(Reportaje) Nuevo DICOM. ¿Solución o nuevo paso hacia el abismo?

El 27 de marzo, en el cierre de la feria empresarial Venezuela Potencia, el presidente Nicolás Maduro anuncio un nuevo sistema cambiario, el nuevo DICOM. Sin grandes precisiones, más allá de señalar que este produciría dos subastas semanales, afirmó que empezaría a funcionar la primera semana de Abril. Esta declaración, en cuentagotas, se suma a la afirmación realizada en la apertura de la misma feria, donde indicó que la época Cadivi se había terminado, afirmación de la que tampoco dio mayores detalles.

Desde mediados de febrero vienen circulando diversos rumores y noticias sobre este anuncio. Primero la noticia comenzó a rodar por grupos de wathsapps que integran funcionarios medios y altos, y también miembros de la oposición, comentarios que después se filtraron en forma de afirmaciones sin fuente a las redes sociales públicas. Luego fue el ministro Lobo quién hace aproximadamente un mes, dijo que el Presidente haría importantes anuncios en relación al sistema cambiario, y en los últimos 15 días fue el ministro Farías, el que aseguró que esos anuncios serían de gran impacto.

Sin embargo, más allá de los rumores que ubican el tipo de cambio de ese nuevo sistema alrededor de los 1.600 bolívares por dólar, lo que significaría una devaluación importante, son muchas las preguntas sobre el sistema anunciado que no tienen respuesta por ahora. ¿Se trata de la unificación de los distintos tipos de cambio oficiales? ¿Cómo se financiará con divisas convertibles las subastas? ¿Cuál será el tipo de cambio testigo del mismo? ¿Cuáles serán los cambios en la ley de inversiones extranjeras, y estos cambios servirán para financiar al sistema? ¿Venderá PDVSA sus dólares excedentes, de obtenerlos, en el nuevo sistema? Y muchas más.

En fin, con más interrogantes que respuestas a la vista, parece que la estrategia elegida es realizar este cambio en pequeñas dosis, gota a gota, de la misma manera en la que se administran medicamentos con altas dosis de veneno. Veremos si con el transcurso de los días y semanas se aclara el panorama.

Mientras tanto lo concreto es que entre la apertura y el cierre de la feria, que resultó el escenario elegido para continuar el dialogo con importantes empresarios nacionales y transnacionales, se anunció el otorgamiento de dólares a algunos de ellos, estos dólares fueron otorgados en formas de préstamos de Bancoex, aunque su devolución en divisas depende de que estas compañías exporten, (lo que sugiere que si no exportan devolverán los dólares recibidos en bolívares devaluados) según afirmó el vicepresidente El Aisami.  Por otra parte el otro anuncio concreto fueron los acuerdos de incorporar a empresas locales a la producción para los nuevos CLAP de aseo e higiene personal.

Déficit de divisas, deuda externa, importaciones, y reservas

Según afirman distintas consultoras privadas y estudios de grupos de la sociedad civil el déficit actual del país en moneda extranjera convertible rondaría los 10.000 millones de dólares para este año. Este déficit es el que estiman especialistas a pesar del aumento del precio del barril de petróleo, y quizás sea todavía optimista, tomando en cuenta la caída del barril ocurrida en las últimas semanas, lo que parecería ser una tendencia a la baja o al estancamiento de esos precios.

Por otra parte y a pesar de la refinanciación de Deuda, que Pdvsa operó el año pasado, el ministro Lobo afirmó en la semana anterior a diversos medios de comunicación, que Venezuela debe pagar este año por deuda externa 17.000 millones de dólares, 5000 de los cuales vencen en los próximos días, y afirmó que el gobierno cumplirá esos compromisos como hasta ahora lo ha hecho.

A su vez la caída de las importaciones continuará este año. Tomando como base el último informe del Banco Central de Venezuela en este aspecto que es del año 2014, ese año las importaciones fueron del orden de los 48.000 millones de dólares para pasar en 2015 a 32.000 millones y resultar en 2016 alrededor de 17.000 millones. Cómo las condiciones de ingreso de divisas no cambiaron sustancialmente y el nivel de deuda a pagar es muy alto, es de esperar que la evolución de las importaciones continúe cayendo en este año 2017, las estimaciones más optimistas indican que se podrían destinar a esta actividad entre 13 y 14.000 millones de la moneda estadounidense.

