¿Cómo se complementa el salario hoy?

Existen dos realidades plenamente constatables hoy. La primera, que el "ingreso integral" (entendido como la suma del salario y la cesta ticket socialista) de los trabajadores y las trabajadoras ha aumentado de manera constante, al igual que los precios de los productos que estos requieren para tener una "existencia digna". La segunda, que la velocidad de aumentos del índice de precios es más rápida que los aumentos del "ingreso integral". Lamentablemente no hay información actualizada sobre los índices de precios al consumidor (Rondón, 2017a), pero en la vida cotidiana se experimenta su variación constante.

Esta situación obliga presentar la siguiente interrogante ¿Cómo hacen los trabajadores y las trabajadores para complementar su ingreso y de esta manera garantizar que las familias de las que forman parte puedan tener las mayores condiciones materiales para los gastos elementales?. Existen al menos tres mecanismos predominantes hoy: se trabaja más, se endeuda más o se corrompen más.

Los trabajadores y las trabajadoras en Venezuela laboran cada vez más horas (diarias o semanales) en sus entidades de trabajo o tienen otro trabajo. He conversado con trabajadoras que laboran hasta catorce horas diarias o que no toman los dos días de descanso semanales, obligatorios y continuos. Otra situación es que las personas tienen otro trabajo fundamentalmente relacionado con el sector informal (generalmente enel comercio) y en menor medida formal de la economía.

La legislación laboral en Venezuela consagra la irrenunciabilidad a nuestros derechos y los límites de la jornada laboral, aun así, los trabajadores y trabajadoras están monetarizando su salud, al tranzar tiempo de descanso por dinero extra, que además se paga por fuera, es decir no tiene ninguna incidencia futura por ningún concepto. Lamentablemente la ausencia de acciones del Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo ante esto notoria.

Los trabajadores y las trabajadoras que incurren en esta práctica a corto plazo obtienen dinero que le permite mejorar su capacidad adquisitiva, pero a largo plazo experimentarán daños a la salud, puesto que no solo se labora más tiempo, sino que están más expuestos a las condiciones inseguras en insalubres que pueden estar presentes en sus entidades de trabajo. Dicho de otro modo, en el futuro se puede prever que tengamos un aumento de personas enfermas o accidentadas producto del trabajo, lo que evidentemente agravará la situación de la población en cuanto a lo que perciben, pues mucho de esto lo obtienen tendrán que invertirlo en atención médica, medicamentos y eventualmente experimentar algún tipo de discapacidad.

Es frecuente observar que los trabajadores y trabajadoras en Venezuela utilizan las líneas de crédito a su favor para sufragar los gastos comunes, así pues, la tarjeta de crédito es un elemento fundamental para equilibrar el presupuesto familiar. Por otro lado, acceden a los fondos de garantías de prestaciones sociales al menos una vez al año. Finalmente, quienes están asociados a Cajas de Ahorro retiran sus haberes o realizan prestamos (a intereses más bajos).

La consecuencia del uso de estos mecanismos de complementariedad del salario, son tres: en el caso de las Tarjetas de Crédito y los Préstamos sobre haberes y especiales en las Cajas de Ahorros de los Trabajadores afectan la disponibilidad del salario, pues al final de mes hay que pagar las cuotas (capital, más intereses) y queda menos dinero para cubrir las necesidades básicas. No es raro observar en la quincena los descuentos de los préstamos en nómina y el recordatorio del banco de pago de las cuotas de las Tarjetas de Crédito (que en la actualidad puede ser de 50 % y hasta la totalidad del salario). En relación al acceso a los Fondos de Garantías de las Prestaciones Sociales y de los Fondos de Ahorro, pues supone una erosión del patrimonio familiar, pues al momento del término de la relación laboral, lo resultante para afrontar la contingencia será muy poco (Rondón, 2017b).

La corrupción como fenómeno estuvo históricamente asociada al sector público. En este momento considero que no hay diferencia entre sector público y privado, en ambos se percibe que los trabajadores y trabajadoras están incurriendo en hechos de corrupción, con la anuencia de sus supervisores, quienes con su silencio validan esas prácticas. Muchos de quienes laboran utilizan su posición para tener ventaja que le permita acceder a beneficios monetarios inmediatos. Los ingresos por esta vía pueden superar con creces el "ingreso integral". Solo se presentan algunos ejemplos en el sector privado, de lo público son abundantes. Los cajeros o cajeras en los bancos suelen cobrar extra por operaciones expresas, los trabajadores y trabajadoras en comercios de artículos de primera necesidad tranzan desde información hasta los productos mismos, entre otros de una larga lista. Estas prácticas son justificadas y valoradas socialmente (Rondón, 2017c).

