Estamos mal y vamos peor - Precios (Parte I)

Las constantes referencias de funcionarios del gobierno sobre que el actual plan económico va por el camino correcto me recuerda a Teodoro y su célebre frase de "estamos mal pero vamos bien".

Pues ahora no estamos bien y vamos peor. Estamos muy mal y hay que darle urgentemente un parao a esta crisis o el proceso se nos vendrá a pique.

En efecto, el pasado 20 de agosto el gobierno anunció con bombos y platillos un "maravilloso y bien pensado plan" que acabaría con esta profunda crisis económica. Nada de eso ha sucedido, la inflación sigue desbocada y el poder adquisitivo de los sectores populares se reduce cada día más.

LAS CAUSAS FUNDAMENTALES

Pero para poder resolver este desastre primero que nada hay que conocer sus verdaderas causas, que no son otras que la combinación de una sostenida devaluación de nuestra moneda producto de una exagerada demanda de divisas extranjeras por parte de un sector privado que posee una inmensa liquidez gracias a una brutal especulación con un raquítico aparato productivo.

Vistas así las cosas, basta tomar medidas lógicas y adaptadas a nuestra realidad que derroten esta grosera acumulación de liquidez y la inflación, como:

a) Establecer el PVP

b) Limitar la acumulación de liquidez producto de la especulación con una correcta política impositiva.

c) Reducir el IVA a niveles mínimos, de tal forma de eliminar esa nefasta práctica de que sea el consumidor un soporte fundamental del gasta público, y eliminando sus odiosas excepciones, convirtiéndolo en universal.

d) Castigar efectiva y duramente la especulación

e) Incorporar efectivamente a la población en ese combate, otorgándole mecanismos de control y poder.

Por solo mencionar algunas de las más relevantes.

La pregunta del millón es, por qué no se toman esas y otras medidas similares?

UN EQUIPO ECONOMICO DE FORMACION NEOLIBERAL

La Respuesta la encontramos en el hecho que el equipo que dirige actualmente la política económica del gobierno profesa el pensamiento neoliberal y tomar esas medidas chocaría frontalmente con sus principios doctrinarios.

Pero no es que sean agentes encubiertos del imperio. Nada de eso. Por qué profesan esas teorías se debe al hecho de que a partir del fin de la guerra fría a finales de la década de los 80 del siglo pasado, el pensum de las escuelas de economía cambió radicalmente de unos estudios en donde se asignaba el peso principal al aspecto macroeconómico del desarrollo del país en su integridad con materias obligatorias como Economía Agrícola, Industrial o Petrolera, a la visión actual en donde lo fundamental de esa "nueva economía" es "impulsar" al éxito de las empresas como piedra angular del buen desempeño de cualquier sistema económico, que en el sistema capitalistas son las empresas privadas, pasando esas materias sobre el desarrollo a no ser obligatorias, en lo que se conoce como doctrina neoliberal.

El corazón de dicha corriente se basa en que el éxito de una empresa se mide por las ganancias obtenidas, las cuales servirán para ser reinvertidas haciendo que las empresas sean más grandes y fuertes, y por ende, generen más riquezas y empleos, trayendo a la larga mayor bienestar a la población.

Como base ideológica se presenta fundamentada en argumentos tan absurdos como el considerar a la competitividad como motor de la economía por mencionar uno o la tesis del goteo, presentándolos revestidos de un barniz académico como el famoso diamante de Porter.

Por supuesto que en nuestro país los planes económicos así concebidos están condenados al fracaso, como lo vimos en nuestro país en los segundos gobiernos de Carlos Andrés y Caldera y en los países latinoamericanos en donde se ha pretendido instaurar ese modelo.

Hay que recordar que con este proceso chavista accedieron a posiciones de dirección numerosos líderes formados en las universidades en las décadas de los ochenta y noventa del siglo XX, como Tarek El Alsaime, Elías Jaua, Erika Farías, Blanca Eckaut, Tarek Saab, y tantos otros más, y es lógico que se designasen para afrontar el área económica a profesionales de esa generación.

