13-11-18.-Doce de los 32 equipos con los que cuenta la unidad de diálisis FMC Los Cedros se encuentran averiados motivo, por el cual, los pacientes deben esperar por más de tres horas tiempo para ser atendidos
Escasas máquinas de diálisis operativas, falta de medicamentos, los altos precios de los exámenes y las fallas en los servicios de luz y agua son algunos de los problemas que deben enfrentar cada día los pacientes con insuficiencia renal en la ciudad de Caracas, donde aún se mantienen operativas.
Doce de los 32 equipos con los que cuenta la unidad de diálisis FMC Los Cedros se encuentran averiados, motivo por el cual los pacientes deben esperar por más de tres horas para ser atendidos o recibir tratamiento por menos tiempo del recomendado.
Este centro de atención también carece de especialistas y en ocasiones hasta de enfermeras. Por estas razones los 114 pacientes que tratan se encuentran preocupados.
Gladys Rodríguez, paciente de Los Cedros, comentó -mientras esperaba su turno de la noche- que en los últimos 4 años dos nefrólogos han dejado de trabajar con esta unidad y las camas operativas se encuentran en malas condiciones.
También carecen de psicólogo y nutricionista.
La hemodiálisis es un tratamiento para eliminar las toxinas de los riñones en caso de enfermedad renal terminal. Por lo general, debe durar 4 horas pero los pacientes reciben menos de este tiempo.
La situación se repite en la Unidad de Hemodiálisis de Riverside en Bello Campo, donde los pacientes deben realizarse trimestralmente los exámenes de forma externa, cuando anteriormente se los practicaban en estos centros.
En promedio, es necesario realizarse una hematología completa o un perfil 20, que pueden costar entre BsS 3.600 o 7 mil, dependiendo del laboratorio donde sea realizado.
En Riverside aseguran que faltan las enfermeras y medicamentos como: la eritropoyetina, una hormona producida por el riñón; acido fólico y vitaminas. Tampoco hay suficiente bicarbonato, y de dos cápsulas solo les colocan una a cada máquina por diálisis, relata Dubis Valencia, esposa del paciente Antonio Sucre. Los dos viven en Guarenas y solo vienen a Caracas para el tratamiento.
Antonio fue diagnosticado con insuficiencia renal hace 4 meses, y luego de comenzar el tratamiento de diálisis se infectó con una bacteria que le atacó el corazón. Por eso, se ve obligado a recibir medicamentos después de cada sesión, comentó Dubis con tristeza mientras esperaba en las afueras del centro que saliera su esposo.
El personal de ambas unidades asegura que los servicios se mantienen activos porque el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) continúa enviando los suministros.
Tanto pacientes como personal señalan que el servicio solo se paraliza cuando falla la energía eléctrica o cortan la distribución de agua, indispensable para realizar el tratamiento.