Comentarios de un idiota: Los gringos no llegarán. Porque nunca se han ido

Los gringos no necesitan entrar, están adentro desde que derrotaron a Bolívar. Y se arremacharon más con el petróleo, el rentismo y los gobiernos del puntofijismo con aquello de la sustitución de importaciones y el fortalecimiento de la burguesía parasitaria. Chávez intentó sacarlos y no pudo. Le faltó tiempo y pupila para rodearse de la mejor gente. No olvidemos, que entre los primeros que rodearon a Chávez, una buena cantidad lo dejó solo cuando le vieron derrocado el 2002, como aquél a quien solía calificar su padre, Luis Miquilena. Desde ese instante comenzaron los negocios turbios y el intento de aislar al presidente del colectivo. Y luego ese cáncer, que pudiera haber sido inducido, y ahora las dudas aumentan, le incapacitó mucho tiempo antes de su muerte para mantener control y vigilancia, sin dejar por detrás el fragor de la lucha política y las frecuentes confrontaciones electorales. Pero quizás, por lo que uno ve que hizo parte de su entorno íntimo, lo que ellos mismos llamaban su primer anillo, dentro del cual estaba Rafael Ramírez, una larga lista de revolucionarios de las clases medias "emergentes" y Maduro, proveniente éste de un grupo de la izquierda que nació con la brújula a lo loco, le sobró demasiada ingenuidad y buena fe para dejar a rienda suelta a mucha gente que necesitaba vigilancia. Unos por haber entrado a medrar, dispuestos a recoger lo que fuese, otros por disfrazados mentalmente ante sí mismos y algunos más sin tener idea de "como se bate el cobre". No pudo, o no le dejaron, diseñar una estructura para evitar muchas calamidades. Una desobediente, desconfiada, reclamadora, currucuteadora y hasta mal educada que supiera parar a los pillos y disfrazados. Se optó por fórmulas de opereta para estructurar un partido ""revolucionario", donde a las bases se les sustrajo el derecho a opinar, participar y protagonizar y se le dio todo el poder a las cúpulas, hasta llegar al extremo que Maduro, casi se auto designó como candidato presidencial para las elecciones de abril próximo.

Las "ovejas", esas que rodeaban a Chávez y asentían con veneración todo lo que dijese, por saberse nada sin aquel remolcador y espantaron a cualquiera que se saliese del redil, le llevaron a crear una forma de organización donde la suya era la santa palabra, la que al final no resultó así, sino los balidos de fingidas ovejas que se mostraron tal como eran, fieras salvajes, prevalidas de aquella concentración de poder para ellos solos, una vez que el comandante debió entregar la guardia.

Si releemos los artículos en los cuales Ramírez se defiende, encontraremos como justifica todo aquello que Maduro también justificó y sigue justificando. Es decir, nunca discreparon sino se cuidaron aparecer de acuerdo en todo con Chávez y hasta el momento siguen en lo mismo. Como que Maduro y su gente nunca cuestionaron las políticas de Ramírez en PDVSA y nadie pudo enterarse a tiempo como la fiscal hacía lo que de ahora se le acusa. Tomemos en cuenta como Tareck William insiste en denunciar que Luisa Ortega ignoró lo que él ahora saca a la luz. Pero tampoco hubo nadie que antes denunciase aquel comportamiento de la Fiscal, quien hasta el último día se exhibió en buenas migas con el presidente. Fue como un acuerdo momentáneo, "ustedes en lo suyo y nosotros en lo nuestro".

La diferencia está en que Ramírez, si uno le da valor a lo que de lo acusan, optó por dedicarse a hacer negocios, como también lo hizo la fiscal, mientras los otros, pese estar en el primer anillo, "tampoco se enteraban" sin estar enfermos como el entonces presidente. Estos se están "enterando ahora" de todo eso. Que siendo verdad, les incapacita para seguir conduciendo a quienes creen conducir, por descuidados, faltos de perspicacia y excesivo pragmatismo. Los mismos que permiten se roben un millón de cajas de Clap, como si se tratase de "comerse a escondidas" un cambur en una frutería. Y a los responsables, estrictamente hablando, nadie menciona.

Los gringos nunca se fueron. Las clases parasitarias nunca se fueron. Sacaron sus capitales por montones mientras aquí el discurso antiimperialista y anticapitalista aumentaba de volumen y se abastecieron de los dólares que por montones les otorgaba el gobierno. Y esa clase "emergente", la misma que según algunos entendidos apeló Chávez para desplazar a aquellas, fue incapaz desde todo punto de vista para asumir el rol que se esperaba, hasta imitó a aquellas y también llenó sus maletas de divisas y se las llevó a dónde las percibiera más seguras. Pero también se quedó esperando el goteo.

Con todos ellos y ellas, los gringos se quedaron. Como que se quedaron en el modelo que nunca se cambió pese el palabrerío y las ofertas. Nunca se fueron. Aquí lo que ha habido es puro parloteo, corrupción a granel y quizás mucha buena intención, pero con eso no basta.



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Armando Lafragua


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