Han transcurrido más de cinco años de la puesta en práctica de las tesis neoliberales, lo cual es tiempo más que suficiente para hacer una evaluación crítica sobre las consecuencias de su implementación. Es con esta idea en mente que haré en éste y en sucesivos artículos una breve radiografía de los aspectos más relevantes de esa acción tales como la política de precios, la de sueldos y salarios, la de los impuestos, la producción, etc., etc.

SOBRE LA POLITICA DE PRECIOS

Es en este aspecto que la población siente en carne viva los estragos de unas políticas neoliberales que están basadas en las teorías del libre mercado y su "mano invisible", en el cual las leyes de la oferta y la demanda van a establecer un equilibrio en la economía, siendo que para que ello produzca los resultados esperados, los diferentes actores oferentes y demandantes deben poder actuar con absoluta libertad y sin mayores limitantes.

En realidad esto ha sido nefasto para la población. La voracidad de lucro de los capitalistas se ha aprovechado de esta ausencia de controles y de las especificidades de nuestra economía para desatar la más brutal especulación vivida en nuestra historia, generando ganancias groseras que, al contrario de lo afirmado por los "sabihondos" del equipo económico no se han capitalizado en nuevas inversiones sino que en su mayor parte han sido expatriadas o ha servido para mantener un tren de lujo y derroche en esas minorías privilegiadas que recuerdan los días más escandalosos de la llamada cuarta república.

Ejemplos de esa gigantesca especulación abundan en nuestra vida diaria, pero voy presentar uno que realmente me impactó. En Alemania una barra de buen chocolate la conseguía en el supermercado hasta en 40 centavos de Euro (unos 3.600 BS), una barra del mismo tamaño se vende en nuestro país como barata en 15 o 20.000 BS (más de 2,5 euros, 5 o 6 veces más caro que en Venezuela). Y Alemania no cultiva cacao, todo es importado, la mano de obra tiene un salario mínimo de más de 600 euros, los costos de combustibles, impuestos, transporte, electricidad, etc. son infinitamente más baratos.

Y la fábrica de chocolate más grande el país es Savoy que es propiedad de la transnacional Nestlé, que seguramente remesará a sus accionistas pingues ganancias que salen de nuestro bolsillo. Y así como ese ejemplo puedo hacer una lista interminable.

Lo lamentable de esta falta absoluta de controles es que se ha desatado una fiebre especulativa en todos los estratos, en donde se ha perdido los valores de solidaridad y responsabilidad social, siendo suplantados por un apetito voraz de lucro, convirtiendo al hombre en lobo de los otros hombres, maximizado por la tradicional viveza criolla.

Y es a todo los niveles. Es inaudito ver como en tarantines se ofrecen cauchos semi-lisos usados en 30 dólares cuando uno nuevo en el exterior se consigue a partir de 60 dólares o vendedores ambulantes ofrecen en BS 2.000 cigarrillos al detal que les cuestan BS 625 por unidad, con lo cual pueden obtener fácilmente ganancias mensuales que excedan fácilmente el millón de BS o, como tuve oportunidad de ver en un mercado popular, las balanzas reflejan un 10% o 20% menos del peso legal, es más, conocí de un local en el cual tenía varias y cada una presentaba un peso diferente, o el caso del transporte público en el cual las camioneticas de pasajeros cobran Bs. 700 por puesto de día a Caricuao, por ejemplo y BS 2.000 pasadas las seis de la tarde (BS 64.000 por viaje en una camioneta de 32 puestos)

Claro, eso es posible porque la idea de los neoliberales es que el capitalista y el comerciante tengan las mayores ganancias a expensas del pueblo, para que las mismas sean "invertidas". Ponte a creer.

Lo cierto es que cada día que pasa crece la especulación y se hace más difícil adquirir los bienes necesarios, haciendo de cuadritos la vida del venezolano honesto y trabajador.

Pero este despelote ha impacto a la sociedad en su totalidad. Hay un relajo total, basado en la premisa de que Por qué voy a seguir reglas y normas sociales si desde los ricos y poderosos hasta el más simple buhonero no la siguen?

Por supuesto que ello genera un altísimo grado de malestar en la población que, de no corregirse, pasará factura.



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Carlos Enrique Dallmeier


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