Ni ganchos, ni mano dura; vivan los especuladores

En Venezuela, no ha sido suficiente el programa de recuperación económica para estabilizar al país en ese aspecto. Falta aplicar la tan nombrada mano dura la cual se muestra en televisión en forma de puño, como elemento intimidatorio, pero que no se aplica a quienes están atentando contra la economía nacional. Si realmente ha habido mano dura, cuestión que no he percibido así, se puede afirmar que la misma no ha sido efectiva a la hora de frenar a los especuladores y hambreadores del pueblo. Al contrario, la especulación ha aumentado, si se toma como referencia los últimos precios acordados que generaron expectativas, pero por muy poco tiempo. Es por esto que se oye y se siente que el pueblo está demandando esa mano dura que tanta falta hace en lo económico.

No se puede afirmar que exista una política real de mano dura, solo por el hecho de decomisar productos o establecer mayor presencia de autoridades policiales y militares que combatan los altos precios de los productos o a la reinvención de una Sundee cada vez más vapuleada, porque hay excepciones en las cuales, esa mano dura se puede convertir en mano de seda y por ende, seguiría la fiesta de la especulación a todos los niveles. Asimismo, cuando se hace un llamado al pueblo para que se involucre en la toma de decisiones respecto a la vigilancia de los precios acordados, no se toma en cuenta el temor a las represalias que el pueblo puede tener, si nunca hay una autoridad que lo acompañe.

De igual manera, no se puede hablar del éxito de la política de mano dura, solo por el hecho de haber más presos, si detrás de estos, otros se encargan de seguir haciendo lo mismo, lo que se convierte en un círculo vicioso. La cuestión, debe ser sentar un precedente que corte de raíz la especulación, si esa mano, como en el boxeo se convierte en un jab constante sobre la cara de un especulador, y no le da tiempo de volver a delinquir. Es decir, debe ser una mano dura, pero constante pegando, no esporádica, ni titubeante, que ha sido el gran problema en la aparición y continuidad del bachaqueo y especulación.

Sin embargo, si se considera que la política de la mano dura ha sido un fracaso, siempre ella será demandada por la gente que cree, que en algún momento alguien debe tener la constancia en aplicarla, para tener mejores resultados. Pues, esto se debe a que siempre, diariamente, habrá gente que queda a merced de los especuladores y bachaqueros, lo que determina cierto nivel de inseguridad ciudadana que conduce a plantearse la política de mano dura en cuestión. No es posible que a estas alturas de la vida, la nostalgia se apodere de la forma de pensar del venezolano al añorar gobiernos anteriores que supuestamente no tenían miedo de aplicar mano dura, en situaciones como las que vivimos, actualmente, en el orden económico.

En relación a lo anterior, se puede decir, que hay razones para que en Venezuela se aplique la política de mano dura, el pueblo la pide porque ya se está cansando de abusos económicos, El gobierno, debe dejar el temor de que si aplica la ley en su justa dimensión, caiga quien caiga, va a ser derrocado, o va a ser invadido; la voluntad política, es necesaria para que el pueblo siga confiando en sus gobernantes.



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Jesús Rafael Barreto


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