En suma, asistimos a un retroceso en relación con el disfrute efectivo de los derechos laborales en Venezuela, la erosión del patrimonio familiar y de nuestra conciencia social. Hoy está en crisis la idea de que el trabajo es la vía para garantizar una "existencia digna", esta última idea está reducida a la capacidad de consumo (Bauman, 1998), pues se aspira llegar de manera ilusa mediante la creación de riqueza súbita, fundamentalmente gracias a la especulación, corrupción o trabajando más.

¿Qué explica que los trabajadores y las trabajadoras no puedan satisfacer hoy las necesidades elementales?. La burguesía en Venezuela han decidido que la Revolución Bolivariana no continúe y para ello han emprendido acciones, que oportunamente Tony Boza las define como "la guerra contra el pueblo", dado que el objetivo es minar los apoyos de la clase trabajadora al proceso bolivariano.

Existen dos móviles por cuales la burguesía venezolana emprende su cruzada contra el pueblo, el primero es recuperar su control sobre los ingresos en divisas. Pascualina Cursio afirma que "Entre 1970 y 1998, el Estado le otorgó a la burguesía, 113% de los ingresos petroleros. Hubo años en los que la empresa privada recibió más divisas de las que ingresaron por exportación de petróleo. Lo que, a su vez, requirió el endeudamiento del Estado" y revela que "Después de 1999 el Estado entregó a la burguesía el 41% de los ingresos petroleros." (p. 5)

El otro móvil de la burguesía venezolana es profundizar la desigualdad, puesto que durante el proceso bolivariana esta ha disminuido sensiblemente, en palabras de Cursio (2017a): "Los números muestran que en 1997 el 40% de los hogares más pobres percibía solo el 12,3% de las remuneraciones totales de la economía. Por su parte, el 40% de los hogares más ricos, percibía el 74,5% de las remuneraciones. Después de 1999 la desigualdad entre asalariados disminuyó 19%: en 2015 los porcentajes pasaron a ser 16,8% y 67,1% respectivamente. Es lo que mide el tan nombrado señor Gini."(p. 4).

En el marco del proceso revolucionario el Gobierno Bolivariano sigue con la tarea pendiente de neutralizar las acciones de la burguesía mediante mecanismos que aseguren la igualdad y el control de precios. En este marco seguro la Asamblea Nacional Constituyente tiene papel claro al menos en dos direcciones: asegurar un marco legal para garantizar la soberanía sobre los ingresos petroleros (fundamentalmente) y la arquitectura de modos de producción alternativos. Ahora bien, el desafío es de clase: asumir la implementación de los modos de producción coherentes con los intereses de clase y es allí donde las condiciones objetivas y materiales no están dadas.

Referencias:

Rondón, Jesús A. Estadísticas en Venezuela: La caja oscura (2017.08.20). AC Sitio Web Aporrea.org. Caracas, Venezuela. En: https://www.aporrea.org/contraloria/a251155.html

Rondón, Jesús A. Corrupción e incertidumbre en Venezuela (2017.06.06). Agencia Latinoamericana de Información. Quito, Ecuador. En http://www.alainet.org/es/articulo/185978

Rondón, Jesús A. ¿Conviene endeudarse? (2017.08.11). AC Sitio Web Aporrea.org. Caracas, Venezuela. En https://www.aporrea.org/actualidad/a232273.html

Bauman, Zygmunt. "Trabajo, Consumismo y nuevos pobres". (1998). Gedisa Editorial. En http://www.15yultimo.com/2017/08/08/mitos-de-la-economia-venezolana-iiiii-version-ilustrada/

Cursio, Pascualina. MITOS DE LA ECONOMÍA VENEZOLANA (II/III) (VERSIÓN ILUSTRADA). (2017.08.08). 15 y ultimo. Caracas, Venezuela. En http://www.15yultimo.com/2017/08/08/mitos-de-la-economia-venezolana-iiiii-version-ilustrada/

Cursio, Pascualina. Mitos de la economía venezolana (III) (Versión ilustrada). (2017.08.20). 15 y ultimo. Caracas, Venezuela. En http://www.15yultimo.com/2017/08/20/mitos-de-la-economia-venezolana-iii-version-ilustrada/



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Jesús Alberto Rondón

Sociólogo. Se desempeña como Facilitador en el Inpsasel, ha sido electo Delegado de Prevención (2011-2013 y 2013-2015) y es Vice-Presidente del Consejo de Vigilancia de la Caja de Ahorros de los Trabajadores y Trabajadoras del Inpsasel (2.011).

 jesusalbertorondon@gmail.com      @JesusRondonVen

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