Ya basta de Saltos al Vacío

Errar es de humanos, dicen; pero ¡ya basta de errar!

Recientemente supimos la noticia de que el gobierno bolivariano designó al Frente Francisco de Miranda para encargarse del nombramiento de los nuevos gerentes que habrán de acometer un amplio proceso de reestructuración de todas las empresas básicas, estratégicas y socialistas del Estado.

En nota de prensa publicada por el Correo del Orinoco, se citan las palabras textuales del Presidente Maduro pronunciadas en el acto de conmemoración del 15 aniversario del FFM:

"He decretado una reestructuración total de casi 700 empresas del Estado, de grandes empresas estratégicas y socialistas, quiero ir a una reestructuración del sistema empresarial, integral, completo, es fundamental para elevar la productividad, por eso quiero que el FFM seleccione un cuadro de profesionales para que sean incorporados en el proceso de reestructuración de las empresas que comprenden todo el territorio nacional".

No sé si esa decisión fue tomada con base en la lógica de la eficiencia y la pulcritud, o con base en algún cálculo político, o incluso para justificar la eventual privatización de esas empresas, en caso de que ese proceso de reestructuración fracase y entonces la responsabilidad sería directamente atribuible nada más y nada menos que al FFM, un cuerpo de acción eminentemente socialista y revolucionario.

La matriz que se ha venido posicionando últimamente, impulsada –preciso es señalarlo- por importantes personeros del alto gobierno, es que las empresas públicas son un fracaso por culpa de la corrupción y la ineficiencia, y que mejor sería privatizarlas. Al posicionamiento de esa matriz contribuye sobremanera el deterioro evidente de las empresas de servicios básicos del país, particularmente las de electricidad y agua.

En los últimos estertores de la IV República preciso es recordar que para justificar la privatización de la CANTV y de la propia PDVSA se llevó a cabo un proceso deliberadamente planificado de desmantelamiento de sus instalaciones y deterioro de sus finanzas, de tal manera que la propia opinión pública clamara por su privatización.

Afortunadamente "llegó el Comandante y mandó a parar", como cantaba Carlos Puebla.

En esta época terrible de colapso del modelo rentista petrolero, pululan por doquier los personeros gubernamentales que pregonan el recetario capitalista, neoliberal y salvaje. Los más tímidos, abogan por el "capitalismo con rostro humano", del que tanto nos alertó el Comandante Chávez. Los más atrevidos, hasta coquetean con la idea de acudir al FMI y al Banco Mundial para hipotecar el futuro del país. Hace algunos días leí unas declaraciones de Ricardo Haussman en las que insiste en que la única salida posible a la crisis de la economía venezolana es el endeudamiento externo con las instituciones nacidas de los acuerdos de Bretton Woods. Pareciera que fuese Haussman el asesor o gurú al que esos personeros gubernamentales le están prestando oídos.

Otro personaje nefasto, Francisco Rodríguez, dueño de la firma Torino Capital, representante de los acreedores internacionales en contra de Venezuela, ex jefe de campaña de Henry Falcón en el más reciente proceso electoral presidencial, y principal exponente de la tesis de la dolarización como solución mágica a los problemas del país, fue a quien el alto gobierno prestó atentos y diligentes oídos desde 2013 en adelante para una de las peores decisiones que se han tomado y por la que la historia en algún momento exigirá explicaciones. Me refiero a la decisión de pagar la deuda externa a como diera lugar, por encima de cualquier consideración, incluyendo el deterioro extremo de las reservas internacionales, de las finanzas públicas y de la calidad de vida del pueblo. Según distintas declaraciones públicas del propio Presidente Maduro, la cifra podría oscilar entre 70.000 y 100.000 millones de dólares en los últimos cinco años.

Si en lugar de pagar sacrosantamente esa inmensa cantidad de divisas, se hubiese conducido un proceso de reestructuración, refinanciamiento y moratoria de la deuda externa del sector público, la República habría tenido y tendría todavía suficientes ahorros para amortiguar sustancialmente la crisis, sostener un tipo de cambio estable y mantener en niveles tolerables los precios de bienes y servicios.

