El modelo económico de guerra impuesto por el imperialismo a Venezuela

En estos últimos meses es difícil desconocer que Venezuela vive tiempos de dificultad económica. Una situación que mantiene a la sociedad en una permanente incertidumbre, generando desconfianza e inseguridad en los actores económicos. Según los economistas estos actores se vinculan por medio de diversos procesos monetarios y de pagos que se dan en la dinámica productiva y distributiva dentro del mercado de bienes y servicios, que a la vez están vinculados a los mercados monetarios, cambiarios, laboral, de valores y de créditos.

Está suficientemente demostrado que esa persistente incertidumbre viene siendo generada desde el exterior, específicamente desde el gobierno de los Estados Unidos, que mantiene a los actores económicos públicos y privados nacionales en un constante ciclo de riesgos de no poder pagar o cancelar las obligaciones monetarias y su incidencia directa en las alzas y bajas de la producción nacional y los precios.

Es un escenario que ha sido magnificado por los medios de comunicación, que se retroalimenta de las continuas declaraciones diplomáticas conflictivas entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, contribuyendo a incrementar la percepción de que nuestro país cada vez es más riesgoso para los inversionistas extranjeros. Y eso, es precisamente el objetivo del Imperio del Norte: que los inversionistas y apostadores del futuro de Venezuela disminuyan y se alejen cada vez más de nuestro territorio.

He allí el papel que deben jugar los decisores del gobierno revolucionario: el de buscar alternativas políticas y económicas para alejar y proteger cada vez más a nuestra sociedad de los ataques imperiales que buscan mellar la capacidad de respuesta gubernamental para atender problemas macroeconómicos fundamentales como la producción de bienes y servicios de primera necesidad y de consumo masivo, la recaudación fiscal, el empleo productivo bien remunerado, el crédito para la inversión y un gasto social que garantice la paz social.

PERSPECTIVA PARA COMPRENDER LA REALIDAD ECONÓMICA VENEZOLANA

Para comprender el escenario político-económico de la Venezuela actual, requiere verlo desde una perspectiva sistémica compleja, donde aún en nuestra sociedad, sigue predominando la dinámica del capital por encima de la dinámica de lo social, más allá del esfuerzo distributivo que hace el gobierno revolucionario para satisfacer necesidades básicas de la población a pesar del bloqueo y sanciones unilaterales y coercitivas que ha impuesto Estados Unidos.

Es importante destacar, que esas necesidades sociales sólo pueden ser satisfechas con dinero, sea por medio de la recaudación tributaria, financiamiento interno o externo o por medio de la creación de formas dinero endógeno. Eso es una realidad y nadie la puede ocultar.

Los diversos procesos de pagos de la economía venezolana, valga decir para pagar compras, servicios, sueldos, deudas o gastos superfluos, al igual que en el resto del mundo actual, depende de las distintas modalidades monetarias que emergen del modo de producción dominante: el capitalismo, valga decir, de la dinámica del capital. Una dinámica que está montada sobre una superestructura dominada actualmente por Estados Unidos, porque aún controla el sistema de pago y financiero internacional, porque el dólar sigue rigiendo el comercio internacional, y ese país sigue chantajeando, agrediendo y amenazando con bloquear de manera definitiva del uso de su sistema de pagos a aquellos países que no se alinean a sus intereses imperiales, como es el caso de Venezuela.

LAS VISIONES ECONÓMICAS TRADICIONALES NO LOGRAN EXPLICAR LO QUE OCURRE EN VENEZUELA

Desde el punto de vista teórico esa situación se da porque el comportamiento del capital viene explicada por la incidencia monetaria sobre el proceso de capitalización, de producción de bienes o inversión reproductiva directa. En términos más sencillos, las economías capitalistas dependen del dinero para poder comprar, producir, distribuir y comercializar bienes y servicios.

Como vemos, el dinero trae controversias políticas. Porque un problema político es garantizar que no haya crisis de producción, de desempleo ni inflación. Esta es una disyuntiva que en lo teórico ha estado presente en el debate académico desde mediados del siglo XIX hasta la fecha, siendo los exponentes más notorios Carlos Marx (1875) y John Maynard Keynes (1926) que creían que las crisis de producción eran sistémicas o endógenas; y en oposición a esa visión, a mediados del siglo XX, Hayek y Milton Friedman creían que eran crisis casuísticas o exógenas, porque son ocasionadas fundamentalmente por actores externos a la dinámica económica como era la mano del Estado, entendiendo que estos autores no creen que el Estado deba meterse en la economía.

VISIÓN ALTERNATIVA PARA COMPRENDER LA REALIDAD ECONÓMICA VENEZOLANA ACTUAL

Soy el que cree que esas dos visiones económicas no sirven para explicar o comprender la crisis de producción venezolana actual. Insisto que factores o perturbaciones externas, ocasionados por potencias extranjeras, en este caso Estados Unidos, vienen incidiendo en la economía con fines geopolíticos conflictivos.

Porque está demostrado que ese país ha desatado una guerra económica contra Venezuela, que se caracteriza por ser multifactorial, multilateral e injerencista, por medio de agresiones y sanciones unilaterales y coercitivas, con la finalidad de generar tensiones que afecten y reduzcan la capacidad del Estado de garantizar la estabilidad en los niveles de producción, empleo e inflación, que permitan dinamizar y llevar la economía hacia el crecimiento sostenido en el tiempo, como condición necesaria para la paz social y política de la Nación.

Son factores externos que buscan el caos económico por medio de la manipulación cambiaria, el bloqueo financiero internacional, la persecución comercial Internacional, el colapso industrial básico como el petrolero, el caos energético, acusaciones diplomáticas, sanciones y bloqueos unilaterales, así como guerra económica a lo interno de origen monetarios, cambiarios y fiscales con fines inflacionarios.

En fin, son factores que inciden en la sinergia económica nacional porque atacan directamente la estructura productiva de la nación: la industria petrolera, los precios de la economía, el régimen fiscal, el ingreso y la distribución social.

Como vemos, esta visión de los factores "externos" para explicar la crisis de producción venezolana, que pudiera llamarse la visión "geopolítica", está vinculada a la "macropolítica económica", que es totalmente antagónica a las dos visiones económicas tradicionales, que son la visión "sistémica" y la visión "exógena".



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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