de estas instancias académicas, lo que constituye una falta grave a la planificación, a los procedimientos, a la sana distribución de los recursos económicos que se traducen en desmejoras del servicio educativo que se presta.

La institución Universitaria responde a los intereses y a los objetivos colectivos que definen su razón de ser; esos intereses y esas metas asumen ciertas tareas en la sociedad que requieren de un entrenamiento para ser llevadas a cabo eficientemente; la Universidad debe generar los recursos que le permitan encargarse de los problemas de las comunidades, formando y capacitando para la solución de problemas y no para la multiplicación de ellos. La UNELLEZ, no debe ser una carga para un municipio o un estado donde se encuentre establecido alguno de sus Vicerrectorados; debe promover la resolución de problemas y debe encarar sus necesidades con posturas de emprendimiento, estrategia y acciones, en el marco de la legalidad que coadyuven a fortalecer la capacidad de respuesta interna de la institución Universitaria.  Es indispensable entender la misión social, que motiva la reproducción y auto reproducción, de las relaciones sociales existentes, y el fortalecimiento de la asistencia técnica como ruta para mejorar las condiciones de estímulo a la investigación y divulgación del nuevo conocimiento en cualquiera de las instancias donde se necesite del conocimiento para transformar situaciones que impacten en desarrollo y progreso para la colectividad.

 

3.-Universidad igualitaria

 

La UNELLEZ, necesita crear condiciones donde la confianza, el respeto en los preceptos legales, el reconocimiento a la meritocracia y el reforzamiento de los valores institucionales, conquisten al personal docente y a toda la comunidad Universitaria. No es posible que, en todas las respuestas dadas, sobresale el problema de la Igualdad. Se toman notas de algunas expresiones de los consultados: “En la Universidad hay grupos, no políticos, aunque de esos también hay, sino grupos de amigos que llegan a los cargos para cobrarse facturas viejas a otros grupos…”; “…en la UNELLEZ todo es personal, nada es Institucional…”; “…la Universidad ha decaído más por la desigualdad promovida por las autoridades que por diferencias ideológicas o políticas…”; “…la UNELLEZ, ha perdido prestancia y prestigio, por promover y sostener una Cultura de la desigualdad…”; “…como en el mundo Militar, hay intocables en la Universidad que abusan del poder y promocionan la desigualdad…” Como estas hay muchas posturas duras, críticas acerca de lo que se califica como promoción de la desigualdad en el seno de las relaciones humanas y laborales en la Universidad. Se hace necesario promover un movimiento que contribuya a fortalecer la posición humana del docente universitario respecto al trato licencioso, indiferente, ausente de reflexión y de valores institucionales, que hoy tiene a buena parte de la comunidad universitaria desmotivada y sin mayor ánimo que el de subsistencia, algo así como mantenerse en las cosas, pero sin involucrarse con ellas. De esta manera no alcanzamos a construir la Universidad que queremos y que, a pesar de la pesadumbre con que se intenta  subestimar los talentos y las personas que le dan a la Universidad un sitial importante en el mundo académico, es posible cambiar esta realidad si desde las bases se propone romper con una conducta que genera malformación en las relaciones humanas y laborales y que no permite que la Universidad crezca hacia sus espacios naturales de fomento y divulgación de nuevo conocimiento al servicio de la sociedad.

La administración lleva congelando y eliminando plazas desde hace años. Si exigimos que la oferta académica aumente, ¿por qué no averiguamos cuantas plazas están congeladas y cuantas han sido eliminadas por cada departamento? Y después que tengamos el número exacto, ¿acaso no podríamos levantar una exigencia mucho más concreta? Y si nos dicen que no hay presupuesto, ¿acaso no podríamos exigir tener acceso completo a la administración de los recursos de una facultad y de los departamentos para observar cómo se están distribuyendo los recursos? Las formas y los criterios utilizados por la burocracia administrativa a la hora de tomar las decisiones quedarían evidenciadas. La apertura de los libros y la exigencia de una educación de calidad cobran aquí una forma concreta totalmente pertinente para los estudios cotidianos del estudiantado. La consigna entonces deja de ser algo abstracto y se convierte en una lucha práctica.4.-Universidad rural.

 

4.-Universidad rural.

 

            En un plano general, los docentes universitarios aspiran volver al modelo de la Universidad rural; este modelo es sencillo, nos lo explicó de manera sabia un docente del Vicerectorado San Carlos, estado Cojedes: “La idea de nuestra Universidad siempre fue visionaria. Era, más o menos, este el sentido: por un lado, partir de satisfacer las necesidades de profesionales universitarios que pudieran trabajar en un ambiente orientado en la producción agrícola y pecuaria, como es la región de los llanos Centro Occidentales. No se trataba de graduar a una persona para que ocupara puestos burocráticos en el Estado o en una empresa privada. Era formar a un emprendedor que, por ejemplo, se graduara de Ingeniero Agrónomo y llegara al productor que viera con mayor necesidad de asistencia técnica y le propusiera que si iban a mitad y mitad de lo que sembrara o criara, él le aseguraba un alto rendimiento y que sus honorarios salían de ese aprovechamiento de la tierra y de la fauna, producto del conocimiento científico. Luego vendría el economista agrícola a levantar proyectos que pudieran traducirse en financiamientos de la banca privada o el Estado para promover la pequeña y mediana agro-industria; a este grupo se suman los sociólogos del desarrollo para medir el impacto social de las nuevas experiencias productivas en la zona y de allí plantear estrategias para mejorar la convivencia, el desarrollo urbano con seguridad y respeto a los valores e idiosincrasia de la zona. También se suma el educador que viene a ser parte de la Escuela que se haya creado en la zona o que se necesite; y así, sucesivamente se van adhiriendo profesionales de la UNELLEZ, a ese ecosistema productivo que haría posible un desarrollo sustentable local vigoroso y activo, donde la Universidad coloca el conocimiento y la técnica, y la sociedad se suma a brindarle los espacios para sembrar de saberes el proceso productivo…Así es el sueño de la Universidad que Siembra…”

