¿Vamos a un proceso deflacionario en Venezuela?

Nuestro país, vive momentos de gloria y expectativas fundacionales. La Asamblea Nacional Constituyente, concentra en sus decisiones grandes esperanzas positivas para todo un pueblo, y no cualquier pueblo, es el pueblo de Bolívar y Chávez, el pueblo de las dificultades. El imperialismo estadounidense, derrotado en Oriente Medio, se refugió en lo que considera su patio trasero y reagrupó sus fuerzas de la derecha para reordenarlo y retomar territorios, perdidos momentáneamente por el ascenso del llamado progresismo liderado por Lula, Cristina, Evo, Rafael y Nicolás, liderazgos que dieron origen a nuevos procesos de integración regional que dejó por fuera a la potencia hegemónica, los EEUU. El golpe contra Dilma y la victoria electoral de Macri, condujeron a una debacle de ese proceso y hoy, el imperialismo cree que le ha llegado la hora de ir por Venezuela y sus apetitosos y abundantes recursos de todo tipo. Así, durante estos cuatro años con sus meses a Nicolás no se le ha permitido gobernar libremente. Cada año, ha sido para enfrentar intentonas golpistas abiertas: el drenaje de las arrecheras de Capriles, la salida de López, el golpe azul de Julio Borges, este año lo fue la salida parte dos que, una vez derrotada, ha tenido que dar la cara el financista de todos esas intentonas golpistas, el gobierno de los EEUU. Pero, hay una constante que no ha bajado su ritmo de agresión contra el pueblo venezolano, y esa no es otra que la económica, hoy expresada en el desabastecimiento de la moneda nacional: el Bolívar. Con esta nueva agresión, se incorpora a la guerra contra el pueblo venezolano la banca, tanto pública como privada.

Los venezolanos y venezolanas, tenemos ante nuestros ojos una nueva versión de lo que se conociera en la Argentina como el "corralito". Con esta nueva agresión, quedan –nuevamente- en evidencia, como ineficientes y cómplices por inacción, instituciones fundamentales de la República como son: el BCV y Sudeban. Ambas instituciones, han quedadas rezagadas ante los eventos que se vienen dando en nuestra economía y que afectan negativamente nuestra población, hecho que nos motiva a elevar nuestro reclamo de cambio y reestructuración profunda y radical de ambas instituciones que burocratizadas como están, muy poco sirven al poder económico de la nación. El solo hecho, que ese BCV permita la vigencia del Convenio Binacional que permite la convertibilidad del Bolívar y el peso colombiano, que una vez en territorio vecino el Banco Nacional de Colombia lo devuelve a Venezuela y de aquí se lo lleva en dólares o peor aún, como está ocurriendo en la actualidad en que el nuevo cono monetario se ha convertido en una pieza de importación muy valiosa para los cambistas de Uribe, en función de dejar al país sin billetes y crear un estado de conmoción nacional, como ya está ocurriendo en nuestros estados de frontera; sobre todo Zulia, sin efectivo como se encuentra. Con ello, estimamos, que la oposición, derrotada en su insurgencia militar, ha derivado concentrar su ofensiva hacia lo económico, procurando por esa vía, recuperar los votos perdidos y las gobernaciones que tanto necesita para desestabilizar el país. Mientras Trump y Luisa Ortega distraen; los comercios, y ahora la banca, corroen las esperanzas positivas sembradas por nuestro pueblo en la Asamblea Nacional Constituyente. Se constituye, esta agresiva guerra económica actual, en la campaña electoral, eficiente campaña, como lo demostró el 6D-2015, del oposicionismo. Por eso, preocupa esa "corredera de arruga" que tiene el Gobierno Revolucionario, en asumir "un conjunto de acciones de justicia, digamos muy severa, que van a sacudir la sociedad", según manifestara el camarada Presidente Maduro a José Vicente en senda entrevista, realizada el pasado domingo 19. Pasó la semana, y no pasó nada. Se engatilló el camarada Presidente Maduro, a quien le respondería el revolucionario ruso León Trotsky, que "el exceso de prudencia es la más funesta de las imprudencias".

Si algún consenso existe en nuestra sociedad, ese tiene que ver con los precios de las mercancías en territorio nacional, no se corresponden con su precio real y están abultados artificialmente. No es fortuito, encontrarse en redes sociales con mensajes como éste: Precios de productos en Bs Dicon: 2.970,00--Precios de productos Dólar Today: 14.158,44--Diferencia de costo por inflación: 11.188,56. Allí, en fotos como esa, se expresa el gran fraude que comete la burguesía comercial o Consecomercio contra el pueblo venezolano. Al colocar al llamado Dólar Today o dólar de guerra económica, como referente de los precios en territorio nacional, la burguesía justifica sus abultados precios y obtiene márgenes de ganancias que rayan en la usura. Platón, en sus Leyes, consideró la usura como una enemiga del orden social. Aristóteles, la calificó en su Política de antinatural. Aristófanes en Las Nubes, o Plutarco, en sus Moralia, la consideraban como un robo, eso es, ni más ni menos lo que vienen haciendo con el pueblo venezolano quienes se dedican al comercio. No sería imprudente nuestro país, si la Asamblea Nacional Constituyente considerase la aprobación de un Código Penal del Comercio que contemple penalidades severas, todas de carácter penal y excepcionalmente, multas a quienes se dediquen a la actividad comercial y lo hagan delictivamente. Ello, conlleva la obligación de crear un cuerpo policial destinado al combate de las actividades delictivas de los comerciantes: acaparamiento, bachaqueo, desabastecimiento, especulación, y demás modalidades delictivas, muy en boga en nuestro país.

