Buenos Aires, 17 de Septiembre - El Fondo Monetario Internacional avanza en las negociaciones con Argentina para concretar un nuevo acuerdo que permita cubrir sus necesidades financieras en 2019.
Una portavoz del FMI dijo el lunes a The Associated Press y a otros medios de prensa que durante la última semana un equipo del organismo encabezado por Roberto Cardarelli mantuvo “reuniones productivas” en Buenos Aires con funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central y que “se están haciendo avances importantes hacia el fortalecimiento del plan de política económica” del país sudamericano.
“Estamos trabajando arduamente para concluir estas conversaciones a nivel técnico pronto y presentar una propuesta al Directorio Ejecutivo del FMI”, señaló el mensaje enviado por la portavoz del organismo financiero.
El gobierno argentino busca un adelantamiento de los fondos del acuerdo crediticio suscrito en junio por el cual Argentina se comprometió a reducir el déficit para obtener un préstamo de 50.000 millones de dólares con el fin de afrontar la crisis cambiaria iniciada un mes antes. Desde comienzos de año la moneda acumula una devaluación de cerca de 54%.
El gobierno del presidente Mauricio Macri dijo a principios de mes que se deberá esperar al menos hasta la segunda mitad de septiembre para conocer si el Fondo accede a entregar de forma adelantada los recursos financieros previstos para 2020 y 2021.
Las autoridades económicas encaran las negociaciones con el compromiso anunciado de llevar a cero el déficit fiscal en 2019.
El gobierno viene aplicando desde hace tiempo impopulares políticas de ajuste para reducir el gasto. Recientemente, acuciado por una renegociación de las condiciones del préstamo, anunció la aplicación de un impuesto a todas las exportaciones para asegurarse un mayor volumen de ingresos y redujo el número de ministerios.
Macri aspira además a lograr el apoyo de parte de la oposición política para aprobar un presupuesto más ajustado. En su proyecto de presupuesto para 2019 presentado el lunes el gobierno previó una inflación anual de 23%, un dólar a 40,10 pesos por unidad y una caída de la economía de 0,5%.
El dólar cerró el lunes a 40,20 pesos por unidad y bajó así levemente respecto del viernes, el último día de operaciones del mercado de cambio, cuando cotizó a 40,40 pesos.
La devaluación del peso ha recalentado en los últimos meses la inflación, que según analistas se ubicará en más de 40% en 2018. El alza de precios de los productos básicos, que perjudica particularmente al casi 30% de la población que vive en la pobreza, incrementó las protestas sociales.
El gobierno considera que algunos factores que incidieron en la crisis fueron la fuerte sequía que golpeó al campo -el sector que asegura más ingresos- y condiciones internacionales adversas como la suba del precio del petróleo y de las tasas de interés en Estados Unidos que hicieron que flujos de capital emigraran a ese país.
