La Invasión silenciosa

 

Víctima inocente de las guerras fabricadas por la bestia (666) hegemónica

 

El catedrático y sociólogo panameño Marco A Gandásegui, Hijo, escribió el pasado 8 de febrero del presente año, en un medio local de comunicación social artículo titulado LA INVASIÓN SILENCIOSA, que ofrecemos a nuestros lectores, en complemento del documento publicado por la profesora Elsa María Bruzzone: EL COMANDO SUR EN NEUQUÉN.

Expresa el formidable colega Gandásegui, que El periodista Eliécer Navarro, del diario Crítica, de la capital istmeña, informó que el ‘Gobierno panameño permitirá que hasta 415 miembros de la Fuerza Aérea de EE.UU. ocupen territorio nacional durante la primera mitad de 2018 vistiendo uniforme militar y portando armas'.

El acuerdo es parte de los ejercicios llamados ‘Nuevos Horizontes'. En el pasado EE.UU. ha justificado estas maniobras bajo el supuesto que lo hacen en combinación con la Policía panameña para proteger el Canal. En otras ocasiones usan la excusa de la vieja ‘guerra contra las drogas'. A veces mencionan los bosques húmedos tropicales como áreas para hacer prácticas ‘exóticas'.

La Embajada de EE.UU. notificó al Gobierno panameño sobre el ejercicio ‘Nuevos Horizontes' el 11 de diciembre de 2017. La nota respuesta de Panamá, aceptando la ocupación militar, fue transmitida casi un mes después, el 4 de enero de 2018. Las tropas norteamericanas entraron a Panamá el 2 de enero, dos días antes que la respuesta de la Cancillería. Aparentemente, EE.UU. iba a invadir el territorio panameño con o sin la autorización del Gobierno.

Previamente se llevó a cabo La llamada "Operación Panamax", que en el año 2006 se efectuó por cuarto año consecutivo (2002).Los ejercicios, aparentemente, un simulacro de ataque al Canal de Panamá, se hicieron en el período 21 de agosto-1 de septiembre de ese año. Esta operación, que en el 2005 cobró la vida de tres marinos panameños, regresó por cuarto año consecutivo.

Informaciones publicadas por la Prensa Alternativa, por internet, dan cuenta que:

Se conocen 75 bases de Estados Unidos en América Latina como Centros Militares de Operaciones

En 1999, como parte del acuerdo Torrijos-Carter, la base militar Howard en Panamá que albergaba al Comando del Sur, rama del ejército encargada en operaciones para la región, se desmanteló. Esto llevó a que Departamento de Defensa de Estados Unidos replantease su estrategia de defensa y política exterior. Bajo el estandarte del Plan Colombia, la ‘Guerra contra la Droga’ y operaciones humanitarias, se aplicaron dos modelos de bases militares en Latinoamérica.

La primera, Main Operating Base (MOB), una base militar con infraestructura y acuerdos aprobados por los gobiernos: Guantánamo en Cuba, Soto Cano en Honduras y varias en Puerto Rico. A pesar de que estas siguen activas, el modelo fue desechado porque generaba rechazo por parte de los habitantes nacionales y un costo elevado en infraestructura y logística.

Es por esto que se aplicó un segundo modelo llamado Foward Operating Locations (FOL) o Bases de Operaciones de Avanzada, que se caracterizan por mantener poco personal militar pero la capacidad de "escalar" su presencia si fuera necesario. Las cuatro reconocidas y oficiales en la región, iniciaron sus actividades en 1999 y son: Aruba, Curazao, El Salvador, y Manta (que no renovó el contrato en 2009).

Pero el nombre nuevo tampoco convenció a los locales, quienes comenzaron a sospechar y rechazar estas intervenciones en territorio. Por lo que la denominación FOL cambió a Cooperative Security Location (CLS), Puesto de Seguridad Cooperativa. Sin embargo, son lo mismo y en la región las bases siguen aumentando.

En la actualidad y ante la falta de cifras oficiales se conocen 75 bases aproximadamente, algunas son MOBs, FOL/CLS, y otras llevan nombres como Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER), en el caso peruano.

Recontentamente, enviamos a nuestros contactos solidarios la primera y segunda parte de aporte periodístico, en los que resaltamos lo que significa aceptar en forma voluntaria o impuesta, suscribir acuerdos con el imperio hegemónico, que no son más que alianzas suicidas, padecida por el Corinto Bolivariano: Panamá, por casi dos siglos 1846-2018.

La figura demagógica de la "Ayuda Humanitaria", no es más que la estrategia de la bestia (666) hegemónica, principalmente para el control de los recursos naturales estratégicos de la región e imponer gobiernos títeres, al estilo de los que hoy dirigen Argentina, Brasil y Chile. Después le aplicarán la misma medicina a los gobiernos progresistas de Venezuela y Bolivia, como ya lo están haciendo con la hermana Patria Sandinista de Nicaragua.

Mi país ha sido víctima, por casi dos siglos, de las consecuencias mortales que produce respaldar, como lo han hecho –y lo hacen- gobiernos títeres panameños del imperio hegemónico, que no sólo apoyan sus guerras inventadas, anulando la doctrina constitucional y patriótica de la neutralidad, sino que confiesan, al estilo de Martinelli, su vocación de servicio a la bestia (666) hegemónica (ya enviamos a nuestros fraternales contactos, el texto, en inglés y español), de una carta denigrante escrita por el Buneau Varilla siglo XXI.

Ya están siendo impactados por los mortales efectos de cumplir las directrices imperialistas, los gobiernos títeres de Argentina, Chile y Brasil, pero sólo esos pueblos hermanos, que no supieron escoger, pagan muy caro su error político, que escucharon, al estilo de mi pueblo, cantos de sirena de demagogos al servicio de la bestia (666) hegemónica.

Es hora y tiempo que se concrete la solidaridad de los socialmente comprometidos con pueblos y gobiernos de la Patria Grande Bolivariana (Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua), para luchar, hombro a hombro con sus progresistas líderes y pueblos hermanos, para que avancen en la realización de sus proyectos sociales, con paz, justicia y libertad y equidad, es decir, la construcción de otro mundo posible.

Téngase presente que de concretarse la voracidad de la bestia (666) hegemónica y testaferros locales y mundiales, si no damos pasos reales, significará el colapso planetario, del ambiente, de la humanidad entera (alteración genética por las Monsanto del planeta), y de todas las especies, aunque son tan obtusos, que les significará su propio suicidio, como ya lo están padeciendo, mediante huracanes, el corredor de tornados, terremotos (mírese a Hawai), inundaciones, ciclones y otros fenómenos naturales artificialmente causados.

Fraternal saludo y adelante, siempre adelante, desde el Corinto Bolivariano: Panamá, de Franklin Ledezma Candanedo (Periodista y Escritor.



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