Día Setenta y Nueve El Cáncer de la Corrupción por el Filo de la Navaja del 2018

Venezuela no es la excepción en el mundo capitalista. Aquí también hay corrupción porque el sistema dominante es el capitalismo que la reproduce de manera natural. Mientras no se desmantele al capitalismo la lucha contra la corrupción será infructuosa. La corrupción en el capitalismo crece al igual que la maleza y la mala hierba. No podemos engañarnos pensando que la corrupción se va terminar sin acabar con el capitalismo. Eso debe quedar claro.

En este sistema capitalista corrupto, como cualquier otro, seguirán apareciendo los casos de funcionarios inescrupulosos, sea cual sea su jerarquía. Siempre habrá quienes no resistan la tentación de venderle su alma al diablo. Para hacerlo los corruptos tienen todas las facilidades que el sistema capitalista les brinda. Mucho se puede lograr, en el saneamiento de la perversión administrativa, con la rectitud, el ejemplo y la ética de un Presidente, un Jefe del Partido, un Fiscal, un Contralor, un Procurador o de la Contraloría Social pero nunca será suficiente porque el poder corruptor del capitalismo neutraliza, bloquea y burla las buenas intenciones de los justos, intachables e impecables.

Alguien quien defendía desaforadamente el enriquecimiento reprobable de un corredor de seguros, de nuestra principal industria, lo justificaba diciendo que en ese medio se gana mucho dinero. Esa es exactamente la exculpación de los vicios fundamentados en los valores del capitalismo y aplica para cualquier operación contraria a la ética socialista y revolucionaria. Quienes ejercen altas funciones en el gobierno o en las empresas del Estado, conjuntamente con sus amigotes, compadres y compinches, no deben pensar, comportarse ni actuar como capitalistas porque irremediablemente terminan siendo corruptos en el desempeño de sus responsabilidades, desde las más grandes hasta las más sencillas. Esta mala praxis es algo congénito, intrínseco y propio de los antivalores del capitalismo. El que piensa como un capitalista, piensa como un corrupto.

La lucha contra la corrupción, a todos los niveles, tiene que estar ligada a la lucha contra el capitalismo y con la ejecución de medidas concretas orientadas a la transición al socialismo: nacionalizar la banca, reservar al Estado la importación de productos esenciales, abandonar la venta subsidiada de divisas a los dueños de los medios de producción y distribución. Cumplir la consigna de ¡Todo el Poder a los CLAP!

¡No hay capitalismo sin corrupción ni corrupción sin capitalismo!



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Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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