Comentarios de un idiota

Toda la idiotez alrededor del presunto intento de secuestro de Merentes

Pudiera ser costoso creer todo eso del plan para conspirar contra el gobierno, empezando ahora en esta nueva etapa repotenciada por el problema electoral, lo que no deja de ser una curiosa contradicción, por el secuestro de Merentes, ex presidente del Banco Central de Venezuela.

Digo lo de "Pudiera ser costoso", no porque Voluntad Popular lo haya negado, sino porque nunca se había visto en el mundo conspiradores y urdidores de planes fuera de ley, más torpes e imprudentes. Tanto que ellos mismos se delatan. Quise decir inocentes, en cuanto al modo infantil de proceder, ese de ir dejando pistas aquí y allá, como para que la policía les descubra, detenga y desbarate la red, pero opté por retirarlo porque no es cosa de inocencia, sino de gente que pareciera no tener idea exacta en lo que se están metiendo o actúan contando que la impunidad se ha impuesto en el país. Hasta quizás, en sus análisis, están seguros que de un momento a otro cae el gobierno. Pero esa percepción reiteradamente les ha venido fallando desde hace casi dos décadas. Y esto es tan así como que, hoy escuché en una emisora de radio, hacían una propaganda donde se ofrece venta de dinero en efectivo. Quizás hasta creen que eso que hacen no es delito y se sienten tan "guapos y apoyaos" que si les descubren les resbala.

Pero también debo recordar, como abundó gente, sobre todo en la etapa de las llamadas "guarimbas", que no eran otra cosa que la forma de lucha de un plan destinado a deshacerse del gobierno, que actuó de la misma manera; por eso dije que llevan "casi dos décadas" en eso sin guardar la más mínima norma de seguridad que imagino deben estar escritas en algún manual del combatiente clandestino, hasta elaborado por la CIA y de lo que saben muchos por la vida. Recuerdo a un alto oficial retirado, montado en el techo o muro de su casa, portando un arma larga y llamando casi a la guerra. Y otro dando instrucciones de cómo colocar guayas atravesadas en las calles para degollar motorizados chavistas. Porque hasta en ese disparate incurrieron, suponer que todo conductor de una moto era o es un agente del chavismo o del gobierno.

Anoche, medios oficiales difundieron un video, donde dos de esos combatientes "clandestinos" de un sector de la oposición hablan sin discreción alguna por teléfono. Me puse a escuchar aquello, como antes nunca lo había hecho, cuando en tiempos de las guarimbas eran difundidos videos similares y en verdad, me quedé sorprendido de la idiotez," arrojo" o "inocencia" de aquellos individuos. No parecía ni siquiera una conversación entre dos personas acordándose para cometer una acción al margen de la legalidad, sino unos canarios cantando antes del amanecer. Algo así como un lanzador avisándole al bateador lo que le va a lanzar.

Es todo eso un disparate tal que todavía, pese toda la experiencia existente acerca de la forma de hacer la lucha clandestina, aparte de sus razones morales, valederas o no, esos personajes ignoran las normas más elementales o se sienten tan invulnerables que desafían a los cuerpos policiales del gobierno y no les preocupa su seguridad.

Es incomprensible, para cualquier conocedor del tema, como quienes urden un plan que, para ser exitoso, debe cumplir ciertas normas de seguridad, lo planifican, acuerdan y hasta divulgan en todos sus detalles a través de la línea telefónica. Sobre todo en estos tiempos.

El combatiente clandestino no habla de las cosas a las que se dedica por teléfono, a menos que sea para con una frase ingeniosa, en momentos de apremio, sugerirle a su interlocutor simplemente un sitio y hora de encuentro, como "mañana a la hora de siempre estaré donde por primera vez bese a mi novia" y eso, decirlo en un momento preciso de la conversación de modo que no llame la atención, como apareciendo de manera forzada, inexplicable o artificial. Porque en verdad, las horas y sitios de encuentro entre los clandestinos se fijan de persona a persona y en sitio señalados en ese mismo momento. Como que sé, por acuerdo previo, que el jueves a las 8 a.m. debo encontrarme con mi "contacto" en el sitio ya acordado.

Esto no puede servir para restarle veracidad a la acusación contra los militantes de Voluntad Popular. Como alegar que nadie incurre en tal disparate. Pues lo vienen haciendo por años y durante las guarimbas lo hicieron constantemente, por lo que ya dijimos, subestación del enemigo, inexperiencia y hasta sentirse impunes por las razones arriba señaladas y, hasta quizás, creer a Dios de su parte.

Pero eso es apenas un diagnóstico específico de lo torpe del bando opositor. Si algo o alguien pareciera estar dedicado a resolverle los momentos difíciles al gobierno son quienes creen ser sus enemigos como a muerte, quienes forman la oposición venezolana. Cuando el gobierno se halla acorralado, sin salida, siempre la oposición hará algo que lo saca del atolladero. Si eso pasa al más alto nivel político, no extraña que de sus militantes, aquellos que se encargan de planificar y ejecutar acciones que deben hacerlo bajos estrictas normas clandestinas o de seguridad, incurran en infantilidades como esas de llamarse por teléfono y exponer el plan en detalle, como si le estuviesen haciendo un mandado a la policía que anda detrás de ellos.



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Armando Lafragua


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