El Bolívar Soberano en franco deterioro frente a la especulación

El 20 de septiembre, tras el arribo del primer mes de entrada en vigor de la reconversión monetaria decretada por el presidente Nicolás Maduro, la banca pública y privada fue exhortada a pagar todo lo que los usuarios solicitaran en las taquillas. Asunto que comenzó a hacerse efectivo al siguiente día.

Sin embargo, lo que según los planificadores y economistas oficiales se auguraba como un nuevo comienzo de la economía nacional fundada en la prosperidad, encontraría su revés a pocos días de su implementación.

El salario de los trabajadores venezolanos que alcanzó un significativo aumento colocándose en 1.800 Bs S como referencia mínima, por obra de una escalada especulativa entró progresivamente en franco deterioro. La exorbitante subida de precios en bienes de consumo y servicios ha desestabilizado ostensiblemente el poder adquisitivo de la nueva moneda.

Algunos voceros oficiales a través de los medios han reconocido el caso, y exponen que urge implementar medidas para aplicar los correctivos. A saber llaman a que los funcionarios realicen su trabajo y apliquen la ley, y que los "operativos" sean sustituidos por una eficiente fiscalización por parte de las autoridades.

Argumentan que la especulación desatada no debería tener asidero pues el gobierno consideró cubrir los salarios de la empresa privada por tres meses, y cumplir con los trabajadores independientes de igual modo.

Lo cierto es que la población comenzó a vivir y padecer los mismos males que le cercaban antes de la reconversión monetaria: hiperinflación inducida, especulación, usura, conspiración económica; con la diferencia de que ahora cuenta con algo más de efectivo.

El mercado, en el que beben empresarios, comerciantes, bachaqueros y un pillaje institucionalizado, se ha confabulado para destruir los ingresos de los venezolanos producto del trabajo, mientras que las distintas instancias gubernamentales parecen observar como la crisis se acentúa, en tanto se recrudece un estado de anarquía al que no se le pone freno oportunamente.

 

altosdesucre@gmail.com



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