            A este proyecto humano, de identidad local, se ha caracterizado un conocimiento especializado bien confeccionado e integrado a la realidad de cada territorio donde hay un asentamiento de la UNELLEZ. Ese conocimiento disciplinar parte de un Programa Ciencias de la Educación, donde destacan las carreras de Licenciatura en Educación en las menciones Integral, Castellano y Literatura, Matemática, Física, Educación Especial, Biología, Química, Educación Física, Deporte y Recreación, Arte y Geografía e Historia; de un Programa Ciencias del Agro y del Mar, destacando las carreras de Economía Agrícola e Ingeniería en las áreas: Agronómica, Agroindustrial, Recursos Naturales Renovables y Producción Animal; Técnico Superior Universitario en las áreas de Pesca Continental y Alimentos; de un Programa Ciencias de la Salud, destacando la Medicina Integral Comunitaria; de un Programa Ingeniería, donde se aprecian las carreras de Arquitectura y Tecnología. Ingeniería en las áreas Civil, Informática, Petróleo y Agrícola; y Técnico Superior Universitario en las áreas Topografía, Construcción Civil e Informática; y de un Programa Ciencias Sociales, donde se aprecian las carreras de Derecho, Planificación y Desarrollo, Sociología del Desarrollo, Administración y Contaduría Pública.

            Esta fortaleza disciplinar de saberes brinda todas las posibilidades a la UNELLEZ, de ser un centro de formación activo e interactivo que permita desarrollar un proyecto de Universidad rural, el cual no es nada novedoso, ya que en el plano internacional, ha sido concebido como modalidad de la educación alternativa que persigue el fomento del saber y no la visión materialista, neoliberal del lucro, como ocurre en las Universidades norteamericanas, de México, Chile, o Europa, entre otras; es un proyecto que promueve  la enseñanza de las artes, ciencias y humanidades, con énfasis en el medio ambiente y la agricultura, realizando sus tareas de manera independiente y promoviendo el trabajo cooperativo y la autogestión, investigación. La Universidad rural, como ideal para convertir a la UNELLEZ, en lo que fue su origen como instancia de educación superior, busca la divulgación científica, a enseñanza y la profesionalización en el marco de una consciencia social activa, formada en una sola pieza, sin fractura ni medias tintas; una Universidad entregada al desarrollo y progreso de la sociedad. Pero para esto es necesario, coinciden los sujetos investigados en ello, que las autoridades se involucren con su Universidad. Se aprecia mucho distanciamiento hacia lo interno; una comunicación débil, donde la incertidumbre está a la hora del día; donde se abren procesos viciados sin hacer partícipe a las partes involucradas; donde las relaciones humanas y laborales, están sectorizadas, remarcadas por el grupismo y donde se está perdiendo la cultura de la convivencia laboral en el marco de un clima organizacional hostil, que no invita a la creatividad y al compromiso.

            La UNELLEZ, de hoy día somos 5.500 estudiantes, 3.200 docentes, 3.700 empleados y 1.200, obreros; un total de 13.600 personas que hacen vida en los cuatro Vicerrectorados, y que, de manera definitiva y clara, aspiramos impulsar nuestra Universidad hacia mejores condiciones que hagan realidad el tránsito de una Universidad Experimental, extensión del Estado, por haber sido creada por él, poseedora de nuevas estructuras académicas y administrativas, con una autonomía funcional, de acuerdo a las condiciones requeridas por la experimentación educativa, hacia una Universidad Nacional Autónoma,  que dependen de sí mismas, que tenga la capacidad de planifican y elegir sus propias autoridades, personal docente y administrativo, que asuma  el poder de manejar sus ingresos y de organizar sus propios patrimonios, y disponer de autonomía organizativa para indicar su normativa externa, sin tener que andar limitando sus acciones en el marco de un Reglamento Ejecutivo que viene pre-figurado desde intereses burocráticos, y no que represente el carácter universal y democrático de la Universidad liberadora que se consolide con la sociedad en la satisfacción de sus necesidades.

            En próximas entregas ahondaremos en otros elementos que constituyen un aliciente para llevar a cabo una tarea de revisión, rectificación y reimpulso que lleve a la UNELLEZ, a un escenario de reencuentro con sus valores originarios de Universidad rural.

 

* -azocarramon1968@gmail.com

 



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Ramón Eduardo Azócar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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