Alquimia Política

La Universidad Experimental en busca de un personaje

En Venezuela, de acuerdo a nuestro marco legal educativo vigente, hay la figura de las Universidades Experimentales (la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, UNELLEZ, es un ejemplo de ellas), las cuales, amparadas en el artículo 10 de la "Ley de Universidades" (Gaceta Oficial 1.429, 8 de septiembre de 1970, con sus enmiendas subsiguientes, la última en el 2008), son descritas como instituciones creadas con el "…fin de ensayar orientaciones y estructuras en Educación Superior…" La misma Ley establece que son instancias que gozarán de autonomía dentro de "las condiciones especiales requeridas por la experimentación educativa…". Siendo su estructura y organización administrativa y académica, establecida por reglamentos internos de carácter ejecutivo, siendo "objeto de evaluación periódica a los fines de aprovechar los resultados beneficiosos para la renovación del sistema y determinar la continuación, modificación o supresión de su status".

En el mismo artículo 10, se expone un Parágrafo Único: "El Ejecutivo Nacional, oída asimismo la opinión del Consejo Nacional de Universidades, podrá también crear o autorizar el funcionamiento de Institutos o Colegios universitarios, cuyo régimen será establecido en el reglamento que al efecto dicte, y los cuales no tendrán representantes en el Consejo Nacional de Universidades".

En concreto, el Estado, a través del mandato de Ley que le da legitimidad a la figura de las instituciones de educación superior, para responder a las necesidades de formación profesional de la población estudiantil que demanda vías expeditas en la concreción de sus proyectos de vida y su inclusión en el proceso de contribución al desarrollo del país.

En las Universidades Experimentales se ha dado un fenómeno interesante y es el margen de diferimiento del propio capital humano para alcanzar el estatus de Universidades Autónomas Nacional, el cual se alcanza una vez que cumplidos ciertos requisitos procedimentales exigidos por el Consejo Nacional de Universidades, demostrar, en investigación y extensión, que se cubre un amplio margen de participación de dichas instituciones. En ese plano de excelencia y conquista de méritos académicos, una de esas Universidades Experimentales, la Simón Bolívar, alcanzó en el 1995, su pase a Universidad Nacional Autónoma.

Ahora bien, la fortaleza de llegar a ser Universidad Nacional Autónoma, es que se activan todos los mecanismos de independencia del co-gobierno universitario, pudiendo seleccionar su personal administrativo-gerencial, a través de procesos internos de elección que hagan posible seleccionar a los docentes y administrativos más aptos para el ejercicio del liderazgo universitario. En el caso de las Universidades Experimentales, la selección de sus autoridades es parte de un protocolo político que minimiza la selección de un candidato que sea de una sola pieza, con convicción académica y con un plan de trabajo que haga posible mejorar las condiciones de comunicación universitaria que pueda traducirse en crecimiento y motivación de la investigación, la extensión y, por ende, de un mejoramiento sustancial de la docencia.

Las Universidades Experimentales confrontan hoy día (según lo revela el documento de diagnóstico titulado "Situación de la educación universitaria en Venezuela", presentado al Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología en el 2016, por un grupo nutrido de Universidades Nacionales Autónomas), tres problemas puntuales: la falta de un presupuesto ajustado a las políticas de investigación y extensión que garanticen el cumplimiento de las tareas académicas con un mínimo de dignidad y profesionalismo; el estado deplorable de la infraestructura física de las Universidades Experimentales, y el de los servicios que por derecho debería prestar al estudiantado; y la falta de liderazgo en las cabezas gerenciales que tienen la responsabilidad de dirigir estas instituciones.

De esta percepción real y verificable de los síntomas de la Universidad Experimental venezolana, el que más preocupa es el de la falta de liderazgo institucional, porque se puede sobrevivir sin recursos, se asume la autogestión como política operativa de emergencia; sin servicios, se toman medidas cooperativas entre la misma comunidad universitaria y se resuelven ciertos desajustes o ausencias; pero no se puede sobrevivir en una institución sin liderazgo, sin opción idónea de quienes tienen la tarea de administrar los reglamentos y darle viabilidad a los procesos administrativos de las instituciones experimentales.

