Análisis Abierto

2018; el año de los bonos

Cerró el año 2017 con un balance económico de Venezuela que será merecedor de estudiar en las venideras décadas por diversas universidades a nivel global y que muchos filósofos, científicos, políticos, etc.; comenzarán a desarrollar nuevas teorías tomando en cuenta ciertos elementos sobre la experiencia del Chavismo. Para el Pueblo venezolano no ha sido nada fácil enfrentar y resistir los desastres y daños que ha dejado la Guerra Económica desatada contra Venezuela. Países "hermanos" que apuestan al derrumbe de un sistema político-económico donde sólo busca la autodeterminación del Pueblo para ejercer su soberanía plena.

Cuando el Presidente HUGO CHÁVEZ asumió la primera jefatura, ningún venezolano iba imaginarse el trance político que enfrentaría; incluso, el mismo CHÁVEZ. Se dijeron muchas cosas, algunas hasta incoherentes, pero todas con la intención de crear miedo a la población. Lo que si estaba seguro y lo sabía CHÁVEZ era que cada cambio que generaría se conseguiría con resistencia; creándose así, pequeños focos de conspiraciones. Estas confabulaciones, en el tiempo han venido desarrollándose a tal medida que han logrado penetrar y destruir conexiones neurálgicas dentro de la Revolución; asimismo lo hicieron con la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Unión Soviética-URSS). Tramas creadas para fomentar las traiciones buscando desmantelar y dividir el régimen; a su vez, mientras estas no son reveladas usan sus posiciones para contaminar el sistema en un sibilino de corrupción.

Los grandes poderes económicos mundiales nunca dejaron Venezuela; de hecho, aún son quienes mantienen el control sobre la economía a través de sus pequeños satélites empresariales como Empresas Polar. Este Poder lo siguen sustentando porque son necesarios para ser usados como canales contra la Revolución de manera silenciosa. CHÁVEZ al darse cuenta de esto comenzó a visualizar la necesidad de crear un nuevo modelo económico donde el venezolano pudiera fabricar lo que consumía. Allí nació la idea de dar créditos financieros a través de las cooperativas; ya que este tipo de organización era más colectivo y menos individual como las Compañías Anónimas. Sin embargo, esto créditos enseguida tuvieron dos errores: el primero, el desvío de los créditos hacia la compras de objetos personales (carros, apartamentos, teléfonos, bebidas, viajes y/o demás placeres); el segundo, la falta de castigo sobre quienes desviaron y permitieron el desvío de los recursos financieros. Todo ello dio como resultado el fracaso de las cooperativas quienes serían las primeras llamadas a asumir el nuevo modelo económico.

Luego nacen los concejos comunales (CC) y posteriormente las comunas, pero su personalidad jurídica era limitada y confusa debido a que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela no las visualizaba y muchos menos el Código de Comercio. Cuando se crean los CC se comenzaron a constituir como una nueva especie de Asociación Civil a través del Registro Subalterno del municipio respectivo, esto para darle una cualidad jurídica y lograr tener su propio número de registro de identificación fiscal (RIF) y así poder actuar jurídicamente en las contrataciones y transacciones financieras. Luego se crea una Ley especial para darle mayor solidez jurídica, alcance y definición a los CC; pero esto no era suficiente, debido a que el sistema económico en Venezuela aun lo rige el Código de Comercio y la consuetudinaria sociedad.

Estos ensayos y errores creados con debilidades, candor y sin experiencia han logrado que Venezuela no pueda autodeterminarse y ser una nación soberana que busca tener un nuevo modelo económico alejado del rentismo petrolero y la hegemonía del Dólar; puede ser que sea como un viejo amigo que decía: las naciones que se desarrollan lo hacen levantándose desde sus propias ruinas y sufrimientos. Por un lado, la Oposición en Venezuela melló sobre la economía fomentando el odio contra sus propios conciudadanos generando y profundizando el individualismo económico. El Estado buscaba controlar la economía a través de mecanismos jurídicos asegurando el poder adquisitivo del Pueblo como el control de cambio en las divisas; la fijación de precios justo en la estructura de costo; la intervención en las tasas de interés sobre los activos y pasivos financieros; el manejo directo de las empresas básicas; la intervención en las concesiones radio eléctricas; la administración de los servicios públicos; la protección de los derechos laborales hacia los trabajadores; etc. Todo ello se convirtió en argumento fácil para manipular haciéndolo ver como una especie de caldo de cultivos contra la economía privada, generando malestar ante diversos grupos hegemónicos que se vieron controlados por un gobierno que buscaba extinguir la usura y la especulación pero jamás el desplazamiento o extinción de la propiedad e inversión privada; en pocas palabras: el capitalista vio un fantasma en la Revolución que creyó que se lo devoraría.

