Hablando claro

Voto castigo constituyente

Nunca llamé traidores a los chavistas que en las elecciones parlamentarias decidieron sufragar a favor del engaño y la mentira. La oposición se aprovechó de la debilidad de quienes en ese momento sufrían los embates de una guerra económica con el único fin de apoderarse de la Asamblea Nacional. Dije que, además de eso, hubo muchas razones para que el chavismo castigara al chavismo pero que pronto volverían a su casa y como ya ven, ya volvieron.

Un chavismo molesto porque han sido víctimas de la discriminación o la burla. La distribución de los beneficios sociales fueron directo al pueblo opositor. Casi todas las viviendas a los opositores; empleos a los opositores; y lo que rebosó el vaso, los vehículos casi en su totalidad a los opositores que salieron en caravanas a celebrar el triunfo en las elecciones de la Asamblea Nacional. Por eso y muchas razones que no vienen al caso, nació el voto castigo.

No soy un sesudo analista político porque soy más bruto que el carajo, pero allí no me pelé. Los chavistas volvieron a donde tienen que estar porque chavista de corazón no traiciona. Sólo dio una lección para que se aprenda de que al César lo que es del César. En mi brutalidad también he dicho miles de veces que la oposición no sirve para un carajo, porque si sirviera aquí no existiera chavismo; allí el resultado de un desbarajuste político que los ha llevado hasta aquí. El pueblo chavista y el mismo pueblo opositor los castigó por burlarse de ellos.

Se volvieron locos. El hambre a poder los enfermó. Lo penoso es que unos viejos políticos o políticos viejos cayeron en las garras de muchachos que no saben lo que hacen. Muchachos que, con la venia de los viejos y una frustración e impotencia desesperada cogieron el atajo de la violencia cuando ya se les hacía tarde. Ya el pueblo chavista sabía de lo que era capaz una oposición descerebrada y se volvieron a equivocar.

Por donde metían la cabeza era un fracaso. Se llegaría el momento de que se pagaran los errores. El NO rotundo a conversar, a dialogar, o que lo hacían a como a ellos les diera la gana e imponiendo sus condiciones, los llevó al farallón. Comenzaron el diálogo de la violencia, del terrorismo; el diálogo del mortero, de la bazuca, de las balas, del crimen de odio, del linchamiento, del secuestro, de la amenaza, la quema de gente viva, etc.

La locura desatada entre viejos y muchachos los llevó a los resultados de hoy. Nadie en su sano juicio podía creer que la violencia y el terrorismo en una forma de hacer política en un país democrático. Llamaron al gobierno dictador y la dictadura era de ellos. Llamaron al gobierno violento y los violentos fueron ellos. El pueblo se arrechó y decidió castigarlos para que aprendan que con sangre y ahorcamiento de seres humanos no se consigue votos.

No se crea que aquí votó solo chavistas, no señor. Aquí votó opositor por coñazo para castigarlos duro porque ellos sufrieron hasta más que los chavistas. Ellos fueron víctima del secuestro, el chavista no, el chavista vive en el barrio, en el campo, en la montaña, pero también salió a darle duro para que respeten a un pueblo que aprendió mucho del comandante Chávez.

Ahí tienen a un pueblo en la calle. Un pueblo pobre pero inteligente. Un pueblo que sabe cuándo lo golpean; cuando se burlan, cuando los ofenden, cuando lo discriminan, cuando lo odian. Un pueblo que no tiene la culpa de ser negro, feo, greñúo, desdentado, maloliente. Un pueblo que sabe cuándo se aprovechan del inocente y lo lanzan a la muerte y ellos se van a jugar golf. Un pueblo que no perdona que encapuchen carajitos. Un pueblo que, cansado de tanta vaina, salió con la única arma del pobre a castigarlos. Los castigó con el voto y ya dirán que las colas era una mentira. Los agarró el voto castigo constituyente.



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Pedro Alfonzo Rojas

Antiaco, columnista, premio regional de periodismo de opinión 2016, telegrafista, tipista, montador, diagramador, coordinador, gerente de producción, editor de noticias TV; y sobreviviente de las violaciones de derechos humanos y laborales en gobierno de AD.

 pedrorojas56@hotmail.eso

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