En el caso de la UNELLEZ, ha surgido la inquietud de mejorar las condiciones de comunicación e interacción entre las autoridades y su planta docente y administrativa, lo cual es ya un elemento importante, pero se hace necesario profundizar aún más esa intención. No todos en la UNELLEZ, son operadores políticos para tener la primera opción de liderizar la conducción de la Universidad, pero es necesario marcar un perfil del "personaje" que pueda venir a ocupar funciones de dirección en Universidades Experimentales. Para ello se ha creado una línea de investigación titulada "Gerencia y Liderazgo Universitario", en la cual, en un primer avance de trabajo de un equipo multidisciplinario del Programa Ciencias Sociales de la UNELLEZ-VPA, se ha develado que es necesario cumplir con siete atributos para ser una opción ideal de gerente universitario para el caso de las Universidades Experimentales: 1.- Ser miembro de la comunidad originaria de la Universidad Experimental, un "importado" nunca podrá entender los valores y principios de una institución experimental, constituye un retroceso en todo el programa estratégico académico valorado por esa comunidad universitaria; 2.- Tener méritos académicos (investigación-extensión-docencia), solamente una persona con un recorrido permanente por los valores de la academia puede sostener un liderazgo de respeto y legitimidad en su comunidad universitaria; 3.- Poseer capacidad para el diálogo y el entendimiento, no medirse como un ser de "otro mundo" que venga a imponer un Reglamento y sus caprichos personales; 4.- Ser un académico que entienda que los Reglamentos están para ser administrados con sentido común y de justicia, no para "cobran rencillas personales" o imponerlos en razón de su letra inerte e inhumana, un gerente que se escuda en los Reglamentos para gerenciar, es un "gerente mediocre", sin personalidad ni capacidad profesional para la toma de decisiones; 5.- Asumir una conducta gerencial de crecimiento y progreso académico, buscar los medios para capitalizar el prestigio de la universidad y no visualizar su llegada a cargos de conducción bajo la premisa de venir a cubrir tareas y nada más, es inminente que sea emprendedor y proactivo; 6.- Que sea un académico vinculado con el Proyecto País y que su actuación lejos de ser vista como politiquera sea una respuesta profesional a las necesidades más sentidas de las comunidades; y 7.- Que venga a ocupar un espacio de gerencia y liderazgo, en el marco de garantizar la consecución de las actividades de la Universidad Experimental, hacia un estatus de Universidad Nacional Autónoma.

En concreto, hay necesidad imperiosa de un liderazgo académico, sin medias tintas, sin libreto impuesto por grupos de poder político o personalista; mucho se ha dicho que el problema de liderazgo universitario es un asunto de ideología, en eso difiero totalmente; el problema del liderazgo universitario es un problema de persona, de valores, de ética; si contamos, como sabemos que los hay, con personalidades académicas de una sola pieza: ¿por qué se siguen postulando nombres para cargos de conducción universitaria de personajes que nunca han entendido la universidad y que solamente han vivido para entenderse a sí mismos y a sus séquitos acompañantes? Debe prevalecer el profesionalismo y la academia, de lo contrario estamos en el margen de urgencia de perder el poco prestigio ganado por las Universidades Experimentales en los últimos veinte años.

Es importante, a todas estas, dejar en claro que el papel de trabajo de un líder de las Universidades Experimentales, es coadyuvar a la conquista de estimular todas las condiciones necesarias para convertir a la institución en una Universidad Nacional Autónoma, ese es el frente que debe encarar como gerente y es el rol que de él espera la comunidad universitaria. Solamente el liderazgo y el compromiso con la academia y el conocimiento, hará posible la universidad transformada y liberadora.



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Ramón Eduardo Azócar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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