La agrupación se hundió en las aguas del río Orinoco el 15 de agosto de 1980

El Grupo Madera cantó con su son la irreverencia política y social de San Agustín

El cronista José Agapito Hernádez resaltó la vigencia del conjunto musical en la Confe-Rumba Son a la carta realizada en la Casa del Bicentenario

El cronista José Agapito Hernádez resaltó la vigencia del conjunto musical en la Confe-Rumba Son a la carta realizada en la Casa del Bicentenario

(16-8-2018) "Si tú analizas los sones y los guaguancós de Madera, te vas a conseguir que en este momento están más vigentes que hace 40 años atrás porque representan una posición política y social, una irreverencia hacia los que nos consideraban chusmas, pobres, negros".

Así lo afirmó el cronista de San Agustín, José Agapito Hernández, en medio de la Confe-Rumba Son a la carta. Este encuentro fue convocado como homenaje al grupo Madera, y coincidió con la fecha en que los integrantes de ese conjunto musical perdieron la vida mientras viajaban hacia San Fernando de Atabapo, estado Amazonas, en la embarcación Esther, una falca propiedad de la Fundación del Niño.

El investigador discográfico de música caribeña y ponente de la actividad, José Antonio Cedeño, señaló que la realización de la Confe-Rumba en el contexto de esa conmemoración provoca en él una mezcla de sentimientos de alegría y tristeza. Agregó que "la música es el alma del pueblo, un pueblo sin música es un pueblo sin alma".

Durante el encuentro se enfatizó la vigencia del mensaje social que contienen los sones, como por ejemplo "Canción con todos", escrita por Alejandrina Ramos, una de las integrantes del Grupo Madera fallecida en la tragedia en el río Orinoco.

Su hermana Nelly Ramos, que sobrevivió a la tragedia, señaló que la autora creó este tema para hacer un llamado de unidad y solidaridad a los barrios. "Invitar a los barrios a cantar unidos fue un llamado desde el sentido latinoamericano y caribeño que nos motivaba", explicó.

La música es un lenguaje universal

Los asistentes a la Confe-Rumba tuvieron la oportunidad de expresar sus ideas sobre el encuentro. La señora Jakelin Sánchez, que profesa la religión musulmana chiita y es miembro del Centro de intercambio cultural iraní latinoamericano, se considera fanática del son.

"A los musulmanes no nos tienen permitido bailar pero sí apreciar la música, y ver que en esto está reflejado Dios de alguna forma, porque esto es creación del hombre y él le da el intelecto al ser humano para hacer música, para dar alegría y amor". Sánchez solicitó la inclusión del artista Evio Di marzo en la programación, dado que era un luchador social contra la payola y además era dado a participar en composiciones junto a diversos soneros.

"Seguramente estaría aquí porque él fue una gran sonero, luchó por su familia y defendió mucho nuestra comunidad islámica. Luchó contra el contrabando que hacen las emisoras de radio. Hay que darle más difusión a las nuevas generaciones de soneros".

Al mismo tiempo destacó el carácter universal y pacificador de la música: "A todos nos debe unir la música; mientras otros intentan hacer la guerra, aquí estamos, a través de la música, conquistando más amor y más paz para todos los venezolanos y para el mundo también".



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