¡Ahí vienen los chinos!

No es mala idea comercializar nuestro petróleo o cualquier otro producto "made in Venezuela" en yen o yuan, dado el hecho histórico que el dólar ha mantenido en jaque la economía nacional desde que el pozo Zumaque Uno demostró al mundo que navegábamos en un mar de oro negro; el problema es que si no se definen muy bien los términos para las transacciones, el bolívar quedará nuevamente por debajo del submarino, que traducido al cristiano, significa que el poder adquisitivo del venezolano a pié no servirá ni para comprar una caja de fósforos.

Cuando digo definir los términos de las transacciones, obedece a que los comerciantes asiáticos, en especial los chinos, han hecho grandes fortunas a través de bachaqueo, acaparamiento y especulación -con la complacencia de muchos servidores públicos del Sundee- en estos últimos 48 meses; en otras palabras, los chinos no son de fiar, como no lo son los colombianos, peruanos, gringos o europeos y no es un asunto de xenofobia, sino que como dice el loco de mi pueblo: "por la plata baila el mono" y cuando los chinos, los rusos o los hindúes vean el chorro de dinero que pueden meterse se les abrirán las agallas.

Aplaudo la medida de mi presidente obrero y autobusero, Nicolás Maduro de deslastrarse del yugo que nos imponen los consorcios internacionales por intermedio del dólar, pero ojo, el dinero no tiene amigos, por lo que al establecerse la canasta de monedas, el libre cambio de yuanes, rublos, en fin, debe también establecerse planes y programas de vigilancia y sanciones para los funcionarios públicos que se corrompan, permitan el soborno o se vendan al mejor postor, en el entendido que su accionar afecta directamente la economía y el presupuesto familiar.

Me disculpan los economistas, así como los especialistas en materia económica por lo antes expuesto, pero decir a raja tabla que las medidas tomadas por el Ejecutivo para enfrentar el saboteo a la economía nacional, así como el ataque a la moneda, o el bloqueo financiero por parte de la administración de Donald Trump, son signos de desespero político o debilidad en el ejercicio de gobierno es cansancio, brutalidad, dejades o ignorancia en referencia monetaria, es ser egoísta y mal intencionado.

Mi profesor de la Universidad del Zulia, Antonio Franco, dijo una vez que los chinos se iban a convertir en los dueños del mundo, pero que gracias a Dios no tenían armas de fuego, claro estamos hablando de 1992, yo agregaría que la mejor forma de entender la idiosincrasia china es analizando sus comics y programas de televisión como: kunfú Panda, Los Agentes fantasmas, Macinger Z, Pikachú y hasta sus telenovelas, que por cierto ya muchas han sido traducida al castellano; para saber que su cultura milenaria quedó en el milenio pasado, hoy día son otras personas.

Venezuela no debe haber menos de 10 mil negocios asiáticos, en el caso de Portuguesa la cifra ronda los 200 establecimientos, recordemos que los chinos se han diversificado, antes trabajaban solo restaurantes, víveres y quincallería, ahora los vemos en ferretería, papelería, artículos para el hogar y oficina, hotelería, hilandería, heladería, electro partes, entre otros negocios, es decir que con esta oportunidad que le da el gobierno revolucionario de expandirse, habrá que decir a los chinos: kakai.



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Cruz Mario Silva

Representante de Periodista por la Verdad, miembro del Frente de Comunicadores Socialista y de la Plataforma de Periodista Socialistas en el estado Portuguesa. CNP 8739 CRGV 1753.

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