Tareck distrae a Bernal con Clap. No importa si las cajas se las roban y la frontera queda a la deriva

Yo creí que Bernal estaba fajado totalmente a meterle el pecho a todo lo grave que acontece en el Táchira. Y así asumí el asunto por la gravedad de todo lo que significa ese espacio y entidad federal para el gobierno, Venezuela y el pueblo todo. Y porque tengo entendido que es "el Protector" de ese Estado, a menos que como sucede habitualmente, el presidente creyó que ya llevaba demasiado tiempo en ese cargo, pues pareciera que ese lapso, tres o cuatro meses, es como mucho para la acostumbrada rotación y ese "dame ahora a mí mi chancecito", y optó por devolverle al asunto del Clap.

En verdad el Táchira y sobre todo el espacio fronterizo que corresponde a ese Estado andino venezolano es como la entrada de muchos males. Como que por allí se llevan la gasolina pero no en pimpinas, menos en tarritos soportados por hormigas o bachacos, sino en enormes gandolas o la transfieren por ductos ocultos hacia tanques inmensos que de aquel lado existen y el gobierno colombiano protege. Por allá, según dicen, salen los billetes de cualquier cono monetario que el gobierno decida y buena parte de lo que aquí se produce para aprovechar mejores precios. Desde allá viene la droga, no tanto para el consumo interno, pues al parecer nunca hemos sido buen mercado para eso, sino para transportarla hacia el norte de nuestras costas. De allá sale toda la presión malévola contra nuestra moneda y mercado. Y de allá llegan las amenazas y señales de invasión. Aunque uno tiene que admitir que también ha venido gente buena, trabajadora que aquí ha dado excelentes frutos y la cumbia, bambuco y una hermosa carga cultural. Y de por allá, de esas montañas altas, viene abundante agua que riega el territorio nacional, porque antes que naciesen las naciones, Estados y hasta el egoísmo, ya Dios había decidido, como dijese el gran poeta peruano Ciro Alegría que "El mundo es ancho y Ajeno".

Todo eso malo nos viene desde allá, según hemos diagnosticado por años y sobre todo se ha puesto de bulto ahora, cuando las relaciones entre los gobiernos de ambos países son muy malas. Tanto que el gobierno colombiano apenas allá recibieron un poquito de la gente que por años de allá se ha venido para acá, empezó a lamentarse y despotricar. Hasta gente común y corriente en las calles de Cúcuta, donde antes se alegraban uno llegase a aprovechar la ventaja de la entonces dureza de nuestra moneda, ahora les disgusta sólo saber que por allí circulan unos "venecos". Por cierto, expresión que tiene un origen peyorativo e insultante.

Siendo esa la situación y la gobernadora de uno de los partidos de la oposición, lo que es motivo para el gobierno no confiar en ella, por lo que le nombró un "Protector" a la entidad, uno esperaba que Bernal estuviese liberado de cualquier otro compromiso, hasta con el Psuv y fajado con las obligaciones que se derivan del cargo, que son como demasiadas.

Pero no, Bernal sigue al frente de los Clap. Ahora mismo, Tareck El Aissami, le ha ordenado, no sólo cuidar que las cajas no cojan para otro lado, como acostumbran, sino también que sólo cobre Bs. S. 100,00 y no 150,00 como dijo "Radio Bemba". Del mismo modo, casi lo aseguro, que Aristóbulo pasa a ser ministro de Educación, deja el de Comunas, donde no tuvo tiempo de hacer nada y seguirá como "Protector" de Anzoátegui, porque esas dos porciones forman parte de su cuota. La única diferencia es que Bernal es "gocho" y Aristóbulo, poco o nada tiene que ver con Anzoátegui. Pese fue gobernador de esa entidad, según quienes allí viven, nunca pasó en ella más de dos o tres días con sus noches seguidas. Como tampoco dejó nada importante que se pueda decir esto es obra suya, si nos dejamos llevar por lo dicho por Claudio Domínguez, quien si vive allá. https://www.aporrea.org/actualidad/a268920.html

El Clap es un dolor de cabeza para el gobierno pese es como su bandera y hasta cobija. Debe llegarle a una buena cantidad de hogares y le llega a menos de la mitad, porque como la gasolina en el Táchira, lo desvían por los "caminos verdes" que allá tienen y en el país todo también. Los bachaqueros, son como el "Araguaney". Según Luis Mariano Rivera, "Cuando invierno anuncia, su entrada de ley, brota su amarillo el araguaney"", así los bachaqueros, anuncian en la calle la llegada del Clap. Pues a ellos si les llega y por gandolas, en promontorio, antes que a nadie, para que se desplieguen a venderlo con precios escandalosos en las calles.

Y el bachaquero, todo bachaquero común y corriente, tiene como decía Alí Primera, su "bachaco fondillú" que saca enormes cargamentos de cajas de Clap de los depósitos para abastecer a aquél. Y Bernal debe estar allí pendiente que no le cojan de mamadera de gallo, porque en eso se juega su prestigio y además dejaría al gobierno muy mal parado, siendo ese programa su mejor demostración de "cómo se hace el socialismo". ¿Si no puede evitar que le roben el Clap, cómo pensar que pudiera hacer aquella enorme tarea que significa ser "Protector" del Táchira? Siquiera las tareas de Aristóbulo son más sencillas.

No conozco a Bernal, pero le concibo un tipo serio y preocupado por el rol que desempeña. Pareciera, no sé exactamente, no ser de esos viejos políticos, que sólo les interesa ocupar cargos y si son bastantes al mismo tiempo mejor para tener donde poner a su clientela. Por eso me siento alarmado, aparte de mi interés como venezolano, que siendo él el portero, de un arco hacia donde la ofensiva enemiga dispara a cada momento y la defensa luce como insuficiente, no voy a decir incompetente y distraída, le dejen responsabilidades como esas del Clap, que si no son exactamente iguales de complicadas a lo de la frontera con Colombia, bastante se le parecen.

¿Será que Bernal, como Aristóbulo y otros más, también tiene su hormiguero o ejército personal?



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Armando Lafragua


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