Para comprender las criptomonedas (I)

El reciente lanzamiento del "Petro" por parte del Gobierno, nos obliga a estudiar acerca de las criptomonedas. Las criptomonedas tienen una historia que se remonta a una cuántas décadas atrás. Ninguna tecnología, incluida la cadena de bloques, el núcleo tecnológico de las criptomonedas, surge de la nada. Todas las tecnologías se construyen sobre la base de adelantos previos y oponiéndose a tecnologías ya existentes con las que compite.

Por otro lado, las tecnologías no son neutras. Toda tecnología se construye sobre la base de una ideología, sea esta explícita o implícita. La ideología subyacente es uno de los componentes fundamentales de toda tecnología. Por lo general no se reconoce esta ideología y la mayoría de las veces se oculta deliberadamente. Porque una vez adquirida y asumida una determinada tecnología, ésta sirve para la reproducción de su ideología subyacente.

Entonces, para comprender correctamente las criptomonedas no es suficiente conocer la criptografía, las cadenas de bloques, las funciones, etc. Es necesaria develar y comprender la ideología subyacente a las criptomonedas y sus tecnologías, como sistemas anónimos de transacciones, para poder comprender este instrumento económico-ideológico y poder valorar sus posibles consecuencias.

Esta serie de artículos es una contribución al estudio de las criptomonedas, en especial a la comprensión de la ideología subyacente a las criptomonedas. Son varias las fuentes ideológicas que nutren las criptomonedas y sus tecnologías relacionadas: cyberpunks, cypherpunks, las ideas libertarias de la extrema derecha, el anarco capitalismo y otras ideas de la derecha fundamentalista. En esta primera entrega presentamos una traducción del manifiesto Cypherpunk, un documento clave para comprender la historia de las criptomonedas y su ideología.

Un Manifesto Cypherpunk

Por: Eric Hughes (hughes@soda.berkeley.edu)

Versión en español: Julio Mosquera

La privacidad es necesaria para una sociedad abierta en la edad electrónica. La privacidad no es secretismo. Un asunto privado es algo que uno no quiere que todo el mundo lo sepa, pero un secreto es algo que uno no quiere que nadie sepa. La privacidad es el poder para uno revelarse selectivamente al mundo.

Si dos partes tienen algún tipo de trato, entonces cada uno tiene una memoria de su interacción. Cada cual puede hablar de su propia memoria de esto; ¿cómo pude alguien prevenirlo? Uno puede aprobar leyes contra esto, pero la libertad de expresión, aún más que la privacidad, es fundamental para una sociedad abierta; nosotros no buscamos restringir ningún tipo de expresión del todo. Si muchas partes conversan en el mismo foro, cada uno puede hablarle a todos los otros y agregar junto conocimiento acerca de los individuos y las otras partes. El poder de las comunicaciones electrónicas ha permitido tal expresión grupal, y no cesará meramente porque queramos que cese.

Como deseamos la privacidad, tenemos que asegurarnos que cada parte de una transacción tenga conocimiento solo de aquello que sea directamente necesario para la transacción. Como se puede hablar de toda información, nosotros tenemos que asegurarnos que se revele lo menos posible. En la mayoría de los casos la identidad no es importante. Cuando compro una revista en una tienda y pago con efectivo al cajero, no hay necesidad de saber quién soy yo. Cuando le solicito a proveedor de correo electrónico enviar y recibir mensajes, mi proveedor no tiene necesidad de saber con quién estoy hablando o qué estoy diciendo o qué me están diciendo los otros; mi proveedor solo necesita conocer cómo llevar el mensaje hasta allá y cuánto le debo a él según las tarifas. Cuando mi identidad es revelada por el mecanismo subyacente de la transacción, yo no tengo privacidad. Yo no puedo aquí revelarme a mi mismo selectivamente, yo siempre tengo que revelar mi identidad.

Por tanto, la privacidad en una sociedad abierta requiere sistemas de transacciones anónimas. Hasta ahora, el dinero en efectivo ha sido el primero de tales sistemas. Un sistema de transacción anónima no es un sistema de transacción secreta. Un sistema anónimo le da el poder a los individuos de revelar sus identidades cuando lo deseen y solo cuando sea deseado; esta es la esencia de la privacidad.

La privacidad en una sociedad abierta también requiere la criptografía. Si yo digo algo, yo quiero que sea oído solo por aquellos que yo quiera. Si el contenido de mi discurso está disponible al mundo, yo no tengo privacidad. Encriptar es indicar el deseo de privacidad, y encriptar con una criptografía débil es indicar que uno no desea mucho la privacidad. Además, revelar la identidad de uno con seguridad cuando lo deseado es el anonimato requiere de una firma encriptada.

No podemos esperar que los gobiernos, las corporaciones y otras organizaciones grandes y sin rostro nos garanticen la privacidad fuera de su beneficio. Es para su ventaja hablar de nosotros, y deberíamos esperar que hablarán. Tratar de prevenir su discurso es luchar contra las realidades de la información. La información no solo quiere ser libre, anhela ser libre. La información se expande para llenar el espacio de almacenamiento vacío. La información es el primo más fuerte, más joven del Rumor; la Información es de pies fluidos, tiene más ojos, conoce más y comprende menos que el Rumor.

Nosotros tenemos que defender nuestra privacidad sí esperamos tenerla. Tenemos que unirnos y crear sistemas que nos permitan realizar transacciones anónimas. La genta ha defendido su propia privacidad por siglos con susurros, la oscuridad, sobres, puertas cerradas, apretones de manos secretos y mensajeros. Las tecnologías del pasado no permiten una privacidad fuerte, pero las tecnologías electrónicas si.

Nosotros los Cypherpunks estamos dedicados a la construcción de sistemas anónimos. Estamos defendiendo nuestra privacidad con la criptografía, con sistemas anónimos para el envío de correo, con formas digitales y con dinero electrónico.

Los Cypherpunks escriben código. Sabemos que alguien tiene que escribir software para defender la privacidad, y como no podemos tener privacidad a menos que todos la tengamos, vamos a escribirlo. Publicamos nuestro código para que otros compañeros Cypherpunks pueden practicar y jugar con él. Nuestro código es libre para el uso de todos, en todo el mundo. No nos importa mucho sí usted no aprueba el software que escribimos. Sabemos que el software no puede ser destruido y que un sistema ampliamente divulgado no puede ser desconectado.

Los Cypherpunks se oponen a las regulaciones de la criptografía, porque la encriptación es fundamentalmente un acto privado. El acto de encriptación, en efecto, remueve la afirmación del dominio de lo público. Aún las leyes contra la criptografía llegan solo tan lejos como la frontera de una nación y el brazo de su violencia. La criptografía se diseminará ineluctablemente pro todo el globo, y con ésta los sistemas de transacciones anónimas que ésta hace posible.

Para que la privacidad se propague tiene que ser parte de un contrato social. La gente tiene que juntarse y establecer juntos estos sistemas para el bien común. La privacidad solo se extenderá tanto como lo haga la cooperación entre compañeros en la sociedad. Nosotros los Cypherpunks buscamos sus preguntas y sus preocupaciones y esperamos involucrarlos para no engañarnos. Sin embargo, no nos desviaremos de nuestra ruta porque algunos estén en desacuerdo con nuestros objetivos.

Los Cypherpunks están activamente comprometidos en hacer las redes más seguras para la privacidad. Procedamos juntos rápidamente.

Hacia adelante.

Onward.



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Julio Mosquera


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