Por otro lado, un Gobierno que tiene claro el futuro a seguir pero que sus planes no dejan de percibirse como cortoplacista y los problemas se resuelven o se ajustan a medida que la carga se va a un lado. Quizás la espontaneidad sea su mayor defecto o tal vez es lo que diría un creyente: la mano de Dios ampara al inocente. La Guerra Economía le gana la batalla al bolsillo del Pueblo; un ciudadano común hasta el momento le es casi imposible alimentarse con un salario mínimo teniendo en cuenta que un kilo de carne fluctúa entre 200mil y 350mil Bs dependiendo la carnicería especuladora (sin considerar aumentarla por el último incremento salarial). O también un kilo de queso blanco duro de res que cuesta entre 120mil a 200mil Bs; mientras que un cartón de huevo llega costar cerca de los 300mil Bs. Todo estos rubros tienen control de precio, pero a su vez no se cumple. Es decir, el comerciante hace lo que le da la gana, el gobierno no ha podido meterlos en cintura y el Pueblo humilde termina pagando los platos rotos.

El Gobierno comenzó en noviembre de 2017 a otorgar una serie de bonificaciones; inició con el Bono Navideño; luego el Bono de Niño Jesús en diciembre y ahora el Bono de los Reyes en enero de 2018. Esto para "enfrentar" o quizás contener el trance económico ante un salario que cada día corre menos que la hiperinflación inducida. Hoy, a escasos días de comenzar enero de 2018, el sueldo fue colocado a 248.510 Bs + 549.000 bs Bono de Alimentación (Ticket de Alimentación TDA) estableciendo un salario integral mensual de 797.510 Bs exclusivamente para el trabajador activo ya que el jubilado no goza del TDA sino de una bonificación llamada "Bono de Guerra" por una cantidad menor al TDA. Venezuela quizás es el único país que le asusta a sus trabajadores los incrementos salariales; razón absoluta, porque cada vez que se aumenta, los comerciantes de manera desproporcionada encarecen sus productos sin ningún método ni estudio lógico en la estructura de costo; es decir, le aumenta lo que le da la gana.

En diciembre de 2017 le comenté a un amigo que cariñosamente le llamo Bakunin: están dadas las condiciones para que haya un estallido social en enero de 2018; pero hay dos factores que lo pudieran evitar o aplazar; el primero, son las negociaciones que se están generando desde Republica Dominicana (RD) a través del dialogo. La Oposición le conviene concertar porque sabe que se ha quedado sin capital de calle puesto que hay un ilimitado éxodo de sus seguidores; y de haber un Golpe y/o estallido social no vendría del lado de la MUD. Como diría un amigo: las FANB y el Pueblo aman a Chávez; y prefieren un Chavista de cualquier corriente que cualquier opositor. Y segundo, normalizar la entrega de las cajas Clap y el otorgamiento mensual de Bonos. Para un trabajador ver abonado en su cuenta nomina la cantidad de 124.255 Bs en una quincena tendrá una dura pelea entre comprar un kilo de queso o varios kilos de yuca para alimentarse durante 15 días. Pero al llegar el mes de recibir sus 549.000 bs por el TDA + un Bono X por 500.000 Bs + 124.255 Bs 2da quincena; agarrará un alivio para poder comprar algo de carne y otras cositas más. Eso le quitará por los momentos cualquier intención de rebeldía que pudiera tener.

El Presidente Nicolás Maduro anunció que se daría un Bono de los Reyes por la cantidad de 500.000 Bs a más de 8 millones de familia; esto quiere decir que, las condiciones para que haya un estallido social han variado; porque el segundo factor se está comenzando a cumplir; solo falta que se regule la entrega de las cajas Clap y el resultado del dialogo en RD; y de ser así, ya sabremos esperar el Bono de Carnaval en febrero; el Bono de Semana Santa en marzo; el Bono de la Revolución de 1810 en abril; el Bono del Trabajador en mayo; el Bono de Carabobo en Junio; el Bono de Independencia en julio; el Bono de Vacaciones Escolares en agosto y septiembre; el Bono de Resistencia Indígena en octubre; y de nuevo el Bono Navideño en noviembre y el Bono Niño Jesús en diciembre. Mientras esto va ocurriendo, el comerciante va vendiendo impunemente sus productos a precio de Bono 2018.



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Carlos Gutiérrez


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