Argentina registró en febrero una inflación de 13,2 por ciento, anotando su segunda baja consecutiva del año, con lo que acumuló una subida de precios de 276,2 por ciento en los últimos 12 meses, informó hoy martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

El indicador de precios de febrero se situó por debajo de la expectativa de los analistas privados, quienes estimaron una inflación de 15 por ciento, y es además el nivel más bajo alcanzado desde diciembre pasado (25,5 por ciento), señaló la entidad en un informe.

Sostuvo que en lo que va de 2024, el alza de los valores de bienes y servicios en Argentina acumula un 36,6 por ciento.

En términos interanuales, los rubros que tuvieron mayor impacto inflacionario fueron Bienes y servicios varios, con un aumento de 350,4 por ciento; Salud (305,8 por ciento), Equipamiento y mantenimiento del hogar (304,3 por ciento) y Alimentos y bebidas no alcohólicas (303,8 por ciento).

Le siguieron Transporte (297,8 por ciento), Comunicación (283,8 por ciento), Restaurantes y hoteles (270,9 por ciento) Recreación y cultura (270,4 por ciento), Prendas de vestir y calzado (204,2 por ciento) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (201,5 por ciento), detalló el INDEC.

En la medición mensual, se evidenció un aumento por encima del 20 por ciento en rubros como Transporte, Comunicación y los Servicios relacionados con la energía en las viviendas, como consecuencia de las políticas de eliminación de subsidios que aplicó el Gobierno del presidente Javier Milei en el marco de su programa de ajuste fiscal.

Por su parte, en los primeros dos meses de 2024, los sectores con mayores alzas fueron Bienes y servicios varios (68,3 por ciento), Comunicación (56 por ciento), Transporte (53,6 por ciento), Bebidas alcohólicas y tabaco (42,4 por ciento) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (37,1 por ciento).

De igual forma se registraron significativos aumentos en Salud (36,8 por ciento), Alimentos y bebidas no alcohólicas (34,7 por ciento), Recreación y la cultura (34,6 por ciento) y Restaurantes y hoteles (32,8 por ciento).

Milei había vaticinado que el dato de inflación de febrero alcanzaría "un numerazo", al ubicarse por debajo del 15 por ciento, en tanto que los analistas privados consultados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) proyectaron un alza de entre 15,5 y 15,8 por ciento para febrero de este año y entre 14 y 14,3 por ciento en marzo.

Las consultoras, centros de investigación y entidades financieras que participaron del relevamiento hecho por el BCRA proyectaron una inflación de 210,2 por ciento para Argentina en 2024.

Pobreza afecta al 57% de los niños, revela UNICEF

La pobreza monetaria afecta al 57 por ciento de los niños en Argentina, lo que equivale a 7,1 millones de menores, reveló hoy martes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés).

El organismo internacional indicó en un comunicado que "la indigencia en niñas y niños en Argentina aumentó al 14,3 por ciento en el primer semestre de 2023, lo que equivale a 1,8 millones de chicas y chicos, 250.000 más en comparación con 2022".

Según el reporte, el escenario se habría agudizado hacia finales del 2023, hasta alcanzar al 19,4 por ciento de la población infantil, con lo que son 630.000 niños más "que viven en hogares que no cubren la canasta básica de alimentos", al tiempo que el presupuesto nacional destinado a niñez muestra "una caída del 75 por ciento en términos reales".

"Algunos de ellos (niños) se encuentran incluso en situaciones de mayor vulnerabilidad: la pobreza se eleva cuando los referentes del hogar tienen muy bajo clima educativo (83 por ciento), en los casos de hogares monomarentales (68 por ciento) o cuando residen en barrios populares (84 por ciento)", puntualizó el reporte.

Luisa Brumana, representante de UNICEF Argentina, señaló en la presentación del informe que "el presupuesto constituye una herramienta clave para aportar elementos desde la política fiscal que garanticen el cumplimiento de los derechos de la infancia y la adolescencia".

"Con esta información buscamos contribuir a la toma de decisiones de los gobiernos, en cumplimiento con los planes de trabajo acordados con el Estado nacional, y a partir del mandato establecido en la Convención de los Derechos del Niño", dijo.

Ante esto, UNICEF Argentina planteó que la implementación de políticas nacionales clave para la infancia "presenta signos de alerta en lo que va de 2024", ya que "por un lado, se registra un número importante de iniciativas que muestran niveles de ejecución nulos o casi nulos (fortalecimiento edilicio de jardines de infantes, Plan Nacional de Primera Infancia, entre otros)".

En tanto, "por el otro, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Prestación Alimentar muestran niveles de ejecución elevados para el momento del año debido a que los montos previstos en el presupuesto actual -prorrogado de 2023- no son suficientes para hacer frente a las necesidades de financiamiento que se requieren para dar cobertura a las familias a lo largo de todo el año", detalló.

En esa línea, el organismo enfatizó que "las políticas de protección de ingresos resultan centrales para mitigar los niveles de pobreza: sin estos programas alrededor de 270.000 niñas y niños más vivirían en la pobreza y más de 1 millón pasarían a ser indigentes".

Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo de UNICEF Argentina, advirtió que "de mantenerse las tendencias actuales, la prevalencia de la pobreza monetaria en la niñez y la adolescencia para el primer trimestre de 2024 alcanzaría valores en torno al 70 por ciento, mientras que la indigencia llegaría al 34 por ciento, con repercusiones en el bienestar actual y de largo plazo".

Deterioro

La disparada inflacionaria en este comienzo de la administración Milei es brutal y, a contramano de lo que plantean los libertarios, se trata de un efecto buscado por parte del equipo económico, como forma de generar una fenomenal licuación de "pesos", que es una forma elegante de nombrar a los ingresos de los argentinos. De paso, el Gobierno modela una distribución del ingreso fuertemente regresiva.

Así, se calcula que entre diciembre y enero, cuando la inflación tocó el 25,5 por ciento y el 20,6 por ciento, respectivamente, el deterioro del poder de compra de los salarios fue del 20 por ciento. Para tener una dimensión de semejante caída, el derrape a lo largo del 2002, luego del estallido de la convertibilidad, fue algo superior al 26 por ciento.

En febrero, la disputa precios-salarios habría sido más pareja, aunque la nueva aceleración inflacionaria de marzo permite anticipar un nuevo retroceso para los ingresos. Hacia adelante, ya no solamente juega la capacidad de las negociaciones paritarias para acercarse al ritmo de la inflación: el problema de desempleo que se está gestando será un pie de plomo para los salarios.

Con informaciónde Xinhua en Español / Página 12.