Por eso jamás saldremos de este desastre

Me mudé de manera permanente a Venezuela en el 2010, después de haber pasado mucho tiempo --- de manera intermitente --- aquí en Venezuela durante más de 30 años.

Pensé que Venezuela seguiría el camino construido por Chávez, o sea, pensaba realmente que Venezuela pasaría del cavernicolismo y el salvajismo al mundo moderno y civilizado ya que Chávez pareció haber concientizado a un gran número de personas con respecto la educación, la moral, los valores humanos, cosas como el amor, la dedicación, la vida comunal, el cuidar de otros, el no mentir, el no ser egoísta, el trabajo duro y honesto, el asumir sus responsabilidades, etc.

Pero …

No fue así, por lo menos no en un nivel practico.

Pienso que si hoy existen personas que habrían aprendido algo bueno de Chávez, entonces es muy probable que esas personas se hayan ido del país ya que aquí ya no sirve de casi nada ser honesto, ni buena gente, ni tampoco sirve de nada producir, o educarse, ¿para qué? si casi no existen trabajos honestos, ni dignos, ni bien pagados, y por eso se han ido alrededor de 4 millones de venezolanos y venezolanos --- profesionales, educadores, técnicos, etc. --- a otros países donde sí puedan ejercer sus profesiones y vivir sus vida de manera sana, honesta, y con la dignidad que merecemos sin tener que siempre andar mintiendo o robando o colaborando con estafadores, ladrones, y corruptos solo para poder sobrevivir y alimentar a su familia.

Pasamos en solo seis años de ser un país que iba bien en el camino de la modernidad y de la moralidad social, a ser hoy, bajo el mando de Maduro, probablemente el país de más bajeza humana sobre el planeta, donde reina la anarquía, el caos, la corrupción, el ladronaje, la estafa, los comerciantes y empresarios deshonestos, las mentiras a todos los niveles de la sociedad, incluso dentro del mismo gobierno, la tortura, las desapariciones forzadas, los asesinatos selectivos, el secuestro, la extorsión por todos lados, los sobornos, la basura por todos lados, enfermos sin medicamentos por todo el país, y a menudo millones de ciudadanos sin electricidad, ni agua potable, ni gas para cocinar, ni gasolina, etc.

Somos un desastre total.

Hemos retrocedido en el tiempo y en la moralidad, pasamos de ser casi humanos (con Chávez) a ser simplemente unos animales salvajes (con Maduro), unos cavernícolas, así lo percibo, es más, ha ocurrido de manera dolorosamente trágica, ya no existe absolutamente ninguna esperanza para Venezuela (ver por qué al final del artículo), estamos hechos un desastre total, un país y una sociedad donde nadie de sana mente quisiera venir a visitar, ni a vivir.

Venezuela se ha convertido en el paraíso para parásitos, alacranes, vampiros, zamuros, mafiosos, corruptos, sádicos, inmorales, mentirosos, delincuentes, extorsionistas, secuestradores, asesinos, torturadores, y cualquier otra escoria humana que pudiera existir, así lo veo, lo veo todos los días, todos robando a todos, todos mintiéndoles a todos, todos tratando de estafar a todos, y mucho más, puro cavernicolismo y salvajismo, por todos lados, incluso probablemente en las iglesias donde me imagino que uno y otro creyente (o los mismos curas) se robarían las ofrendas del domingo para poder comprarles comida a sus hijos, o en el caso de los curas, para pagarse las cenas lujosas en los mejores restaurantes de Las Mercedes.

(Nota: Son muy raras las veces que utilizo la palabra "todos" de esa manera, pero en este caso lo hice porque eso expresa mejor lo que quiero decir, gracias por su entendimiento.)

Ahora, a nivel mundial, y también en términos históricos, y también en todas las culturas que he conocido (34 países), hay un principio fundamental que si uno no lo pone en práctica, eso eventualmente llevará a cualquier persona, a cualquier familia, o cualquier sociedad al desastre total, y ese principio se llama: decir la verdad.

Imagínense si usted va a comprar 300 sacos de cemento para construir el segundo piso de su casa, y que el ferretero le dice, "Sí, sí, ese cemento es certificado, es de alta calidad, recién sale de la fábrica, no se preocupe," pero después de haber construido el segundo piso, se le cae el segundo piso encima, matando a toda su familia porque el cemento contenía harina de trigo, o algún otro producto, porque el maldito mentiroso de ferretero quería incrementar sus ganancias adulterando el cemento.

Bueno, todo en la vida es así, no se puede construir nada que sea sólido y durable con mentiras, y si se construyen cosas en base a las mentiras, bueno, al final, después de un tiempo, todo --- sin ninguna excepción --- se caerá a pedazos, normalmente con consecuencias devastadoras como las que estamos viviendo hoy aquí en Venezuela bajo el mando de Maduro-el-mentiroso.

Pero la cosa va más allá todavía …

Entre los líderes políticos en este país, no solo miente Maduro, pero también miente Capriles Radonski, Guaidó, y básicamente todo los demás.

Y ese es el problema fundamental, todos mienten.

La idea es sencilla, con un montón de mentirosos a cargo del país, jamás saldremos de este desastre.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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