A pocos días del inicio de la reconversión monetaria, luchábamos con los comerciantes, en todos sus niveles, desde el supermercado hasta "el vendedor ambulante" de harina de maíz, azúcar, "pasta de diente", detergente en polvo; y en las colas de 48 horas en "las entidades bancarias": la odisea de conseguir un poquito de efectivo para comprar por "diez veces menos" el pescado y los consabidos carbohidratos: Algunos siguen comentando: "yo cierro los ojos cuando voy a utilizar la tarjeta de débito, me están cobrando varias veces más el valor de lo que estoy adquiriendo, pero no tengo otra alternativa, y además cuento con el consuelo de que no estoy viendo cómo se me van los billetes de las manos.
En estos últimos meses proliferaron "los negocios improvisados", producto de ganancias exorbitantes: ¿y esa camionetota? "_la compre en dólares", claro vendiendo casabe, huevos, carnes y charcutería a "buen precio".
Se acerca el 20 de Agosto, día de inicio de la reconversión y especialmente de los nuevos billetes y monedas, el nuevo cono monetario; por fin podremos evitar regalar el dinero "en los alquilados puntos de venta y en transferencias: Un Kilogramo de verdura, vituallas para una sopa: en efectivo 350.000,00 Bs (Cono viejo), por transferencia: 1.040.000,00 Bs.: "Usted sabe, el ocumo chino, la auyama, la yuca, etc., me la venden en efectivo", al buen entendedor: quería decir que tenía que comprar el efectivo para poder abastecer su puesto del mercado. Para completar el sancocho la misma historia con el pescado: "Usted entiende a los pescadores tengo que comprarles en efectivo" ¿Cuánto vale el kilo de "bonita"? "_3.500.000,00 (Cono viejo), total que el almuerzo cuesta "como dicen por ahí, más de un ojo de la cara". Y esto es solo alimentos, los productos de limpieza e higiene son otra historia. Pero como todo túnel tiene su salida, nuestro Presidente Nicolás Maduro Moros, junto a su equipo de trabajo y el pueblo, inició el nuevo Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica: salieron los nuevos billetes, la lista de precios acordados y el cronograma de pago a todos los trabajadores del país: de las pequeñas, medianas y grandes empresas, subsidiados en los primeros 90 días, con su salario mínimo incrementado; jornadas de pago a los pensionados, cancelación de bonos mediante el Carnet de la Patria. Todo planificado y acordado previamente con los empresarios, agroindustriales, y la banca pública y privada. Los acostumbrados a dormir en las aceras de los edificios de los bancos se alegraron: "ya no tengo que hacer colas de 48 horas, habrá efectivo": en un pueblito donde existió el tercer puerto marítimo más grande del Estado Sucre: mientras que el Banco de Venezuela entregaba 100 Bs Soberanos, en el Banco Bicentenario daban 10 Bs. A los pensionados le planificaron 3 jornadas, en las cuales tendría dos pagos de 450 Bs y un último pago de 900 Bs. Soberanos. Fue público y notorio en redes sociales y en los anuncios de los propios bancos que entregarían solamente 100 y 90 Bolívares. Hubo un acuerdo "entre bastidores" de la banca privada que de los 1.800,00 Bs. Soberanos, solo le pagarían a los pensionados 270,00 Bs. Los cajeros le preguntaban a un(a) adormilado(a) y adolorido(a) viejito(a): "¿Cuántas veces ha venido?, recuerde que son solo 270 Bs". Los restantes 1.530,00, los secuestraron como dijo el Presidente Nicolás Maduro Moros, en cadena de radio y televisión, en reunión con su gabinete ministerial y en presencia de los presidentes del Banco Central y del Banco de Venezuela. Quiere decir que los banqueros hicieron lo que les dio la gana. El Presidente, presentó una evaluación de los primeros 30 días del Programa de recuperación económica en todas su líneas estratégicas, afirmando el éxito del mismo pero también destacó la necesidad de corregir errores y redoblar esfuerzos para hacer que se cumplan los precios acordados, y pidió a los banqueros "liberar el dinero", que según él se imprimió para que fuese utilizado por los venezolanos, al igual que solicito a la Asamblea Nacional Constituyente, legislar para tener mano dura con los que comercializan los billetes. Esperamos que las personas no anden en la calle con Diez Mil Bolívares Soberanos en los bolsillos, pero sí que las entidades bancarias eviten que se continúe devaluando la moneda "al mantener el efectivo en sus bóvedas" y propiciar la proliferación de "bachaqueros" que se dan la gran vida a costa de los que no tienen para comprar sus alimentos con "efectivo".