En lo inmediato, una declaratoria de reducción de precios general en alimentos de primera necesidad importados a dólar Bs 10 y/o Bs 2.970,00 pero vendidos a dólar today Bs 14.158,44. El margen de usura, dice mucho del vandalismo con el que trabaja el sector comercio en nuestra sociedad. La ley de la oferta y la demanda, la reducen a la competencia despiadada para ver qué comercio tiene precios más altos, así funciona nuestra economía. Con precios establecidos desde EEUU, se chupan los ingresos del pueblo todo, indistintamente cuál sea su posición política. El objetivo imperialista, no viene a ser otro sino la procura del malestar de nuestro pueblo, inducirlo a protestar contra el Gobierno Revolucionario. Si bien, el gobierno de EEUU y sus agentes económicos y políticos de la derecha han sido derrotados, insisten de nuevo en esa forma de ejercer la política con fines desestabilizadores político-electorales. Si se trata de precios inducidos desde el exterior, desde EEUU, de lo que se trata es de ejercer Soberanía Plena en el plano monetario y de precios nacionales. Por ello, un ejercicio de Soberanía sería inducir una deflación en nuestra economía. Robert Solow, premio Nobel de Economía, definió la deflación en los siguientes términos: "Es una caída generalizada y prolongada del nivel de precios en una economía".

Diferente a los casos de Brasil y España, en que se ha producido una deflación producto de brutales políticas de ajuste, que redujeron a lo mínimo los ingresos de esos pueblos. En el caso venezolano, la deflación sería producto del desatinado manejo de la economía hecho por el sector capitalista, predominante en nuestra sociedad, procurando su caos. De allí, la fracasada campaña de la derechista y moribunda oposiMUD, que acusaba como responsable de su saboteo a la economía al Modelo Bolivariano, señalándolo como fracasado. No puede fracasar, un modelo que hoy tiene en su haber 3,5 millones de pensionados y pensionadas, que al finalizar este año habrá garantizado vivienda a 2 millones de familias, que hoy garantiza educación a 7 millones de venezolanos y venezolanas en educación inicial hasta universitaria de manera gratuita, que garantiza salud gratuita a toda su población, en qué fracasó ese modelo de inclusión? Fracasó sí, el modelo capitalista predominante sustentado en la renta petrolera, que sobrevivió a la Revolución Bolivariana y hoy ha hecho aguas. Implosionó con la caída de los precios petroleros, esa es la verdad. Y, hoy toca enterrarlo con sus viudas de Fedecámaras y cía. La demanda de un nuevo modelo económico, cuyas bases deben sustentarse en el Plan de la Patria, como Plan de la Nación, y que el camarada Presidente Maduro ha reformulado en base a los nuevos tiempos de salvaje agresión imperialista con la Agenda Económica Bolivariana y los motores para el impulso del desarrollo nacional. Eso, es parte de la garantía que la deflación se prolongue en el tiempo, hasta que los precios de las mercaderías en el territorio nacional obedezcan a las verdaderas leyes de nuestra economía y no a esa falsa creencia a la mano invisible del mercado, ahora desnudada por la realidad. Pues, tal mano invisible resultó ser la mano visible del comerciante, que cada día antes de abrir su negocio se conecta con internet o llama a un amigo para que le provea la información de a cuánto amaneció el dólar de guerra, para dedicarse de inmediato al remarcaje de los precios de las mercaderías puestas a la venta en su negocio. Asimismo, la fulana ley de oferta y demanda, puesta en duda también, al observar el comportamiento de la economía capitalista venezolana, donde los precios compiten siempre a la alza, hayan o no demandantes de un determinado bien, allí no vale oferta ni demanda, sino la voracidad de ganancia del comerciante-delincuente que define los precios.

La sustentabilidad de la bajada de precios, inducida desde el Poder Nacional como un todo, el pueblo, su Fuerza Armada Nacional Bolivariana, los cuerpos de seguridad del Estado unificados todos en un solo cuerpo, permitirá doblegar la "mano invisible del mercado", someterlo y hacerlo funcionar en el propósito de propiciar la mayor suma de felicidad posible a nuestro pueblo, tal cual proponía el Padre Libertador Simón Bolívar. Entre el conjunto de medidas a tomar, está la relacionada con el monopolio del comercio exterior en manos del Estado, como productor directo de todas las divisas que ingresan a nuestro territorio. Asimismo, siguiendo el ejemplo Boliviano, desestimular el uso del dólar mediante un impuesto a toda transacción en o desde el territorio nacional, realizada en dólares del 20 por ciento, sin exclusiones, y reducir o eliminar el IVA. Mantener y reforzar el control cambiario.

Estimamos, que el bloqueo unilateral del imperialismo estadounidense, se presenta como una oportunidad de oro para dar el salto hacia el propósito de constituirnos en una mediana potencia regional, tal fue el caso de Irán post sanciones económicas y Rusia, hoy consolidada como una gran potencia planetaria. Rusia e Irán producto de la sanciones estadounidenses han consolidado sus economías liberándose del yugo del dólar estadounidense comerciando con monedas propias. Inventamos o erramos camarada Presidente Maduro, deje a un lado el doctor pensemos y actúe, hágalo ya que para luego es tarde. Finalizamos, insistiéndole a la Asamblea Nacional Constituyente sobre la constitución de la Comisión de la Verdad Sobre la Guerra Económica y sus Crímenes contra el pueblo venezolano. Necesario es, que este capítulo tan negativo para nuestras vidas quede plasmado en una investigación profunda y quede para la posteridad su condena, sus mecanismos de implementación y sus correctivos, para que nunca más vuelva a repetirse, y de hacerlo, conozcan sus antídotos las futuras generaciones de venezolanos y venezolanas.



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Henry Escalante


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