Y lo más patético es que el ser puntuales pagadores no impidió que igualito Washington nos declarara la guerra a través del infame Decreto de Obama y todo lo que se nos ha venido encima desde entonces.

¡Ya basta de saltos al vacío!

La matriz de que las empresas públicas fracasan por culpa de la corrupción y la ineficiencia y que ello demuestra que toda empresa para ser eficiente y productiva tiene necesariamente que ser privada, ES FALSA.

En Venezuela, desde hace 60 años al menos, toda empresa, sea pública o sea privada, es ineficiente e improductiva por una única causa fundamental: LA FALTA DE DIVISAS.

La situación deplorable de las empresas públicas en la década de los 90 del siglo pasado, y la situación deplorable de esas mismas empresas en la actualidad, se explica por la falta de divisas. Así de simple. Lo que obviamente implica que cuando hay suficientes divisas, esas empresas dejan de ser improductivas e ineficientes… DE LA NOCHE A LA MAÑANA. Como por arte de magia. Así es.

Nada tiene que ver la corrupción ni el burocratismo ni la ineficiencia. Aunque esos son flagelos que siempre están presentes, NO SON DETERMINANTES. Lo determinante es la falta de divisas.

Igualito sucede con TODAS LAS EMPRESAS PRIVADAS. Cuando el Estado no tiene suficientes divisas para entregárselas a precio de gallina flaca, pues se vuelven empresas ineficientes, improductivas y también corruptas (desviación de la producción, contrabando, acaparamiento, bachaqueo…).

Si vamos a criticar la situación de las empresas por su condición de públicas, debemos hacer lo propio por su condición de privadas.

En realidad, lo que no terminan de entender todos quienes abogan por la privatización como panacea, al igual que por la dolarización y por la hipoteca del país al FMI y al Banco Mundial, es que el problema esencial de la economía venezolana es la DEPENDENCIA. Mientras seamos dependientes de la tecnología, las maquinarias, el conocimiento, los insumos y las materias primas semielaboradas provenientes del extranjero, todas nuestras empresas, sean públicas o sean privadas, van a entrar en crisis severa de improductividad e ineficiencia cada vez que no tengan suficientes divisas para comprar todo eso fuera de nuestras fronteras. Esto va desde la propia PDVSA y Empresas Polar para abajo.

Así que la crisis de las empresas públicas y privadas no se resuelve dando bandazos gerenciales –a menos que se tenga la voluntad política para un auténtico ejercicio de transparencia radical y contraloría social- sino inyectándoles divisas en sus disminuidos flujos de caja.

Por otro lado, el FFM debe cuidar muy bien los criterios que utilizará para seleccionar las nuevas directivas de las empresas públicas. Ojalá lo haga con base en parámetros de pulcritud y competencias profesionales. Por aquello de "zapatero a tus zapatos". Sería interesante asimismo que esas nuevas juntas directivas estén acompañadas en paralelo por un proceso a fondo de control obrero como garantía de eficiencia y honestidad en la toma de decisiones. Y mucho más allá: que todas las empresas públicas se sometan permanentemente a la transparencia radical y la contraloría social verdadera.

Moraleja: cuando tengamos divisas, cuidémoslas como la niña de los ojos de las finanzas públicas, y utilicémoslas para desarrollar nuestras propias capacidades endógenas en ciencia y tecnología y en los circuitos de materias primas semielaboradas acordes a nuestros propios estándares industriales. Seamos nacionalistas y patriotas, seamos auténticamente potencia. No sigamos mirando al extranjero y sus cantos de sirena que solo sirven para entregar cada vez más nuestra soberanía.

¡Viva Chávez! ¡Viva la República Bolivariana de Venezuela! ¡Chávez vivirá mientras el pueblo luche!

Zulika King

Coordinadora del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza

Lunes, 17 de julio de 2018



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Zulika King

Coordinadora General del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza. Presidenta de la Fundación Punta de Lanza. Coproductora del Programa Radial "Trinchera del Poder Popular".

 zulikaking@yahoo.com      @ZulikaKing

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