El gobierno desconoce la Economía Política Capitalista y margina su Clase Media

La Venezuela del "Tá barato, dame dos" pasó de largo. La Venezuela premiada por la ONU en materia alimentaria con niveles ínfimos de subalimentación también lo ha hecho, y por ahora el número de indigentes crece sin detenerse. El soporte fue dar alimentación a los marginados de la IV República sin importar mucho los desajustes que en proceso se iniciaba contra la clase media.

En este país ha desparecido el comercio, el mercado; por ahora cada bodeguero da cuenta de sus precios, y si así lo hace el pequeñoburgués, ¡qué decir de la alta burguesía fabril e intermediaria!

Los pensionados, por ejemplo, añadidos todos los bonos que les otorga el gobierno, apenas consumen 10% de la cesta básica mensual.

El gobierno se ha obstinado en fijar precios máximos a las mercancías que son propiedad privada del capitalista; se ha empecinado en limitar o imponerles el margen de ganancias como si la economía capitalista pudiera responder a semejantes parámetros injerencistas del Estado, y sin darse cuenta de que el mercado libre, por naturaleza, es ingobernable con leyes políticas y mucho menos con consejitos románticos. Eso revela su desconocimiento de cómo se mueve la Economía Política Burguesa.

Ahora se están multiplicando las casas de alimentación, además del viejo Comedor Popular que desde hace décadas vendía a Bs. 1 un almuerzo o una cena, mucha gente e instituciones privadas y religiosas están prestando esa humanitaria labor sin otro interés que el amor al prójimo.

El indigente va a eso de las 6 am, se inscribe con nombre y cédula de identidad y vuelve al mediodía a que le obsequien un buen hervido. Se espera que el de hoy sea especial por ser día del padre. Este obsequio corre una vez por semana.

Hoy fui a una de esas casas; tenía más de un año que no saboreaba un buen hervido. Me dieron una ración para mi esposa que se halla en silla de ruedas.

El gobierno está demostrando que entre el capitalismo y el socialismo no puede haber acuerdos ya que son contrarios por naturaleza propia. El tránsito al comunismo pasa por un periodo transicional en que muchas empresas privadas van perdiendo mercado y rentabilidad, mientras el Estado va asumiendo muchas labores productivas y distributivas; los CLAP son un ejemplo.

Claro que hay gente inescrupulosa que atraviesa palos a las ruedas del Socialismo y eso retarda la transición, pero, lo más dañino es la cuestionable asesoría tecnoeconómica, de bajo perfil profesional, con la que han contado los dos Presidentes de esta V República.

El irrespeto al libre mercado capitalista ha resultado fatal para la sociedad venezolana; actualmente la mayoría de las familias estamos sufriendo sus consecuencias con escasez, contrabando, inflación e irrespeto de leyes y disposiciones oficiales por parte de fabricantes e intermediarios, reacciones del mercado debidas a ingobernabilidad de los controles políticos y economicofinancieros impuestos inconscientemente por el Estado.



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Manuel C. Martínez


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