¿Hasta cuándo tanta corrupción?

Sin duda alguna que el tema de la corrupción es algo que desmorona, desestimula y hiere hondamente porque uno espera en un proceso revolucionario que nadie, pero nadie, esté robándole al Pueblo y al mismo Estado. Sería fácil comenzar aquí a echar culpas, ciertamente la primera persona que se cuestiona son a las cabezas políticas e institucionales porque una de las funciones es resguardar el patrimonio público, y que las riquezas que una nación produce debe ser celosamente administrada y cuidada. La realidad es otra y aunque la corrupción es una enfermedad moral en todo el mundo, no por eso se debe justificar la nuestra en Venezuela.

Yo veo a Maduro llamando enfrentar a los corruptos, de hecho el Fiscal William Tareck , según Nicolás, lo pone al tanto de los casos que van descubriendo porque se sabe del costo político para la revolución debido a que es dentro de la gestión gubernamental actual que se siguen dando los hechos de corrupción. No sé a ciencia cierta qué hace la Contraloría de la República, si realmente son eficientes los mecanismos del Estado para evitar y detectar cuando estos hechos se estén dando.

Se ha hablado mucho de controles eficientes, de filtrar bien a las personas que se asignan a puestos claves de poder y manejo de recursos. No sé hasta dónde en el llamado en hacer todo nuevo el presidente tenga en mente cómo crear mecanismos eficientes para detectar a tiempo, antes que se materialice, los hechos de desvío de partidas, ineficiencia y daño patrimonial a la nación. El Pueblo llano lo dice: Pero es que nadie sabía lo que estaba sucediendo en PDVSA, en CADIVI, etc. entonces comienza la duda de que hay muchos allí con rabos de paja; quiénes, no lo sé, no soy funcionario público y no es sabio meter a todos los funcionarios en un mismo saco.

Cuando el Fiscal va a dar los anuncios de estos casos es para que uno se le ponga la piel de gallina; cómo es posible que roben así tan profundamente, acaso tenemos un Estado estructurado con esas grietas por donde se escapa el dinero. Qué se debe hacer en este llamado de LO NUEVO con respecto al cáncer de la corrupción. Mucho se dice que Chávez heredó un Estado diseñado para la corrupción, que no hizo depuración alguna de cientos de miles de empleados públicos quienes muchos han hecho carrera administrativa, se optó por el respeto laboral, evitar la persecución política dentro de las institucionalidad; pero cuánto se viene denunciando la ineficiencia, el burocratismo y la corrupción en estos 20 años de revolución, aunque la hubo terrible en la Cuarta República, porque se quiere hacer ver que todos los males del país comenzó con Chávez, así lo dicen los contrarrevolucionarios.

Creo que el Gobierno, el PSUV, Gran Polo Patriótico y Pueblo han de crear nuevos sistemas eficientes de control y seguimiento de los recursos que se asignan y de la realización, no sólo de las obras, sino de meterse a fondo dónde están las grietas por donde los pillos logran sus cometidos. Entiendo que el problema de la corrupción es moral, efectos de una deformación cultural capitalista dentro del trabajo institucional donde gerentes y funcionarios se dedican a robar y hasta en sabotear el proceso desde adentro para acabar con el socialismo naciente.

La reforma constitucional debe reglamentar a fondo el tema de la corrupción, reflejar desde allí el nuevo Estado que queremos, no queremos pañitos calientes sino cambios a fondo. No es que uno aspiré que, los tres millones de empleados públicos, van a comportarse como unos angelitos, lo que se pide es crear medios para evitar el defalco y atrapar con tiempo al corrupto y al corruptor.

En el reciente reporte de acciones e investigaciones por parte del Ministerio Público a uno se le achica el corazón de cómo empleados públicos en complicidad con empresarios privados se han dedicado al defalco; hay que verle la cara a 49 millones de dólares perdidos cuando nuestro pueblo está siendo víctima de otros niveles de corrupción más en la base como es en la alimentación y el bachaqueo.

Es un llamado a la conciencia, a depurar a fondo los Ministerios, transformar a fondo el Estado, hacerlo más horizontal, reducirlo en el sentido de llevarlo a niveles de eficiencia y control, a veces la monstruosidad estatal permite que un Gobierno pierda la capacidad de control y seguimiento, pero aún más cuando Nicolás no le tiembla el pulso para aprobar recursos. El cambio individual es también para empleados, funcionarios y privados, no se puede seguir dejando que sigan desangrando a la nación.

Mis sinceras felicitaciones al Fiscal Tarek por su empeño, labor y osadía, antes no se veía denuncias y acciones contundentes donde la línea es caiga quién caiga, y a aquellos ex funcionarios de Chávez y ahora de Maduro prueben su inocencia de lo que se les señala. Es triste que se esté apoyando a corruptos porque hablen y vistan bonito o griten que son perseguidos del gobierno. ¡El que no la debe no la teme!



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Julio César Colmenares

Comunicador alternativo.

 juliocesar1221@gmail.com

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