Con este panorama es muy difícil lograr financiamiento para frenar la actual recesión económica y empezar a crecer. Y, si en 2016 las subastas de dólares por el viejo sistema DICOM, apenas alcanzaron los 2.000 millones de dólares, es muy difícil que en la situación actual, prácticamente sin reservas líquidas, las subastas del nuevo DICOM, puedan resolver las necesidades de divisas para reactivar la economía. A no ser que funcione otro anunció que pasó debajo de la mesa para los medios, como lo fue el ingreso de Venezuela al símil de Banco Mundial que están impulsando los chinos. De todas formas de lograr financiamiento en ese banco muy difícilmente sea en lo inmediato.

¿Financiamiento de las empresas públicas y privadas para el nuevo DICOM?

Otra frase al pasar del presidente Maduro en su discurso de clausura de la Feria fue que las empresas públicas y privadas financiaran las subastas. Esto sugiere que las empresas de esos sectores podrían o deberían vender sus dólares en ese mecanismo. Ahora bien la modificación a la ley de inversiones extranjeras y la facilidad para las exportaciones a las empresas privadas establece que estas podrían quedarse en el exterior con el 80% de las divisas obtenidas en sus operaciones de exportación (hasta ahora era el 60%), en este aspecto hay que resaltar que sin embargo a esas empresas se les otorgan beneficios fiscales y crediticios como pudo apreciarse en la misma Feria.

Otra fuente de divisas a las que apuesta el gobierno es a la repatriación de capitales, así lo declaró el ministro Farías. Sin embargo toda la historia mundial demuestra que una vez fugados esos capitales no retornan. El último ejemplo es el aliento dado por el gobierno de Mauricio Macri en Argentina a un mecanismo similar al que propone Farías. En los 3 meses siguientes a la sanción de la ley, el balance de ingreso al país de capitales de argentinos en el exterior fue ampliamente superado por la fuga al exterior, facilitada inclusive por incentivos similares a los que el ministro Farías hizo mención.

Al mismo tiempo que se conocían los anuncios presidenciales, la cámara de industriales consultada por algunos medios, Conindustria, afirmó que no esperan que el resultado de este nuevo DICOM sea diferente del anterior. Señaló también que los industriales están esperando es la asignación de dólares para importar los insumos y materias primas que necesitan y que de lo contrario no se recuperará la producción.  Es decir no están pensando en repatriar sus capitales fugados al exterior sino en seguir recibiendo divisas.

Mientras que el informe de reservas internaciones del 24 de marzo, publicado el lunes 27 de marzo por el Banco Central de Venezuela, indica que el volumen  de reservas está en 10.407 millones en oro, mientras que las reservas líquidas ese día eran de 3 millones de dólares. Lo que hace imposible que se financie ese mecanismo con Reservas del BCV.

Por otra parte precios, abastecimiento y sistema cambiario, son tres componentes están íntimamente relacionados y un brevísimo estudio de ellos permite comprender lo que sucederá con el nuevo DICOM. Si no se logra financiar este mecanismo, lo que como vimos más arriba, más allá de la escasa información hasta el día de hoy, es bastante incierto. Continuarán disparándose los precios, se profundizará el desabastecimiento y todo se concentrará en los CLAP, que paso a paso están agregando productos como vimos en el anuncio presidencial del mismo día, de los de aseo e higiene personal. Pero el problema es que el sistema CLAP no ha logrado hasta ahora llegar eficientemente a más de un millón de familias por mes, dejando desatendidos al menos a 25 millones de venezolanos. Por otra parte continuarán disparándose los precios de los productos que hoy día se ven a niveles exorbitantes en los supermercados o tiendas que importan directamente con sus dólares, y el sistema cambiario nuevo corre el riesgo de estancarse como el anterior. Todo esto profundizará la crisis haciendo más difícil su resolución.

La crisis continúa abriéndose en pinzas y su resolución necesita medidas excepcionales. Por un lado los economistas neoclásicos, o que ven la economía como una técnica estadística, continúan afincados en la liberación del dólar y un sistema de financiamiento asentado en el compromiso del patrimonio público, amarrado a cualquier organismo internacional de crédito ya sea influido por Estado Unidos o China.

Pero hay otro brazo de la pinza para salir de la crisis, y este es tomar decisiones autónomas, apalancando el financiamiento del necesario sinceramiento de tipo de cambio y el sistema cambiario, con la suspensión de los pagos de una deuda externa imposible de seguir honrando si se quiere resolver la crisis de medicinas y alimentos, y la fijación de impuestos a los capitales de venezolanos depositados en el exterior. Lo demás es postergar la agonía y continuar dando pasos hacia un colapso, tan previsible, como todavía evitable. 



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