“Si quieres la paz, prepárate para la guerra” - Flavio Vegecio Renato.
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” – Albert Einstein.
Dos grandes premisas. Analicemos como son usadas en contra del pueblo por las políticas de nuestro gobierno.
El diálogo es una herramienta importante y necesaria para llegar a acuerdos mínimos de mutua convivencia y respeto sobre todo en la actual situación mundial. Pero como cualquier otra herramienta, el diálogo tiene sus limites y sus contextos según sea el caso.
Se puede colocar una mejilla y recibir los golpes, pero pretender colocar las dos, es errado, es antinatura, es morboso, es contra la ley, sobre todo cuando es el pueblo el que coloca sus mejillas y recibe coñazas descomunales.
Desde que Nicólas Maduro Moros asumió el poder en el año 2013, su discurso y acción se ha basado en dialogar con distintos sectores del país, sobre todo con la dirigencia política opositora y los empresarios. Han existido innumerables mesas de diálogo con ellos y han sido incluso más escuchados y tomados en cuenta que el propio pueblo que lo apoya, sobre todo con divisas y recursos que nos pertenecen a todos. Eso es evidente y la realidad así lo demuestra, hoy el rico es mucho más rico y el pobre es mucho más pobre y todos los días regresan a serlo más venezolanos que habían salido de la pobreza gracias a Hugo Chávez.
En ese sentido, hoy el que quema a otra persona por pensar distinto, ó el que le dispara, ó le lanza una botella de agua congelada a otro ser humano quitándole la vida por no pensar igual, es asumido como un preso político por el propio gobierno y debe ser indultado. Todo gracias al diálogo.
Hoy los políticos de oposición son más agresivos al poner sanciones contra Venezuela, que para nada desmejoran la calidad de vida de las cúpulas políticas del chavismo, sino que más bien tienen pasando necesidad al de a pie. Todo gracias al diálogo.
EL DIÁLOGO COMPLACIENTE POR ENCIMA DE LA LEY Y LA JUSTICIA PARA QUE EL GOBIERNO PUEDA SOSTENER EL PODER.
Las pasadas elecciones Presidenciales del 20 de mayo de 2018, demuestran la gran cantidad de partidarios de nuestra Revolución que desde 2013 a la fecha han decidido no seguir apoyando al Presidente Nicolás Maduro. Los eruditos jala bolas que a todo lo que se hace mal asientan la cabeza diciendo que está bien, podrán decir lo que quieran y hacer análisis complacientes sobre los resultados electorales, pero las matemáticas como decía Hugo Chávez, no tienen pele.
Y se seguirán perdiendo adeptos mientras la estrategia sea la misma. No existirán resultados distintos mientras la ley sea atropellada por la impunidad disfrazada de diálogo, con la única finalidad de mantener el poder y librar tensiones.
EL DIÁLOGO COMPLACIENTE QUE HUMILLA LA MORAL, PISOTEA AL CIUDADANO Y LO ARRINCONA PARA QUE EL GOBIERNO PUEDA SOSTENER EL PODER.
El Presidente Nicolás Maduro todavía piensa que la oposición política va a bajar las armas porque él se les arrodille. Todo el país esperaba decisiones trascendentales y contundentes el 21 de mayo de 2018, pues resulta que no, ahora los banqueros en cadena nacional, son los que fijan cuando y cómo hacer la reconversión monetaria, también deciden que las tasas de intereses tienen que estar en saldo positivo para ellos y no para el pueblo, porque según ellos eso es “demasiado poquito” para sus bolsillos.
De ahora en adelante, los empresarios y dueños de supermercados ponen el precio que les da la gana pero al llegar a la caja, porque ya precios en los anaqueles no hay, además tienes que pagarle las bolsas que vas a usar para meter los productos con los cuales ellos te roban, y si no tienes para pagarlas ó no quieres pagarlas, pues ves como resuelves para llevarlos porque los carritos de supermercado no pueden salir ni al estacionamiento.
Y que no se te ocurra formar un peo en la gerencia, porque te busca la Guardia y vas preso sin derecho a diálogo. Todo gracias al diálogo.
Es un dibujo calcado, así ha empezado este nuevo periodo de gobierno, que lo único de nuevo que tiene, es que el año es distinto en dígitos al de 2013.
La Guerra es la guerra, y el diálogo es el diálogo. El gobierno está retraído en un diálogo a conveniencia de una cúpula desde hace 6 años, con oponentes que están en guerra desde hace 20 años atrás. Para finalizar haré una analogía de lo que es hoy el gobierno venezolano y como “protege al pueblo de la guerra”.
En una casa de familia entra un delincuente armado. Logra penetrar al interior donde se encuentran 2 hijas, y 2 hijos, padre y madre. El padre de familia se percata a tiempo de la intromisión y logra hacerse de su arma y ocultarse, sin embargo; sus 2 hijas, sus 2 hijos y su esposa, no corren con la misma suerte y quedan a merced del delincuente, quien les apunta con su arma y le pide las joyas. La familia no cuenta con joyas, de manera que la madre no puede complacer al delincuente. El padre de familia está en un ángulo perfecto para neutralizar al delincuente, todo está a su favor para acabar con el martirio de su familia, pero se petrifica, se queda estático. El delincuente asesina uno a uno a cada miembro de su familia con el padre como testigo ocular, no hay reacciones que acaben con la masacre. Cuando todos están en su lecho de muerte, el padre solo piensa en salir y dialogar con el ahora verdugo y asesino, para que este le perdone la vida, cosa que no pasará…
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