A propósito de ser ciego

Venderán gasolina en precios internacionales pagando un dólar diario como salario

Para trasladarme en horario nocturno –cuando el escaso transporte público es inexistente - hasta el plantel al cual estoy asignado, necesito recorrer en promedio unos 40 kilómetros en ida y vuelta durante cinco días a la semana lo cual suma unos 200 kilómetros. Si a eso incluyo, que en las mañanas debo llevar a mi hijo a su colegio y hacer la misma travesía en su búsqueda, así como hacer las vueltas de rigor buscando qué poder encontrar de comida, diríamos que recorrería otros 200 kilómetros, para un total de unos 400 kilómetros en una semana.

O sea, que aproximadamente mi modesto vehículo consumiría, siendo conservadores, cuando menos un tanque de gasolina por semana. Ahora bien, si asumimos como cierto lo que ha dicho el madurismo que el precio de la gasolina se situará en niveles internacionales, y el litro del preciado combustible quedará fijado en unos 30 "soberanos", quiere decir que para llenar un tanque de igual cantidad se necesitarían unos 900 "soberanos" por semana.

Ahora bien mientras Maduro termina por destruir con su plan de "prosperidad y recuperación" económica al resto de la población, resulta evidente que el aumento en el precio de la gasolina será la estocada final en contra del pueblo. De hecho, como docente en categoría de "contratado", el ministerio de educación me paga unos 2 mil "soberanos" mensuales. Entonces, ¿podré ir a trabajar si solamente en gasolina necesitaría cuando menos el doble de esa cantidad para llenar mi tanque?

El gobierno a estas alturas que ha hablado de un "subsidio" sobre la gasolina no ha dicho de cuánto será dicho monto, ni la forma de asignación en quienes tengan el mal llamado "carnet de la patria", porque aquellos quienes no tenemos semejante instrumento de control político, pues según el gobierno es porque nadamos en el medio de la abundancia económica y social.

Ahora bien, en el caso de una unidad de transporte público, que de por sí son muy pocas las que prestan tan importante servicio, si asumimos que recorre en promedio unos 300 kilómetros diarios, es evidente que cuando menos necesita un tanque diario de gasolina o el denominado gasoil. En este caso, si una unidad logra transportar unos 100 pasajeros en ida y vuelta, y siendo benevolentes, realiza tres viajes en la mañana y otros tres viajes por la tarde, pues, con un precio de 1 "soberano" como tarifa, esa unidad, sin gastar nada más en el día, recolectaría unos 600 "soberanos" diarios, pero resulta que una unidad de ese tipo, siempre que se encuentre en buen estado de mantenimiento su consumo sería de unos 50 litros de combustible, razón por la cual hablaríamos de unos 1500 "soberanos", lo que generaría un déficit de caja de unos 900 "soberanos" diarios como monto mínimo. Por supuesto, que las denominadas "perreras" entran en este contexto.

De la misma manera, ese incremento afectaría el consumo de los camiones que transportan alimentos, y las cisternas que llevan agua hasta donde dicho servicio nunca aparece por las tuberías, lo que equivale a decir que el monto por el pago de fletes, tendrá un impacto de máxima envergadura, lo cual, lógicamente incidirá sobre el precio de la comida y servicios con una hiperinflación desbordada.

La verdad es que para evitar que no se genere un aumento desbordado de precios, el madurismo tendría que otorgar a los dueños de autobuses, "perreras", camiones y similares, un monto aproximado de unos 3 mil soberanos diarios en cada unidad – porque ninguno de ellos va a trabajar solo por un punto de equilibrio en el consumo de combustible - en virtud de que todos necesitan comer y mantener a sus familias. Es obvio que esto no incluye las flotillas de transporte suburbano y de largas distancias. De hecho, ya las aerolíneas violando la Constitución – cosa que no le importa al gobierno – cobran sus tarifas en dólares porque pagan el combustible en moneda extranjera, pero eso es aplicable en ese escenario en donde no es el pueblo llano quien se desplaza en ese limitado escenario social.

Por cierto, sobre la gravedad de lo anterior, se atrevería Vladimir Padrino como ministro de la defensa, en desmentir que el madurismo ha acordado con los militares que tengan vehículo, exonerarle el 100% del consumo que generen, razón por la cual cuando sus tarjetas de débito del banco de Venezuela o del llamado "carnet de la patria" sean empleados en los llamados puntos de control, éstos automáticamente validarán tales operaciones de pago. Eso de ser cierto, estaríamos en el paroxismo de la aberración de un apartheid social.

El gobierno piensa que tiene el toro "agarrado por los cachos". Lo mismo pensaba Carlos Andrés Pérez cuando realizó un aumento de la gasolina un 27 de febrero de 1989, situación que por cierto se parece mucho a la que pretende implementar Maduro de aumentar los combustibles un 24 de septiembre, mientras se anuncia el pago de la "quincena" para un día 28 del mismo mes. Verbigracia, aumentar la gasolina cuando la gente ni siquiera tiene dinero en sus cuentas, no han asignado el supuesto "subsidio", pero además el efectivo es simplemente un milagro si logra aparecer entre las manos de los ciudadanos.

El aumento del precio de la gasolina en niveles internacionales por parte de un gobierno autodenominado "socialista" y "obrerista", pero además, con las mayores reservas de petróleo en el espacio planetario, y pagando el salario más bajo del mundo a sus ciudadanos, tiene dos lecturas. O el pueblo permite semejante barbarie y se consolida la neodictadura madurista, o por el contrario, la población sale a protestar en todo el país para detener lo que indefectiblemente se convertiría en la aniquilación de la sociedad venezolana.

De manera insólita, mientras el madurismo exonera del pago de impuestos a las transnacionales petroleras chinas y rusas que cobran en dólares, y continúa regalando parte de nuestra alicaída producción de petróleo a Cuba y algunas islas del Caribe, pretende imponer al pueblo precios internacionales de gasolina pagando un salario de un dólar diario - con tasa oficial - a los venezolanos. No al aumento del precio de la gasolina con salarios miserables, y menos siendo Venezuela un país productor de crudo. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.

 



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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